La Exibición Erótica de la Muerte de Cleopatra

Cuando Cleopatra conoció a Julio César en el 48 a. C., tan sólo era una joven de 20 años, frente a los 52 años del experto e inteligente general romano. A su muerte, en el 30 a. C., era invocada por los romanos como “regina meretrix”. En tan sólo 18 años, una sola mujer se granjeó el sobrenombre de “male nostrum” por parte del imperio más poderoso de la tierra, un enemigo común, alguien a quien destruir. Sin embargo, como una curiosa paradoja, la muerte de Cleopatra fue su última gran victoria.

A la muerte de Julio César, quedó establecido el segundo triunvirato. Tanto Octavio como Marco Antonio, en su lucha por controlar el imperio romano, diseñaron agresivas campañas de propaganda política. Octavio se presentaba como el garante de las buenas tradiciones romanas y, pese a que sería el primer emperador, como el defensor de la república que aborrecía la monarquía, que consideraba propia de bárbaros. En contra, para atacar a Marco Antonio, utilizó su relación con Cleopatra.

El general romano tan sólo era un gran hombre que había tenido la mala suerte de caer en las garras de una pérfida mujer que lo estaba manipulando. Esta reina, encarnaba todo lo malo que podía amenazar la unidad de Roma: era extranjera, representaba el poder monárquico y cometía la terrible falta de tener la suficiente independencia sexual como para elegir a sus amantes y tener sexo a su antojo. Todo valía para conseguir gobernar sobre la casi totalidad del mundo conocido, y el precio parecía pequeño: la reputación de una mujer. Esta es la imagen que fue recogida para la posteridad, y que ha sido copiada tanto en pintura como en literatura.

Guido Cagnacci 1658

 La imagen creada a través de estas campañas traspaso el tiempo, e influyó de manera decisiva en la representación de uno de los pasajes más representados de la vida de Cleopatra, el de su muerte. Según las fuentes antiguas, parece ser que un mensaje puso en conocimiento de la reina que en tres días sería conducida junto con sus hijos a Roma. Octavio pretendía llevársela y someterla a la humillación más grande: ser exhibida como trofeo de guerra en una procesión triunfal que se había organizado para celebrar su victoria en la guerra civil.

La gran reina acabaría sus días como prisionera política o ejecutada en un espectáculo público. Después de visitar la tumba de Marco Antonio, tomó un baño y una gran cena. Entregó un mensaje para que se lo diera a Octavio en el que pedía que cómo última voluntad que la enterraran junto a su amado, y se quedó con dos sirvientas, Charmian y Eiras. Octavio, al leer el mensaje, se dio cuenta de lo que iba a pasar. Mandó a toda prisa a los soldados, que empujaron a los ignorantes guardias que custodiaban las puertas de la habitación donde ya yacía muerta Cleopatra sobre un diván de oro. Eiras, ya había fallecido a sus pies, mientras que Charmian, a la cual le empezaban a hacer efecto el veneno, intentaba con gran esfuerzo colocarla la corona.

Guido Cagnacci 1662

 Uno de los pintores que quizá de manera más exacta representó ese momento fue Jean-André Rixens en “La muerte de Cleopatra” (1874). La reina y Eiras yacen muertas, mientras que Charmian, que la está colocando la corona, se gira ante el estruendo que arman los romanos al entrar en la habitación por la puerta del fondo a la izquierda. Sin embargo, un detalle no concuerda con lo que parece que fue la realidad y sí con la imagen que nos ha llegado de la reina: está desnuda.

Cleopatra se quitó la vida en el mausoleo de Alejandría y según relatan las fuentes, se hizo vestir con su atuendo de reina. Es decir, murió haciendo una afirmación de su estatus de gobernante de Egipto muy lejano a la imagen erótica que este pintor nos transmitió. Es por tanto del todo imposible, que alguien que lo había dado todo por su reino se despojara de su dignidad imperial y se desnudase ex profeso para suicidarse. Este tipo de imágenes son tan sólo una manipulación hecha a posteriori en la que el tema de la muerte de Cleopatra se usa como excusa para pintar un desnudo

 Si Rixens dentro de la moda del siglo XIX de exaltar lo oriental se había mostrado algo comedido, la pintura de los siglos XVI y XVII hizo caso omiso a la narración de la historia completa y centró su historia en ver a una Cleopatra bajo ese prisma erótico. Un ejemplo clave es “Cleopatra” de Guido Reni (c.a. 1630). La reina mira hacia arriba, y ha dejado un pecho al descubierto, hacia cuyo pezón se dirige la serpiente, causa supuesta de su muerte. La idea de ese cambio de dirección de la picadura de la serpiente para dirigirse a sus senos también comenzó en época romana. Los poetas de la era de Augusto, que siguieron escribiendo sobre Cleopatra, fueron incorporando nuevos detalles de su invención. Así Horacio nos decía que “con entereza coge las sierpes, y al pecho aplica las sucias bocas que la envenenan” (Oda XXXVII). La leyenda, aún muerta, seguía creciendo.

Guido Reni

 Plutarco (46-120) nos cuenta cómo Cleopatra ya había experimentado con distintos venenos en el invierno del 31 al 30 a. C. Su intención era probar el dolor que causaban en presos de causas capitales, dándose cuenta de que sólo la picadura de áspid provocaba una muerte sin convulsiones ni sollozos, como una especie de sopor dulce. Esa idea de reina cruel, impasible, que observa sin inmutarse como los presos mueren a expensas de sus terribles ensayos para su futura muerte, fue pintada por Alexandre Cabanel en “Cleopatra probando venenos con los prisioneros condenados” (1887).

 A pesar de esos relatos, la investigación actual duda que fuera un áspid introducido en una cesta de higos o tinaja, lo que produjera la muerte de Cleopatra. Es lo que aparece representado en la pintura de Rixens, a los pies del lecho de Cleopatra. Y no es algo en absoluto novedoso: el mismo Plutarco ya dijo que “nadie sabe la verdad de lo que pasó. Porque se dijo también que había llevado consigo veneno en una navaja hueca, y la navaja escondida en el cabello” (Antonio 86). En todo caso, se terminó dando por buena esta causa por dos marcas en el brazo que se le encontraron. Sin embargo, en la pintura de Guido Reni, nosotros prácticamente sólo podemos saber que estamos ante la muerte de Cleopatra por el áspid, al que se le ha añadido la marcada connotación erótica de que le va a picar el pezón, y no el brazo.

Jean-André Rixens

 A pesar de que hoy se contemple la posibilidad de que Octavio interviniera en su muerte, parece que oficialmente intentó mantenerla con vida. Solicitó la ayuda de unos psylli, famosos por su habilidad en curar chupando el veneno, pero era demasiado tarde. Sus antiguos biógrafos, insisten en la bondad del emperador al querer salvarle la vida, pero parece más que fue por el interés de poder exhibirla en ese famoso triunfo. De hecho en el mismo, que finalmente se celebró, se sustituyó a la Cleopatra de carne y hueso por una efigie de cera con un áspid en el brazo.

 Ese tipo de representación, de Cleopatra muriendo o agonizando con la serpiente enrollada en el brazo, fue muy popular, pero siempre insistiendo en la desnudez de la reina. Guido Cagnacci la representó así en diferentes variantes. Su “Cleopatra” de 1658 está sentada, con la corona puesta, desnuda de cintura para arriba, la serpiente enrollada en la mano derecha y ya muerta. Sus esclavas, un número excesivamente numeroso, la rodean entre sorpresa y lágrimas. En cambio, en su versión de 1662, se baja explícitamente el vestido con la mano izquierda dejando el pecho al descubierto, para dirigir el áspid que se enrolla en su mano derecha para que le pique en él. Guido Cagnacci dedicó parte de su actividad a la pintura de salón privado, que incluía desnudos de cintura para arriba de personalidades como Cleopatra, Lucrecia o María Magdalena. Son representaciones erotizadas, pero la diferencia con Cleopatra, imagen que repitió hasta la saciedad, es que no es una imagen o una muerte virtuosa.

Lucrecia prefirió la muerte al deshonor de haber perdido su castidad y María Magdalena es una arrepentida. Cleopatra no sólo no es una mujer casta, lo que le garantizaba mayor éxito en una fórmula que repitió hasta la saciedad, sino que además es la única que toma una decisión propia, por sí misma, y no en función de un hombre. La convirtieron así en un mero pedazo de carne para el placer solitario del hombre. Efectivamente, este tipo de representaciones se convirtieron en una imagen erótica de salón muy codiciada entre algunos seres del sexo masculino para los que su erotismo era un plus de excitación.

 Cleopatra fue una pieza clave para que Octavio, gran estratega y mejor diseñador de su imagen, para conseguir el poder. Se sirvió de la manipulación de la figura de la reina para hacerlo. Sabía que era mejor ser recordado por luchar contra extranjeros metidos en excesos que no contra sus propios ciudadanos, que era a fin de cuentas lo que estaba haciendo en una guerra civil. Cleopatra encarnaba todo lo opuesto a la mujer casta romana: se acostaba con sus hermanos, tenía hijos bastardos y convertía en amantes a romanos respetables.

Así, Cleopatra fue despojada de cualquier significado político, cuando los datos que nos llegan son precisamente un esfuerzo de afianzar su figura como reina. Su muerte, único acto reconocido por los romanos como de gran calidad moral, fue un acto gobierno. Fue su última gran victoria, con la que quitó a Octavio el triunfo final. Nada tuvo que ver con las representaciones totalmente erotizadas que nos han llegado. Murió como una reina, vestida como tal, muy lejos del icono que tanto Octavio como la pintura han intentado transmitirnos, y que tan distorsionada tenemos a día de hoy. Es una imagen afamada y en absoluto denostada, lejos de los anhelos iniciales propagandísticos romanos que con tanto interés intentaron trasmitirnos.

Artículo escrito por Ana Valtierra, Doctora en Historia del Arte especializada en mundo antiguo. Podéis seguir el trabajo de Ana a través de su página de facebook: Ana Valtierra

Este artículo es una versión del publicado por Ana en la Revista Adiós Cultural, de la que es colaboradora habitual. Podéis ver todos los número publicados en Revista Adios

El jardín del Ángel

Una floristería que no solo ofrece flores. Un recoleto y  elegante rincón en el casco antiguo de Madrid, con una historia detrás que merece ser escuchada en boca de sus dueños.

Un paseo matutino por el Barrio de las Letras en una mañana de domingo, me llevó a descubrir este inesperado lugar que anteriormente me había pasado casi desapercibido.

La historia se remonta demasiado atrás en el tiempo. Hace ya tres siglos, este pequeño rincón era el cementerio de la iglesia de San Sebastián. El camposanto existió hasta bien entrado el S.XIX. Fue en 1889 cuando la familia Martín, propietaria del solar, decidió arrendarlo a la parroquia para poner un vivero. Desde entonces, hasta hoy, muchas historias podrían contarnos las paredes de cristal de su coqueto invernadero.

Mencionada por Galdós en su novela «Misericordia», conserva la intimidad del antiguo camposanto y la esencia de su enorme pasado. Nunca cerró sus puertas, incluso durante los años de la guerra la floristería permaneció con sus puertas abiertas.

Hoy es un lugar de ensueño, un jardín cargado de encanto en el que no solo poder adquirir flores y disfrutar de su arquitectura. Es un pequeño remanso de paz, verdor y estilo en el corazón de uno de los barrios más ilustrados de la ciudad.

Jardin del angel

El jardín del Ángel

C/ Huertas 2

Madrid 28012

www.jardindelangel.es

 

 

Una novia de los años 50

Estrenamos escaparate. Y como estamos en la época preferida para la mayoría de las parejas para celebrar su matrimonio, hemos decidido darle un aire de boda vintage, de boda con un aire retro años 50, a nuestro escaparate estrella.

Ha sido gracias a la generosidad de una gran amiga de la familia, Paula Vallejo Rey del Castillo, Sra. de Esteban, que podamos presumir de tener uno de los trajes de novia más exquisitos de los años 50 en nuestra tienda. La pedimos el favor de sacar a la luz no solo su traje, sino todos los recuerdos que conlleva rescatar una prenda así del armario. Y ella, por el cariño que nos tiene, hizo el esfuerzo que creo ha merecido la pena. Una prenda de alta costura de esta categoría merece estar a la vista de todos, y no guardada en un oscuro armario en una buhardilla.

¿No os parece?

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La pieza se confeccionó en el año 1957, con encaje de chantilly y tul de seda, en el taller de Purificación Sepúlveda en la C/ Tirso de Molina de Madrid. Lo que más llama la atención es su espectacular cola de casi dos metros, toda montada con volantes de encaje de chantilly y tul, unos sobre otros, que hacen de ella una pieza tan espectacular en su movimiento, caída y tamaño que casi no nos cabe en el escaparate.

La verdad es que me ha costado hacer las fotos, porque materialmente no cabíamos la cámara, el traje y yo en el escaparate de la tienda, que no es que sea pequeño, es que el vestido es espectacular.

Si te animas a pasar a verlo en persona, ya sabes que nos encuentras todos los días de 11.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00 en la C/ Claudio Coello, 60 de Madrid, y que nos encantará enseñarte esta pieza de museo personalmente.

Si tú también tienes un traje antiguo que te gustaría poder presentar en sociedad, no dudes en contactar con nosotras. Estaremos encantadas de lucirlo en la tienda, si participas de nuestra idea.

¡Os esperamos!

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Diccionario Vintage: Con la «H»: Huevo de Pascua

Joya de vitrina o exposición que fabricó principalmente el joyero ruso Carl Fabergé. Los huevos estaban hechos de oro, esmalte y piedras preciosas.

Se realizaron 69 Huevos de Pascua entre los años 1885 a 1917, 61 de ellos se conservan.

Para la Pascua de 1883, el zar Alejandro III le encargó al orfebre Peter Carl Fabergé la construcción de un huevo para regalarle a su mujer, la zarina María. El regalo consistió en un huevo con cáscara de platino que contenía dentro uno más pequeño de oro. Al abrirse este último, se encontraba una gallina de oro en miniatura que tenía sobre su cabeza una réplica de la corona imperial rusa. Este particular Huevo de Pascua le gustó tanto a la emperatriz que el zar le ordenó a Fabergé que realizara uno nuevo para cada Pascua.

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Once fueron en total los huevos que Alejandro III le regaló a su mujer. Luego, su hijo Nicolás II continuó con esta tradición y mandó realizar otros para regalarles a su mujer y a su madre. Los 57 huevos que confeccionó la casa Fabergé tenían en su interior algún obsequio, réplica en miniatura de una de las pertenencias de los zares.

Recientemente un huevo fabricado por Fabergé para la familia de banqueros Rothschild, alcanzó en una subasta de la  casa Christie’s de Londres. el precio récord de 18 millones de dólares.

Pero la más sorprendente de las noticias sobre este tema es la de un chatarrero americano que compro sin saberlo uno de dichos huevos una joya labrada en oro y decorada con diamantes y zafiros fue creada por el joyero como regalo del zar Alejandro III para la zarina Maria Feodorovna en 1887. El chatarrero la adquirió en un mercadillo con la intención de vender el oro al peso, hecho que por fortuna no realizó ya que no le pagaban más de lo que había él pagado por ella.

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Pasados los años, y gracias a internet dio con el origen de la pieza en cuestión y viajo a Londres para realizar la venta de la joya por la que ha conseguido la increíble cantidad de 20 millones de libras ( 23,8 millones de euros aproximadamente).

Os dejo el link a la noticia completa porque es increíble.

Nosotras en la tienda tenemos replicas en miniatura de estas joyas y la verdad que es una de las piezas que más admiradores tiene.

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3ª Exposición Joyas Históricas

Celebramos nuestra tercera edición de “Exposición de Réplicas de Joyas Históricas”. Tras el éxito de las dos ediciones anteriores, y ante el inminente estreno de la película “Grace of Mónaco”, hemos decidido hacer una edición especial de nuestro famoso evento.

Inauguraremos el día martes 20 de mayo a las a las 12:00, y contaremos con la presencia de María Romero de Cuenca que nos dará una charla sobre historia y joyería.

Como primicia, y para todas aquellas personas que se decidan a acercarse ese día hasta nuestro espacio, tendremos la presentación de la nueva colección “Gracia”. La colección, basada en las joyas que recibiera la Princesa Grace Kelly con motivo de su boda, fue un encargo muy especial realizado por el Príncipe Rainiero que la princesa recibiría el día de su boda civil. El conjunto está compuesto por un collar de perlas con doble broche en clip, una pulsera y unos pendientes.

¡Pero no nos hemos quedado aquí! Hemos ido aún más lejos y hemos realizado una preciosa tiara, inspirada en la preferida de Grace de Mónaco, al menos la que lució en más ocasiones, casi siempre peinada por el famoso peluquero Alexandre.

Una joya realizada en plata con circonitas. La pieza original constaba de 214 diamantes talla brillante y 45 diamantes en talla baguette, sería lucida por la princesa en numerosas ocasiones, entre ellas la gala previa a la boda en Atenas de los Reyes de España don Juan Carlos y doña Sofía, y en la gala previa a la boda de la infanta Pilar con Luis Gómez-Acebo en 1967.

En la exposición, igualmente, contaremos con numerosos complementos de la época, que bien podría haber lucido la propia Princesa: bolsos, guantes, pendientes, …

El día 20 de mayo será una fecha muy especial, permaneciendo abierta nuestra tienda en horario continuado de 11.00 a 20.30. Ese día podremos tomar un Oporto juntos y charlar disfrutando de todas estas piezas tan icónicas.

Os dejo el link a la invitación al evento aquí: INVITACIÓN EXPOSICIÓN JOYAS HISTÓRICAS.

  • La exposición permanecerá abierta  hasta el 30 de junio, en horario de comercio, de lunes a viernes de 11.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00.
  • En Vintage By López-Linares. C/ Claudio Coelllo, 60 Madrid 28001.

También podrás seguir todas las novedades desde nuestro Facebook y en Twitter con el hastagh #joyashistoricas.

¡Nos encantará recibiros ese día o los siguientes!

Esperamos veros a todos.

Maria y Ana López-Linares

 

 

Mazer & Company Inc.

A muy principios del S.XX los hermanos Mazer, Joseph y Louis, inician un negocio de joyería en Philadelphia, concretamente corría el año de 1917. A los pocos años se trasladaron a Nueva York, abriendo allí una joyería que pronto cambiarían  de nombre por el de Mazer&Company Inc.

Desde un principio contaron con Marcel Boucher como diseñador de la compañía, pero a mediados de los años 30 Marcel les abandonó para  fundar su propia empresa.

Mazer&Company Inc realizó piezas de joyería de alta calidad usando  cristales de Swarovski, situándose en el mercado con piezas de precio medio, si bien hoy en día sus piezas son bastante cotizadas por los coleccionistas.

En 1946 los hermanos se separaron: Joseph Mazer fundó Joseph J. Mazer and Company (más conocida como JOMAZ), manteniendo Louis Mazer la compañía original hasta 1951, año en que cerró definitivamente sus actividades.

Joseph Mazer realizó los  primeros trabajos de Jomaz sobre una base de metal plateado o rodiado, pero fueron las piezas bañadas en oro su distintivo en los años 60.

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El broche que os traigo hoy de muestra es una de esas piezas de los años 60 bañada en oro. Es una de las piezas que se pudo disfrutar en la exposición de bisutería de firma que preparamos el año pasado en nuestro espacio de Claudio Coello, 60.

Las primeras piezas de Mazer&Company Inc. están marcadas «Mazer Bros». Las últimas piezas de Joseph J. Mazer and Company tienen la marca «Mazer», «Joseph Mazer» o «Jomaz».

Jomaz contó con varios diseñadores a lo largo de su corta trayectoria:

Andre Fleurida, Thierry Muglero o Sandra Miller fueron algunos de sus artesanos.

En 1948 un anuncio de la prestigiosa revista «Harper´s Bazaar» rezaba este anuncio sobre la marca:

The precious look in fashion jewelry.

La compañía Jomaz cerró sus puertas en 1981.

Palacio de Santoña

En la Calle Huertas número 13 se yergue imponente el Señorial Palacio de Santoña. Hoy día alberga a la Fundación de la Cámara de Comercio, pero no siempre desempeñó esta función.

Ya en el siglo XVI existió en este terreno un Palacio, ocupado en 1593 por el “príncipe negro” Muley Xeque, bautizado después como Felipe de África;  pero era poco más o menos un caserón cuando lo adquirió en 1731 el Marqués de Goyeneche, banquero de Felipe V e Isabel de Farnesio, y que escogió para su remodelación a Pedro de Ribera, artífice del edificio imponente de ladrillo y piedra blanca de Colmenar de Oreja que admiramos actualmente.

El Palacio de Santoña conoció su esplendor bajo el duque del mismo nombre, que era, a la sazón Don Juan Manuel Manzanedo y González, indiano de familia humilde que amasó una fortuna en Cuba, y para quien Alfonso XII creó el título, debido a su gran habilidad en las finanzas, y a su contribución en las mejoras de Madrid.

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El duque residía en Cuba con su hija Josefa, nacida de su relación con Luisa Intentes Serra con quien no llegó a casarse. Una vez se vio sólo allí por el traslado de su hija a París y habiendo conocido a María del Carmen Hernández y Espinosa de los Monteros, con quien contrae matrimonio, vuelve a España, y, tras residir en Cádiz llega a Madrid, donde adquiere como regalo para su esposa el Palacio de los Goyeneche. A partir de ese momento se convierte en el epicentro de la vida social de la aristocracia decimonónica madrileña, lo adaptaron a los gustos de la época, decoración exótica con influencias orientales, Salón de Fiestas, Salón Pompeyano y su famosa rotonda. Esto se debió, entre otras cosas a la dedicación de la duquesa, a la que llamaban familiarmente la “Señá Mariquita Hernández”

La duquesa de Santoña fue mujer piadosa. Hondamente conmovida por la situación de la medicina infantil, impulsó la construcción del Hospital del Niño Jesús; a tal efecto fue la encargada de organizar una rifa con intención de recaudar fondos, denominándola Rifa Nacional del Niño, lo que se sitúa como el primer paso que se dio para el actual sorteo de la Lotería del Niño

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Al morir, el  duque, su hija, heredera de la mayor parte de la inmensa fortuna de su padre, tasada en más de 2000 millones de reales de la época, entabla una larga batalla judicial en la que consigue despojar a su madrastra de los bienes que había recibido, incluido el palacio, con lo que la duquesa viuda queda en la más absoluta indigencia, acogida a la caridad hasta su muerte, el 14 de octubre de 1894. Una lástima, conociendo su carácter afable y piadoso.

La propiedad pasó entonces a José Canalejas, político del partido Liberal, que lo habitó hasta el día de su muerte, el 12 de noviembre de 1912. Su viuda continuó ocupando el palacio hasta su muerte, momento en que pasó a uno de sus sobrinos, que a su vez vendió la propiedad el 6 de junio de 1933 a la Cámara de Comercio e Industria de Madrid, su actual propietaria.

Artículo escrito por María Romero de Cuenca, historiadora del arte, guía cultural y museóloga. Podéis seguir el trabajo de María en sus dos blogs: Arte al Instante y Artendencias.

Ella es nuestra «Vintage Blogger» de marzo y desde aquí la damos las gracias por su colaboración.

Diccionario Vintage: Con la «D» Diadema

Según la leyenda, fue el griego Dionysus quien inventó la ornamenta para la cabeza llamada hoy diadema. Realmente, la palabra diadema viene de griego ‘diadein’ (unirse en torno a).

Ya antes de la evolución de la metalurgia algunas civilizaciones antiguas, como los etruscos y los escitas, hacían guirnaldas y coronas de flores y hojas para adornar sus cabezas.

Según los artesanos, fueron desarrollando sus habilidades y técnicas, se cambiaron las temporales ornamentas florales por diademas más trabajadas y duraderas. Manteniendo esas flores en muchos casos su significado ancestral.

Nosotras distinguimos tiara de diadema, aunque sus orígenes son los mismos. Una diadema es un aro abierto que queda más pegado a la cabeza, e incluso se usa para sujetar el pelo hacía detrás. La tiara levanta, según su tamaño, y luce más en la parte delantera de la cabeza.

Aunque hay conocimiento de que en ocasiones especiales algunos hombres llevaban diademas de oro, este tipo de joya es mucho más usual en mujeres.

Actualmente podemos encontrar diademas de pasta, metal, oro o plata. Las diademas de pasta suelen utilizarse como tocado adornadas con plumas, fieltros o encajes de distintos colores. Las diademas joya, realizadas en oro o plata con piedras preciosas o semipreciosas, se utilizan en grandes ocasiones y enlaces.

Las diademas que ilustran esta entrada están realizadas en plata con circonitas, esmalte y perlas de agua dulce, tipo alfojar.

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El tesoro perdido de Londres: The Cheapside Hoard

¡Menuda exposición tenemos en Londres hasta el 27 de Abril! Una de esas que daría lo que fuera por poder visitar. Pero me parece que me voy a tener que conformar con ver los vídeos que he encontrado por Internet.

Yo os lo cuento todo por si alguno tiene la oportunidad de acercarse y no había oído hablar de esta apasionante historia.

En 1912 un obrero encontró por pura casualidad en un sótano de una casa londinense  una caja repleta de joyas. Vamos, lo que viene siendo que se encontró un tesoro. Casi como si de un sueño se tratara, en total más de 400 piezas, ¿No es increíble? No puedo ni imaginarme la cara que se le debió quedar cuando abriera el cofrecillo y se encontrara con una colección de piezas de la época Isabelina y Jacobina.

Había gemas de todo tipo y lugar: esmeraldas de Colombia, topacios y amazonitas de Brasil, espinelas de Sri Lanka, rubíes de la India, lapislázuli de Afganistán, turquesas persas, peridotos del mar rojo, ópalos, granates, amatistas de Bohemia y Hungría y perlas de Bahrain. ¡¡Madre mía¡¡, un sinfín de piedras impresionantes.

Cuatro piezas sobresalían en particular del resto:

  • Una esmeralda de Colombia con el tamaño de una manzana, que se había vaciado por dentro para alojar un reloj suizo del año 1600.
  • Un camafeo Bizantino y otro de la época de Isabel I.
  • Un impresionante loro de esmeraldas.

Parece ser que la colección perteneció en un principio al primer Vizconde Stafford, que fue enterrado allí entre noviembre de 1640 y el Gran Incendio de Londres en septiembre de 1666, y que la caja pasó a manos de alguna joyería que la escondió en un sótano durante la Guerra Civil.

La colección se puede ver completa en el Museum of London hasta el 27 de abril. Yo, si alguien se anima a verla, por favor, que luego me llame o me escriba y me cuente lo que le ha parecido. De momento me quedo con la información que he encontrado en Youtube sobre la exposición y la comparto con vosotros.

 

Todas las imágenes pertenecen a Museum of London 

 

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Un horno de panadería funcionando desde el S.XIII

El Forn de la Vila de Forcall. Un horno de panadería desde el siglo XIII

La segunda sorpresa que me deparaba mi matutino paseo por Forcall era el descubrimiento del horno de pan en funcionamiento más antiguo de Europa.

En una estrecha callejuela, muy cerquita de la plaza, vi una fachada sobre la que lucía una placa informativa, que fue lo primero que fotografíe: “Forn de la Vila”. Esta panadería ha venido realizando sus panes y dulces de manera artesanal desde 1246… Me pareció algo admirable y sorprendente.

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Sin pensarlo dos veces, a los dos segundos me encontraba dentro charlando con Margarita, que muy sonriente me contó cómo no hace muchos años Sanidad les obligó a separar el horno del despacho de pan, que durante siglos habían compartido espacio, decidiendo en ese momento colocar una gran vidriera que permitiera al visitante seguir disfrutando de la vista de los viejos hornos, de las mesas de elaboración y de las bandejas llenas de dulces y panes listos para hornear.

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Al otro lado de la vidriera, el pequeño despacho plagado de exquisitos dulces típicos de la zona, de los que no había oído hablar nunca.

Los “Almendrados”: pequeños pastelitos de color rosado de merengue, azúcar y almendra. Tan solo unos minutos antes había fotografiado a Margarita metiendo en su antiguo horno una de sus bandejas repletas de este dulce. Me recomendó que volviera a la tarde para probarlos ya fríos, pero al final, entre unas cosas y otras, cuando quise volver Margarita ya había cerrado y me quedé con las ganas de probarlos.

En una gran vitrina, justo nada más entrar, Margarita expone sus diferente dulces: las “Coquetas”, ella las hace de confitura de calabaza; los “Rolletes”: pequeñas rosquillas con un poquito de aguardiente, que le dan un sabor muy especial; los “Carquiñols”: pequeñas porciones de panecillo de almendra muy tostadito, es un dulce que me cuenta Margarita se conserva muy bien durante bastante tiempo. Detrás, su variedad de panes tradicionales: candeal, de leña y el típico pan de bollo de la zona realizado con 1 kg. de masa y aceite.

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Salí de allí como enloquecida con tanto dulce y contenta por haber descubierto este pequeño paraíso de la repostería de la Comarca del Maestrazgo, que lleva elaborando productos artesanales desde 1246… Ocho siglos, que se dice pronto.

Margarita fue muy amable, no solamente dejándome hacer alguna foto dentro del horno sino que posó complacida para mí con una enorme sonrisa.

Las fotos no son de una gran calidad, ya que el horno no disponía de mucha luz y no quise disparar con el flash. Dentro de mis conocimientos y recursos hice lo que pude.

Si alguna vez pasáis por la Comarca del Maestrazgo no dudéis en pasaros por Forcall y hacerle una visita a Margarita y a su despacho de dulces y pan. Merece la pena. Es como un pequeño museo del pan y una joya de horno de panadería, inalterable desde el siglo XIII, que me deparó una de las grandes sorpresas de esta viaje.

Forn de la Vila

C/ El Forn, 4

Forcall (Castelló)

964171020