Giovanna Tornabuoni

Conocer todos los avatares y caminos que ha recorrido un retrato a lo largo de 525 años no es nada sencillo, pero en el caso de esta extraordinaria obra de Ghirlandaio somos afortunados. Conocemos todos los viajes que ha realizado la obra «Giovanna Tornabuoni» ya que se encuentran perfectamente documentados. Os aseguro que me ha resultado más que emocionante seguir su pista por todo el mundo…

La Obra de Ghirlandaio

Permaneció en el Palazzo Tornabuoni de Florencia, su primer hogar, hasta que pasó a manos de la familia Pandolfini. Más tarde formó parte de la colección del barón Achille Seillière y la princesa Sagan en Francia. Sabemos que en 1878 se encontraba en Brighton, en la colección de Henry Willet, y que a principios del s. XX estaba en manos de Rudolf Kann, con el que no permaneció demasiado tiempo ya que en 1907 es el millonario americano J. Pierpont Morgan -fundador de la Banca J.P.Morgan y uno de los coleccionista de arte más importante de la historia- quien se hace con la obra. Se comentó que su deseo por la posesión de esta obra fue debido al recuerdo que la juventud y belleza del retrato le produjo de su primera esposa, fallecida de tuberculosis a muy temprana edad cuando apenas llevaban cuatro meses casados.

"West Room" podemos apreciar el retrato de Giovanna a la izquierda
El 219 de Madison Square hogar de Giovanna a principios del S.XX

De esta época es la imagen que muestro de la obra, donde podemos apreciar la obra expuesta en un caballete a la entrada de un gran salón y rodeada de otras obras de arte. La habitación es la “West room” del 219 de Madison Avenue, hogar de la familia Morgan en Nueva York.

Tras el fallecimiento de J.P Morgan su hijo vendió el cuadro en el año 1935, junto con otras piezas de la colección al barón Thyssen, padre del marido de Carmen Cervera.

El barón Thyssen lo trajo de vuelta a Europa, permaneciendo durante bastantes años en villa Favorita, una de las residencias del barón en la ciudad de Lugan o(Suiza). No puedo ni imaginarme la sensación que debe sentirse al entrar al salón de tu casa y encontrarte con semejante maravilla…

lugano-villa-favorita

Giovanna Tornabuoni

Pero, ¿quién era Giovanna Tornabuoni? Su nombre de soltera: Giovanna degli Albizzi, 8ª hija de un comerciante florentino que casó con Lorenzo Tornabuoni el 15 de junio de 1486, muy enamorada. Algo bastante inusual para la época, dónde los matrimonios se realizaban por conveniencia y sin amor. Su boda duró tres días con fiestas, bailes y banquetes, siendo una de las mas documentadas de la época. Sabemos que Giovanna se casó de blanco luciendo un esplendido peinado con costosos adornos. Llegó al Palazzo Tornabuoni acompañada por su padre donde fue recibida por su suegro. Entre los invitados la flor y nata de la sociedad florentina. Y como invitado de honor: Dn. Iñigo López de Mendoza, embajador de España.

Después del banquete todos los invitados se trasladaron a la plaza que había delante de la Iglesia de San Michele, y allí, en una tarima vistosamente decorada para la ocasión, se desarrollaría el baile. Los novios pasarían la noche de bodas en el Palazzo Tornabuoni en una habitación elegantemente decorada para la ocasión. La fiesta se prolongó por dos días más y el segundo día se unió al convite Lorenzo de Médici, primo de Lorenzo Tornabuoni y uno de los hombres más influyentes de la época. Le siguieron justas y torneos, que Naldo Naldi narró con todo lujo de detalle en sus crónicas.

Giovanna y Lorenzo tuvieron enseguida un hijo. Pero la alegría en la casa no duraría mucho tiempo. Giovanna fallecería apenas un año y medio después de la boda, cuando se encontraba embarazada de su segundo hijo. La pérdida de su bella esposa y el hijo que esperaban dejó a Lorenzo desolado, encargando al poco tiempo su retrato póstumo. Algo muy corriente en esa época.

El retrato de Giovanna Tornabuoni

El retrato de Giovanna es espectacular. No me extraña que todos sus anteriores dueños se enamoraran de ella nada más verla. Tener el privilegio de disfrutar de esta obra en tu propia casa debe ser algo inimaginable…

Giovanna luce bellísima, permaneciendo erguida y segura y transmitiendo una noble pose de serenidad. Su mirada firme y un tanto perdida en el infinito hacia lo que imaginamos como una ventana por la que penetra la luz. Una luz que ilumina su rostro, su pecho y sus ricos ropajes pero que deja sus manos en una suave penumbra.

Impresiona el gran contraste de coloridos: los negros con los amarillos, dorados, rojos y naranjas que consigue Ghirlandaio. En un principio la obra permaneció enmarcada en dorado, así aparece al menos reflejado en un inventario del Palacio Tornabuoni en 1498. Nos hablan de un retrato de Giovanna, colgado en la habitación de Lorenzo con una marco dorado. Pero en la actualidad la moldura que la enmarca es casi negra, resaltando sobremanera el dorado de su pelo y los dorados y rojizos de su ropaje.

El retrato posee un poder hipnotizador… Os aseguro que cuesta trabajo retirar la mirada de ella. Te atrapa.

broche

Como era de suponer, a mí los ojos se me fueron de inmediato hacia su broche. Una preciosa pieza de joyería que Ghirlandaio supo dibujar con delicadeza y mimo, colgándolo sobre su pecho mediante un finísimo hilo de seda.

Mi deseo al mirarla fue que se girara, para así poder contemplar su belleza al completo…

Vintage by López-Linares

Salí del Thyssen con el firme propósito de reproducir esa preciosa pieza que pendía de su cuello. Y eso es precisamente lo que hace que hoy traiga hasta nuestro espacio Vintage el colgante de Giovanna Tornabuoni.

Si vives en Madrid o piensas venir por aquí, no dejes de reservar un momento para visitar este magnífico retrato, considerado como “la joya de las joyas” de la colección Thyssen y una de las obras más emblemáticas del renacimiento italiano.

Por último os adjunto un vídeo de la fantástica conferencia que sobre la obra dio D. Guillermo Solana en 2009.

Y también  os dejo el link a esta preciosa joya: El colgante de Giovanna Tornabuori 

Lisner, la joyeria «Richelieu»

Aunque hasta hace poco las piezas de Lisner no eran muy apreciadas por los coleccionistas, últimamente sus precios han ido subiendo y están ganado muchos adeptos entre los coleccionistas modernos.

David Lisner nació en Alemania en 1846. En 1864, Lisner y su familia emigraron a Nueva York. Su padre Selig y sus hermanos George y Abraham eran comerciantes. David Lisner fundó su empresa D. Lisner & Co. en 1904 establecida en Nueva York. A principios del siglo XX, el hijo de David Lisner, Sidney, y un primo Saul (Solomon) Ganz se unieron a la empresa.

En un principio, la compañía hacía sus propios diseños de joyería de buena calidad y no los marcaba. Fue justo antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial, cuando Lisner se convirtió en el agente oficial en los Estados Unidos de Elsa Schiaparelli, importando y vendiendo las piezas de la diseñadora francesa. Además, tenía la licencia para producir su joyería y accesorios en los Estados Unidos, venderla y distribuirla.

En los años 30 la compañía Whiting & Davies, conocida por sus bolsos de malla de metal, fabricó algunas piezas para la marca.

Pero el gran apogeo de Lisner llegaría en los 50s. La joyería que produjo en esos años llegó a ser muy popular por sus combinaciones de colores, sus atractivos diseños y, sobre todo, su bajo precio.

La base de estas piezas era la lucita o plexiglás, un material desarrollado por Dupont en 1937. Un plástico acrílico que se podía colorear y moldear.

El Presidente de la compañía en esa época era Victor Ganz, un genio creativo con instinto para la moda. Fue lo suficientemente sagaz para desarrollar el estilo comercial y limpio que mantiene a las piezas de Lisner con la misma frescura que en el momento que fueron creadas.

Los diseños estaban colocados sobre bases cromadas o bañadas en plata y, a partir de los 60, en «blackjapanned metal» (que es un tipo de lacado en negro sobre metal). Estas piezas sobre base negra fueron populares en su día y muy codiciadas hoy.

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A finales de los 50 y principios de los 60 Lisner introdujo una nueva gama, marcada como «Richelieu», que era de mejor calidad y más cara. Las piezas son más escasas hoy día y, si están en buenas condiciones, los precios pueden ser relativamente altos.

Los precios de los diseños de Lisner han comenzado a subir últimamente, debido a que las piezas de otros diseñadores de la época se han puesto por las nubes. En la medida que el precio de piezas de diseñadores más premiados sube, las piezas de menor precio, tales como las de Lisner, crecen en demanda. Las piezas marcadas y bien diseñadas están llamadas a incrementar su valor.

La compañía usó la marca «LISNER», en mayúsculas, para sus propias piezas por primera vez en 1935. Desde 1959 se utilizó «LISNER» en mayúsculas con una «L» alargada. Sin embargo los compradores deben tener en cuenta que los moldes y sellos se reutilizaron posteriormente, así que la marca no es un indicador fiable de la fecha de una pieza.

Lisner compró Richelieu Pearl Company a mediados de la década de 1970 y la empresa pasó a llamarse Lisner-Richelieu Corp. Victoria Creations compró Lisner-Richelieu en 1979 pero, después de otra rotación de propiedad, el nombre de Lisner dejó de aparecer en las joyas a mediados de la década de 1970-80.

IMÁGENES:

Jewelry Patent Proyect

Damasquino: Diccionario Vintage con la «D»

El damasquinado – Artesanías de Toledo

Toledo es, sin duda, el centro mundial en la producción de artesanía damasquina, y el lugar en el que aún se pueden encontrar la mayor cantidad de comercios dedicados, casi por entero, a realizar y comercializar piezas con esta técnica milenaria, el damasquino.

El Damasquino, también conocido como «el oro toledano», se basa en la incrustación de metales nobles, tales como el oro y la plata, sobre otros más comunes, como el hierro y acero pavonado. Es una técnica que se utiliza para decorar no solo joyas sino multitud de objetos de diversos usos. La técnica suele heredarse de padres a hijos, generación tras generación.

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El proceso es muy lento y laborioso. Hay que dar forma a la pieza primero en hierro y posteriormente la pieza se marca con unos surcos, líneas y formas, para trazar el diseño deseado. Para después incrustar el hilo de oro o plata con un pequeño punzón.

Después, la pieza se introduce en el fuego, lo que provocará la oxidación del soporte y le dará el característico tono negro. Luego nos queda raspar, bruñir, pulir y rematar la pieza hasta que adquiera toda la belleza en las luces y las sombras de los diversos reflejos del metal.

En joyería es muy corriente encontrarlo en colgantes, pendientes, anillos y collares.

Imágenes de María Vintage Photography realizadas en Damasquinos A.Serrano- casa fundada en 1912.

¡Consigue el look de Gloria  Vanderbilt en el Vogue de septiembre!

Regresamos de vacaciones y no podíamos haberlo hecho con una noticia más bonita que la publicada en el Vogue de septiembre de este precioso editorial.

De la mano de Belén Antolín, y tras la cámara de Miguel Reveriego, la sofisticada belleza de Gloria Vanderbilt nos lleva a pasearnos por una deliciosa campiña.

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Gloria  Vanderbilt luce una elegante silueta ceñida con volantes, encajes y puntillas, y sobre la que los complementos de Vintage By López-Linares lucen primorosamente.

Nuestras perlas, camafeos, pulseras, anillos y collares completan un look cargado de sofisticación y elegancia, que nos recuerda en cierta medida a las damas de la alta sociedad del S.XIX.

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Todas estas joyas se encuentran a la venta en nuestra tienda online, y si lo que estás deseando es conseguir una mirada diferente esta selección de joyas te va a ayudar mucho a conseguirlo.

No dejes de pasarte a visitarnos. He preparado, especialmente para ti, una selección de las joyas de este editorial:

Broche

Collar de perlas y camafeo

Collar de perlas y cristal de Swarovski

Collar de perlas

Pendientes de perlas y plata

Pendientes de plata dorada y perlas

Pendientes de plata dorada y media perla.

Créditos:

@Belén Antolín

@Miguel Reveriego

@Vogue septiembre 2015

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Diccionario Vintage: Con la «L» Lazo

Entendemos por lazo una banda de tela alargada, que nos permite atar o fijar alguna prenda de una forma creativa y decorativa. Lazada es un nudo de cordones que sujeta unos zapatos, una cinta que decora las coletas de las niñas, y no tan niñas, o la serie de lazos que componen una escarapela.

Los lazos decoran vestidos, cabezas, zapatos, bolsos y hasta paquetes de regalos. Son la guinda que da cierto aire romántico a cualquier cosa.

Y, por supuesto, no podían faltar en nuestro Diccionario Vintage los broches en forma de lazada o lazo.

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Fueron piezas que se pusieron muy de moda en los 20s, y que se han utilizado en joyería a lo largo de toda la historia para realizar broches, pendientes y colgantes.

Los broches en forma de lazo son piezas que dan un toque muy especial y romántico a cualquier look, tanto de vestir como más informal.

Suelen estar realizados en oro o plata y llevar piedras, tanto piedras de color, preciosas o semipreciosas, como perlas de diversos tipos. Es un tipo de decoración igualmente frecuente en tiaras, pendientes y sortijas. Las lazadas o pequeños lazos siempre dan a la pieza en cuestión un aire romántico y retro a la joya.

Imágenes: @María Vintage Photography

Filippo Lippi y el broche de perlas de su Madona

Hoy os traigo una joya copiada de una de las obras más emblemáticas de Filippo Lippi. Un pequeño broche de perlas que luce la Madonna en la obra «Madona y niño – Nacimiento de la Virgen». Es una pintura que Filippo Lippi hizo con la técnica de temple sobre madera alrededor de 1465, tiene un tamaño de diámetro de 135 cm. y se mantiene en la Galería Palatina de Florencia.

La historia de Filippo Lippi

De orígenes humildes, en 1421 Filippo tomó votos en el convento de Santa María del Carmine, en Florencia, cerca de donde había vivido con su familia.

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Así, el joven fraile tuvo la oportunidad de admirar los frescos que, durante la década de 1420, Masolino y Masaccio estaban pintando en la Capilla Brancacci, en la iglesia anexa al convento de las Carmelitas. Fue una experiencia decisiva en la formación de Lippi, hasta el punto de que «muchos decían que el espíritu de Masaccio había entrado en el cuerpo de Filippo» (Vasari 1568).

Filippo abandonó el convento en 1434 para trasladarse a vivir a Padua.  A finales de  1430 Lippi abrió su propio taller en Florencia, donde demostró enseguida su talento. En una carta fechada el 1 de abril de 1438 dirigida a Piero de Medici, Domenico Veneziano menciona a Filippo Lippi y a Fra Angelico como los mejores pintores del momento.

Filippo realizó pinturas de temas religiosos con elegante simbolismo: los temas más recurrentes eran la Pietá, la Anunciación y la Adoración del Niño. También pintó retratos. A partir de 1440 Lippi evolucionó hacia un estilo más cortesano, con colores más brillantes, más difuminados, más complejos y de atmósferas más espaciosas, en harmonía con los encargos que le demandaban en este periodo principalmente fomentado por los Medici y sus afiliados. Pintó para Cosimo il Vecchio el altar mayor, retratando la Adoración del Niño en la capilla del Palazzo Medici (antes de 1459).

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Entre 1452 y 1466 Lippi se dedicó a su empresa más ambiciosa: los frescos que muestran las «Escenas de las vidas de San Esteban y Juán el Bautista» en el Coro de la Catedral de Prato. Durante su estancia en Prato se enamoró de Lucrezia Buti, que vivía en el convento de Santa Margarita. A través de la intervención de Cosimo de Medici con el Papa Pío II consiguió que Lucrezia abandonara sus votos monásticos y pudiera casarse con ella. La pareja tuvo un hijo, Filippino, que siguió los pasos de su padre y se convirtió en un importante artista.

En 1647 Filippo Lippi se fue a Spoleto con todo su taller, habiéndosele encargado el fresco «Escenas de la vida de la Virgen» en 1647 en el ábside de la Catedral. Trabajó en esto hasta su muerte en octubre de 1469. Más tarde, en el Duomo de Spoleto donde Lippi había sido enterrado, Lorenzo il Magnifico ordenó la construcción del monumento sepulcral al artista, diseñado por Filippino.

Entre sus pupilos y colaboradores estaban Fra Diamante, Filippino Lippi y Sandro Boticelli.

BIBLIOGRAFIA:

Palazzo-medici.it

WIKIPEDIA

Diccionario Vintage: Con la «E» Estrass o Rhinestone

Piedra de vidrio  que intenta imitar al brillante y que se utiliza para decorar joyas de fantasía. Su nombre proviene del apellido de su inventor, Georg Friedrich Strass (1701-1773).

En 1750 Strass, el joyero alsaciano, consiguió fabricar una clase de vidrio con sales de plomo en su composición que poseía un brillo muy parecido al del brillante. Su invento dio la vuelta al mundo, consiguiendo poner al alcance de todas las clases sociales el brillo y la belleza de las piedras preciosas. Strass inventó el concepto de “piedra preciosa de imitación”, y dedicó  su vida a la fabricación de brillantes “falsos”.

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En 1810 Lançon perfeccionó el invento haciendo las imitaciones más brillantes y duras. Para ello colocó en la base un metal con brillo de espejo, para reflejar más luz, y aunque en un principio solamente se fabricaron en color blanco, poco a poco y con varios avances en la técnica, comenzaron a producirse en diversos colores que imitaban los rubíes, las esmeraldas o los zafiros.

Toda mujer quiere brillar con luz propia, y el invento de Strass consiguió que las mujeres de todas las clases sociales pudieran lucir joyas con el brillo de las piedras verdaderas, a un coste mucho más bajo. Strass popularizó el uso de los brillantes.

Mucho más tarde estas piedras de Strass se han usado también para decorar ropa, zapatos y todo tipo de complementos de moda.

Imágenes: María Vintage Photography

 

Diccionario Vintage: Con la «B» Broche

¿Broche o prendedor?

Su antepasado es la fíbula, pieza que data de la edad de bronce.

Su uso, como tal, comenzó en la antigüedad como pieza de joyería, para sujetar o cerrar las pesadas capas o las prendas de vestir. Con el paso de los años su uso se fue extendiendo pasando a ser meramente estético, convirtiéndose en un adorno de joyería eminentemente femenino, que  gusta de ser lucido tanto en la solapa de las chaquetas como en vestidos o pañuelos.

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Formado por dos piezas soldadas entre sí, una hace las funciones decorativas y la otra es una especie de imperdible que sirve para fijarlo a la prenda.  Es muy frecuente que ese cierre de imperdible lleve un pequeño sistema de seguridad, para que el broche no se abra en ningún momento y así no pueda perderse.

Es frecuente, y en nuestras colección disponemos de varios modelos, que los broches lleven otra pieza oculta, una especie de anilla que al abrirse sirve para introducir una cadenita dentro, y así el broche puede colgarse en el cuello a modo de collar.

Hay muchas mujeres que los coleccionan, siendo frecuente encontrar coleccionistas de broches en forma de lazos, mariquitas, libélulas y un largo etc.

Pieza de gran belleza que siempre complementa un buen traje y crea un look elegante y atemporal.

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Como forma de ilustrar en la medida que un broche bien escogido puede resultar el complemento ideal y definitivo en una indumentaria elegante, recurro a la conocida frase de «cerrar con broche de oro», lo que vendría a significar ese toque final que permite la culminación perfecta de algo.

Imágenes @ María Vintage Photography

Cartier: La deslumbrante Joyería Histórica de Marjorie Merriweather

Hoy os traigo una de esas exposiciones que quedan grabadas en nuestras retinas para siempre. La belleza y delicadeza de una joya histórica de Cartier, admirarla y poder casi sentirla es sin duda una de mis mayores placeres. Y si además lo incluyes como plan en un viaje a New York, ¿qué más se puede pedir?

La muestra, titulada Cartier: Marjorie Merriweather Post’s Dazzling Gems recorre las piezas de joyería más famosas de una de las principales clientes del afamado Louis-François Cartier durante la primera mitad del siglo XX: Marjorie Merriweather.

La exposición tiene lugar en un rústico y encantador entorno con un aire muy vintage, situado dentro de los jardines del museo Hillwood y recrea el tipo de arquitectura que eligió Marjorie para su retiro en las montañas de Adirondack, al norte de Nueva York.

El museo suele llevar a ese espacio las exposiciones especiales, para que el visitante pueda disfrutar de toda la experiencia inigualable que supone visitor sus salas.

Cartier - las joyas de Marjorie Merriweather - Exposicion en el museo Hillwood - por Vintage By Lopez-Linares

Quién fue Marjorie Merriweather

Considerada todo un icono de la historia Americana, Marjorie fue la fundadora de General Foods, además de una asidua a las fiestas de la clase alta de la primera mitad del siglo XX. Cuando apenas contaba con 27 años se convirtió en la mujer más rica de los Estados Unidos después de heredar todo el imperio de su padre, una fortuna de casi 250 millones de dólares.

La colección de joyas, muebles, porcelanas, pinturas y tapices que Marjorie llegó a recopilar durante su larga vida (falleció en 1973 con 86 años) fue inconmesurable y reúne piezas de Fabergé y Cartier. Las exquisitas joyas que Marjorie encargó a este último son las que ahora se pueden disfrutar en el Museo Hillwood.

Entre las joyas expuestas destaca este broche, considerado una de las obras más exquisitas de Cartier, realizado con siete esmeraldas indias esculpidas, diminutos diamantes, platino y esmalte, diseñado en 1928 por el aclamado joyero para su principal cliente, Marjorie Merriweather Post.

También son dignos de destacar el collar que el diseñador confeccionó para ella con perlas, diamantes y platino o la aún más impresionante gargantilla de zafiros, entre otras muchas piezas dignas del más exigente de los coleccionistas de arte.

Cartier - las joyas de Marjorie Merriweather - Broche de esmeraldas indias - por Vintage By Lopez-Linares

Cartier - las joyas de Marjorie Merriweather - collar de zafiros - por Vintage By Lopez-LinaresSin duda, Marjorie tenía un gusto exquisito para la joyería y la moda en general, como muestra esta inigualable colección, que podéis visitar hasta final de 2014, en el marco de un inolvidable viaje a Washington DC.

Accede a toda la información en la website del Museo Hillwood o a muchas más imágenes en el tablero de Pinterest dedicado a la exposición.

 

La Venus de Boticelli y el broche en su escote

National Gallery de Londres. Sandro Boticelli (1445-1510)

Pintado alrededor de 1483, es una de las obras más importantes de Sandro Boticelli, pintor renacentista por excelencia. La obra tiene detalles preciosos, pero si hay uno que a mí me llamó la atención sobre otros fue el precioso broche que lleva Venus en su provocativo escote: Un total de ocho perlas o piedras de color claro con un rubí central. Una sencilla y atemporal pieza que hemos traído hasta nuestra colección de joyas históricas este mes, directamente desde un pequeño taller florentino. Muy probablemente la formación de Boticelli como orfebre hizo que prestara especial interés en los detalles de joyería de sus cuadros.

Por su tamaño y forma, esta obra mide 173×69, parece que pudiera haber sido pintado como una “spalliera” o cabecero para una cama, y muy probablemente para celebrar algún enlace matrimonial.

Sus protagonistas: dos de los dioses mitológicos por excelencia. Venus, diosa de la belleza y el amor, y Marte, dios de la guerra. Venus, vestida de blanco puro y con un diseño típicamente florentino, y Marte, semidesnudo duerme rendido a sus pies, mientras unos traviesos sátiros juegan con sus armas y su casco. Podríamos pensar que representa el triunfo del amor frente al odio y la guerra.

Se cree que pudo ser un regalo de boda encargado por la familia de los Médici. Pero también hay un detalle a tener en cuenta en la parte alta de la obra, donde encontramos dibujadas varias avispas, símbolo de la familia Vespucci. No he podido confirmar quién encargó la citada obra a Boticelli

Lo que sí he podido verificar es que la figura de Venus no es otra que la musa de Boticelli: una joven y bellísima dama de la corte de los Médici llamada Simonetta Vespucci, una joven que se convertiría en un icono de su época. Simonetta Cattaneo di Candia, era una joven y bellísima genovesa casada con un rico comerciante llamado Marco Vespucci. Los Vespucci eran grandes amigos y aliados de los Médici.

Parece que Marco Vespucci era vecino de Boticelli en esos años, y el matrimonio era muy conocido en la época gracias a su poder, pero sobre todo por la belleza de Simonetta. La joven moriría con apenas 23 años víctima de la tuberculosis, pero todas las obras que dejó el artista de ella nos han servido para conocer su belleza, seguramente bastante idealizada por el artista renacentista.

Yo, la verdad, no puedo imaginar sensación más alucinante que yacer con la persona amada con esta obra de la pintura renacentista de cabecero… No sé por qué, pero me imagino una pareja de jóvenes enamorados recién casados disfrutando de semejante maravilla.

Historia de la Venus de Boticelli y su broche - Venus y Marte - Joyas Historicas en Vintage By Lopez-Linares

La obra  es un símbolo de armonía y felicidad, podrías pasar horas mirándolo. Creo que todos quedamos un poco hipnotizados por la belleza de sus figuras y lo bucólico de la escena.

Por último os dejo el link a esta preciosa joya:

Joyas Venus y Marte

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Bibliografia:

Youtube

Desdeelotroladodelcuadro.blogspot.com.es