Esta enigmática mujer pintada por Massot en 1823, fue toda una belleza de su época y llegó a convertirse en toda una celebridad en ambos lados del Atlántico. Su precioso y ligero vestido amarillo de corte imperio, nos remonta al más puro estilo Imperio. Choca la sencillez del vestido y las pocas joyas que luce, solo unos pequeños pendientes en forma de lágrima, una pulsera de perlas y una tiara dorada con piedras granates acompañan la belleza de Elizabeth. Una pieza muy de moda entre las damas de la alta sociedad de la época.
Y no podría ser menos, ya que se trata de Elizabeth Patterson, cuñada de Napoleón Bonaparte y madre de su sobrino. Elizabeth, nacida en Baltimore en 1727, era la hija de un rico comerciante, William Patterson. Fue la primera esposa de Jérôme Bonaparte, hermano pequeño del Emperador.
Elizabeth y Jérôme se conocieron en un baile de la alta sociedad de Baltimore. Ella contaba 17 años y él 19. Se enamoraron y quisieron casarse enseguida. Elizabeth para emanciparse de la tutela de su padre y presumir del apellido honorífico de Bonaparte, y Jérôme para poseer a la muchacha más bella y deseada de Baltimore. Pero se encontraron con la oposición tanto del padre de Elizabeth como del propio Napoleón, el cual tenía otros planes de matrimonio para su hermano pequeño. Tras una larga lucha se casaron sin la aprobación de Napoleón.
El vestido de novia de Elizabeth fue famoso y muy polémico por lo “atrevido”. Era de fina muselina bordada, de corte imperio, tras la cual se apreciaba el cuerpo de la novia. Se instalaron a vivir en Baltimore, siendo el centro de atención de toda la ciudad. Ella no dejaba de impactar con sus vestidos y vida social.
En 1804 Elizabeth se queda embarazada, y con motivo de la coronación de Napoleón deciden embarcarse rumbo a Francia, para que Napoleón reconociera a Elizabeth como esposa de Jérôme. Pero Napoleón no deja pisar a la “Señorita Patterson” -como la llamaba- territorio europeo, y el matrimonio ha de separarse. Él va a Italia, a internar convencer a Napoleón, y ella a Inglaterra, donde dará a luz a su hijo. Ya no se verán jamás.
Elizabeth marcha a Baltimore con su hijo, y en 1815 Napoleón consigue el divorcio de la pareja y casa a Jérôme con la hija de Federico I.
Elizabeth nunca se casó de nuevo. Volvió a Inglaterra donde vivió 25 años ejerciendo del título de “madame Bonaparte” y deslumbrando con su belleza. Siempre fue una mujer obsesionada por conservar su juventud. Murió a la edad de 94 años en Baltimore, su tierra natal.
Aunque lo que verdaderamente destaca en este retrato es la cara y la belleza de esta dama, a mí, como siempre, los ojos se me fueron a la preciosa tiara que luce para esta ocasión.
Bibliografia:
http://www.mdhs.org/betsy-bonaparte/
Wikipedia.
Imágenes: