Este mes os traigo una idea Vintage muy de moda en esta temporada, que nos demuestra que todo vuelve y que los grandes modistos encuentran su máxima inspiración en el pasado.
El vulgarmente conocido como “collar de perro” o “choker”, una gargantilla pegada al cuello que los grandes modistos han presentado en muchos de los desfiles de esta última temporada, tiene su inspiración en la moda francesa del S.XVIII.
Hay muchas anécdotas y leyendas que rodean la aparición de este favorecedor complemento. He leído que las mujeres francesas se colocaban una pequeña cinta roja, algunas veces haciendo forma de cruz en el cuello, en recuerdo de sus familiares y amigos muertos en la guillotina. También fue costumbre que las prostitutas llevaran una pequeña cinta de terciopelo negra al cuello, para distinguirlas de las mujeres de buena vida.
Lo que es seguro es que la gran Maria Antonieta, todo un icono de la moda de ese siglo, ya las lucía en algunos de sus más famosos retratos.
Terminado el S.XVIII, las mujeres de la época Victoriana comienzan a usarlas como símbolo de riqueza, adornando estas cintas con llamativos broches de perlas y piedras preciosas.
Yo hoy os traigo parte de la colección de collares de encaje que tenemos este invierno en la tienda. Muchos de ellos llevan pequeños camafeos, muy de moda en la estética victoriana, desde que la siempre elegante Reina Victoria recuperara esta tradición y comenzara a lucirlos en muchas de sus joyas.
Aunque las novias no suelen lucir collares y yo, la verdad, no soy muy partidaria de ellos para el vestido de boda, sí son un complemento perfecto para las invitadas.
A mí me gusta mezclarlos mucho con prendas menos vestidas para darle un toque un poco más informal.
¿Soléis usar collares en las bodas?
¿Qué os parecería llevar uno de estos de encaje?
Os dejo el link a la web con parte de nustra colección de collares de encaje