En el post de hoy queremos hablaros de una tiara en concreto. Se trata de la espectacular tiara de la Reina Victoria de Inglaterra. Para ponernos en situación, primero hablaremos un poco de como Victoria se convirtió en Reina, su matrimonio con el Rey Albert, su familia y sus joyas.
La Reina Victoria.
En el Palacio de Kensington a las 6 de la mañana del 20 de junio de 1837, el arzobispo de Canterbury y Lord Chamberlain saludaron a una niña de 18 años con cabello largo y suelto, en pantuflas, y le dijeron que ella ahora era la Reina. El Rey Guillermo IV había muerto esa mañana y su sobrina, la princesa Victoria, lo sucedió. «Me levanté de la cama y entré en mi sala de estar (solo con mi bata) y sola, y los vi. Lord Conyngham (el lord Chambelán) me informó entonces que mi pobre tío, el Rey, ya no estaba entre nosotros, que había fallecido a las 2 menos 12 de esa misma mañana. Y, en consecuencia me he convertido en la Reina»
La probabilidad de que Victoria accediera al trono había sido generalmente reconocida durante algún tiempo. Ella, por tanto, no era ajena a la formalidad de la corte y al esplendor que le servía para refrendar el cargo de soberana. Era perfectamente consciente del papel que debían desempeñar las joyas en su papel de Reina. Y, afortunadamente, también lo era el príncipe Alberto, con quien se casaría en 1840.
El matrimonio entre Victoria y Albert.
El matrimonio de la Reina Victoria con el Príncipe Albert en la Capilla Real el 10 de febrero de 1840 fue el comienzo de una apasionada historia de amor. El día después de la boda, la Reina Victoria escribió a su tío, el Rey Leopoldo de los belgas: «Yo no creo que sea posible que nadie sea más feliz o tan feliz como yo. Él es un ángel… para mirar esos queridos ojos, y esa cara soleada, es suficiente para hacerme adorarlo».
Las joyas y tiaras de la Reina.
Como tantos de sus descendientes en toda Europa, la Reina Victoria reconoció en una etapa muy temprana que una tiara que usaba una dama de sangre real se percibía como una especie de corona no oficial. Incluso antes de casarse, la Reina Victoria usó una tiara de rayos de sol de diamantes cuando hizo la primera visita de su reinado al Covent Garden Theatre, el 17 de noviembre de 1837. La Reina era verdaderamente consciente de la necesidad de usar joyas, y tanto ella como el príncipe Albert eran unos entusiastas de la joyería.
La Reina Victoria optó por llevar tiaras en ocasiones que hoy nos parecen algo inapropiadas. Incluidos los bautizos de sus hijos. Victoria anotó en su diario en 1843 que Albert “tiene mucho gusto y organiza todo lo que tiene que ver con sus joyas”. Justo al año siguiente la pareja real centró su atención en un juego de esmeraldas que fue suministrado, al menos en parte, por Kitching. En 1845, la misma firma produjo una tiara de esmeraldas y diamantes que costaron 1.150 libras. La Reina escribió en su diario el 25 de abril: «Estaba tomando el café antes de la cena, con una hermosa diadema de diamantes y esmeraldas diseñada por mi amado Alberto»
La tiara de esmeraldas y diamantes.
La espléndida diadema de esmeraldas y diamantes diseñada por el Príncipe Alberto para la Reina Victoria y realizada por Joseph Kitching costó, como decíamos antes, 1.150 libras en 1845. El año anterior a que se pintara el retrato familiar de Winterhalter, del que hablaremos un poco más adelante.
Nos pareció muy curioso averiguar que una fotografía de esta joya aparece en los libros de registro de Cartier a principios del siglo XX. No se sabe por qué se envió a Cartier, pero se dice que pudo ser que un propietario posterior a la Reina la llevará a acortar. Así haría que usarla fuera un poquito más fácil.
A día de hoy, la tiara sobrevive intacta en manos de un descendiente de la Reina Victoria, quien se la prestó a Wartski para la exposición de 1997.
La familia Real.
Por último, queremos mencionar este cuadro de la Familia Real, pintado por Franz Xaver Winterhalter en 1846. En él, aparecen la Reina Victoria y el príncipe Alberto acompañados por el príncipe de Gales, el príncipe Alfred, Victoria, la Princesa Real, la princesa Alice y la princesa pequeña Helena. La Reina luce la diadema de esmeraldas y diamantes de la que hablábamos, junto con un pendiente y un broche a juego.
Además, esta preciosa tiara fue utilizada por otros miembros de la Familia Real. Aquí podemos ver a la nieta de la reina Victoria, la princesa Victoria de Hesse luciendo la tiara de esmeraldas y diamantes. Parece que la tomó prestada de la Reina para una ocasión especial. Posiblemente un baile de disfraces para celebrar la boda del Príncipe Leopoldo, duque de Albany, que tuvo lugar el 27 de abril de 1882.
Vintage by Lopez-Linares.
Que os ha parecido esta tiara? A nosotras nos ha encantado. Es una pieza espectacular, con un diseño maravilloso. Ya sabéis que nosotras hacemos reproducciones de tiaras antiguas y ver esta nos ha inspirado muchísimo para futuras reproducciones. Os dejamos el link a nuestras tiaras por si queréis ver la reproducción de la Tiara de Grace Kelly o de Liz Taylor, entre otras.