Si eres de las que alguna vez soñaste con lucir unos pendientes pintados por Tintoretto, las famosas joyas de Desayuno con Diamantes o la tiara de Sissi Emperatriz, este es tu espacio igual que nuestro.
Sextilis es el mes que el emperador romano Octavio Cesar Augusto eligió para que llevara su nombre. El mes originalmente tenía 30 días, pero fue aumentado a 31 para “no ser menos” que Julio.
En su reinado se vivió uno de los periodos más refinados y brillantes de la cultura romana, en el que sobresalieron los grandes poetas Horacio y Virgilio.
Consagrado igualmente a la diosa Diana, hay varios acontecimientos que han influido en los objetos que he seleccionado en esta ocasión. El día 12 estaba consagrado a Hércules y en ese día se sacrificaba un toro en su honor, pudiendo ser el origen de todas las tradiciones de tauromaquia que aparecieron posteriormente.
El día 13, que estaba considerado el más caluroso del año, se celebraba un ritual en honor a la diosa Diana portándose al bosque guirnaldas de flores y una gran antorcha. Siguiendo con este ritual el día 15 se purificaba con agua y se realizaba un gran banquete con vino, tortas húmedas y fruta.
El día 19 se hacía un ritual en honor a Júpiter y se celebraba una gran fiesta para proteger las viñas.
Todas estas celebraciones, y la propia vida del emperador, me han servido de inspiración a la hora de componer el bodegón correspondiente al mes de Agosto.
Quiero dar las gracias a Zings por prestarme la escultura de bronce del toro, para la realización de mi fotografía de este mes.
El mes de Julio debe su nombre a Julio Cesar, y en él se ha basado mi trabajo de investigación para este proyecto que ya ha pasado su ecuador.
El mes debe su nombre al insigne romano Cayo Julio Cesar, siendo su sucesor Octavio Cesar Augusto el que decidiera cambiar su nombre hasta entonces, Quintilis, por el de Julio, en honor al líder militar y político romano nacido en dicho mes.
Este ha sido el motivo por lo que este mes mi trabajo se haya basado en la vida y obra de Julio Cesar, y por lo que su pieza central sea un corazón apuñalado de una forma bastante sangrienta. Julio Cesar fue apuñalado 23 veces hasta darle muerte en la misma sede del Senado romano.
Todas las piezas que componen este bodegón tienen algo que ver con su infancia, su vida y su muerte. Un merecido tributo a la persona que dio nombre al mes.
Cada fotografía es única y, como veis, lleva un meticuloso proceso de estudio y elaboración. No me gusta dejar nada al azar.
Me encantará poder contaros de dónde salieron cada uno de los elementos que completan mis bodegones, si es que alguna vez alguien tuviera la curiosidad por saberlo.
Espero que os guste mi particular visión del mes de Julio
Estoy segura de que los que seguís con frecuencia nuestro blog vintage sabréis que Audrey Hepburn es una de nuestras musas más queridas. Entre nuestras joyas más admiradas por quienes os animáis a visitar nuestro espacio vintage en Madrid se encuentra la reproducción del collar de perlas que luciera esta actriz durante el rodaje de “Desayuno con diamantes”. Y no sólo es de nuestras piezas favoritas, sino que también parece ser la vuestra.
Es por esta razón que hoy nos hemos animado a escribir sobre esta preciosa exposición en Londres que mantendrá sus puertas abiertas hasta el 18 de octubre… ¡Aún estás a tiempo de organizar un viajecito de fin de semana a la isla de Shakespeare!
La National Portrait Gallery alberga en esta muestra más de 70 fotografías sobre la vida completa de Audrey, comenzando desde sus primeros años en un coro del teatro West End de Londres, hasta sus últimos días dedicados a la beneficiencia, inclyendo sus viajes a Sudán.
Portadas de las revistas más glamurosas de los 50 y material cinematográfico que nunca llegó a salir a a luz son algunas de las sorpresas que nos depara esta exhibición, además de las imágenes que son inéditas, como por ejemplo las fotografías tomadas por algunos de los fotógrafos más aclamados del siglo XX, como Richard Avedon, Cecil Beaton, Terry O’Neill, Norman Parkinson o Irving Penn.
Especialmente curiosa nos ha parecido la iniciativa de The Gallery, que pone a disposición de los visitantes a su especialista Helen Trompeter, con quien puedes realizar un tour muy especial recorriendo toda la historia de Hepburn, a través de las imágenes y las explicaciones ofrecidas por esta experta en Twitter (visita desde aquí su perfil).
En agosto, la exposición ya consiguió el premio a la Exhibición del mes, un galardón otorgado por la prensa londinense.
La National Portrait Gallery fue fundada en 1856 con el objetivo de recoger y mostrar las colecciones más famosas de retratos de Británicos de reconocimiento mundial. La exhibición de Audrey Hepburn corresponde a su muestra privada y que estará expuesta sólo hasta el 18 de octubre, pero si te decides a visitar la isla y esta exposición, no dudes en ver también la colección permanente con más de 200.000 retratos desde el siglo XVI hasta nuestros días.
«Martis, belli et fertilitatem deum» es el cierre de este mes en el blog. Siempre me gusta cerrar el mes con algo especial, y este año el broche de oro mensual lo va a poner mi proyecto “Bodegones Barrocos o Still Even”
Un proyecto que me está llevando a estudiar a los grandes maestros de la pintura del Barroco y en los que estoy encontrando toda la inspiración.
Marzo es el mes de “Martirius”, el mes de Marte. En Marzo llega la primavera y comenzamos a ver los primeros brotes, las flores resurgen de su letargo y el campo comienza a oler distinto. Pero marzo también es el mes de la guerra y de la fertilidad.
Este mes la base de mi trabajo han sido el rojo y el dorado. El rojo por ser un color que me trae recuerdos de guerra, por ser el color que baña el nacimiento de una nueva vida. Un color que me embriaga, igual que lo hace el olor del narciso, la flor de marzo.
Marte también es el dios que protege los campos y el ganado. De ahí el dorado, un color que me recuerda el trigo, de los campos sembrados y el olor a pan.
Cada fotografía es única y, como veis, lleva un proceso meticuloso de estudio y elaboración. No me gusta dejar nada al azar.
Este mes me ha costado más centrar el tema y dar con lo que buscaba, y también me ha costado dios y ayuda encontrar narcisos en Madrid. Pero al final di con ellos en un pequeño vivero en el centro y pude adquirir la flor que buscaba. Después de una mañana jugando con la luz, nacía “Martis deus belli. Fertilitas”
Iván es madrileño y hace ya 12 años que se dedica profesionalmente al mundo de la fotografía, leer su CV es darte cuenta de la increíble experiencia que lleva a sus espaldas realizando reportajes, tanto en el campo del retrato como de producto y de cómo ha sido capaz de fusionar la fotografía con su otra pasión, la música.
A Iván le he conocido por pura casualidad y gracias a un precioso proyecto solidario que tienen entre manos Carmen Hache y Rosa Martínez. Se trata de un proyecto sin ánimo de lucro que nace en el año 2013. Una iniciativa que desde la fotografía y el arte en general intenta concienciar y ayudar contra los malos tratos. «Mujer mariposa» colabora directamente con la Fundación Ana Bella, una entidad en la cual mujeres supervivientes de malos tratos ayudan a otras. “Mujer mariposa» es un movimiento de mujeres que se crecen ante la adversidad, que se caen y se levantan. Y que despliegan las alas”.
Asistí a la inauguración este año de su exposición y entre todas las obras expuestas los ojos se me fueron en el primer momento a la fotografía de Iván. Luego después de comprarla, para colaborar con esta causa, fue cuando descubrí su trabajo y el porqué de esta fotografía.
Iván sufrió un accidente en bicicleta en Madrid en el año 2014, del que salió vivo de milagro y se ve obligado a parar su actividad durante 4 meses. Tiempo en que se plantea su rumbo en la fotografía. Quiere desarrollar una faceta más personal y no tan profesional en este terreno. Para ello, tras la recuperación, realiza varios cursos para reforzar conocimientos, y coger más confianza y mejorar el criterio sobre su propia obra. Revisando su colección de fotos, se da cuenta de su gusto por las fotografías nocturnas, de viajes y de personas, y es en este momento cuando se plantea salir un poco de la vorágine comercial y pensar en dar a conocer su parte más artística. Dar a conocer su fotografía más personal.
Su primera participación en una exposición ha sido en Mujer Mariposa. Y ahora ya se encuentra súper ilusionado para plantearse reunir más fotografías para realizar alguna otra.
Todas las fotos que acompañan este texto están realizadas por Ivan y pertenecen a su portfolio más personal. Su fotografía para Mujer Mariposa ya estará decorando la nueva pared de mi casa dedicada a la fotografía emergente cuando vosotros estéis leyendo estas líneas. Te deseo mucha suerte y espero poder asistir pronto a esa exposición que imagino ya tendrás entre manos.
Os dejo los links a la obra de Ivan y al proyecto Mujer Mariposa gracias al cual le descubrí.
Otra de esas sorpresas que me alegran la semana y el mes de trabajo. La verdad es que tengo una suerte increíble de tener el trabajo que tengo y encima poder compartirlo con gente tan increíble que ama el arte tanto a más que yo. Amigos que movidos por esa pasión por el arte y las cosas antiguas hacen el esfuerzo de acercarse hasta nuestro espacio solo para conocernos y pasar un ratito con nosotras.
Estoy eternamente agradecida a todos los que hacen este esfuerzo por acercarse hasta nosotras y conocer nuestro espacio.
Hace unas semanas la sorpresa fue mayúscula cuando llamaron al timbre y vi la cara de Mary Wilson por primera vez. Mary es una de esas fotógrafas que sigo desde hace años y a la que admiro profundamente. Su trabajo se centra fundamentalmente en fotografiar a su hija. Son fotografías espontáneas y mágicas en las que su hija, juega, baila y ríe. Imágenes cargadas de felicidad que son un verdaderos placer para la vista. Recuerdos de cada momento vivido con ella que quedarán para siempre congelados en una preciosa imagen.
Sus retratos tiene esa magia que te lleva hasta el alma de la persona retratada, nos acercan a sus sentimientos, y su yo más profundo.
No puedo más que invitaros a pasear por su galería porque es una verdadera delicia. En ella vais a poder ver a su preciosa musa y muchos autorretratos en los que queda reflejado no solo su calidad como fotógrafo sino la enorme imaginación que tiene a la hora de montar escenarios fotográficos.
Mil gracias por la visita Mary, espero que en otro viaje que hagas a Madrid vengas de nuevo a vernos y podamos charlar más despacio sobre tus proyectos futuros.
Todas las imágenes que acompañan este post pertenecen a su galería la cual podéis ver completa en el siguiente link: Galeria de Mary Wilson
Bodegón, también conocido como naturaleza muerta y, más recientemente, como Still Lifes: obra de arte que representa animales, flores y otros objetos, que pueden ser naturales (frutas, comida, plantas, rocas, conchas, …) o hechos por el hombre (utensilios de cocina, de mesa o de casa, antigüedades, libros, joyas, monedas, pipas, …) en un espacio determinado. Esta rama del arte se sirve de la composición, el cromatismo y la iluminación para producir un efecto de serenidad, bienestar y armonía.
Y esto es, justamente, lo que me he propuesto estudiar durante 2015.
Históricamente los bodegones ya adornaban el interior de algunas tumbas del antiguo Egipto. Se creía que los objetos relacionados con la comida y la vida doméstica se harían reales en el más allá. Más tarde ya, Plinio el Viejo nos hablaba de Peiraikos, que pintó tenderetes de zapateros y barberías, asnos, plantas y cosas semejantes, y por esa razón le llamaron el «pintor de los objetos vulgares».
También se han encontrado representaciones decorativas de bodegones en murales de la antigua Roma, en mosaicos de Pompeya y en la villa de Herculano. En esa época existía la tradición de usar cráneos en las pinturas como símbolo de mortalidad y de fugacidad, a menudo acompañada por la frase «Omnia mors aequat» (La muerte iguala a todos).
A partir de 1300, comenzando por Giotto y sus seguidores, la pintura de bodegón revivió en las pinturas de tema religioso en forma de objetos de la vida cotidiana que acompañaban a las figuras protagonistas. Este tipo de representación pictórica fue considerado menor hasta el Renacimiento
Pero no sería hasta la llegada de Leonardo da Vinci cuando los bodegones comenzarían a liberarse de su significado religioso. Leonardo creó estudios a la acuarela como parte de su incansable examen de la naturaleza, y Alberto Durero, también realizó dibujos detallados de la flora y la fauna.
Jacopo de’ Barbari dio un paso más allá con su «Bodegón con perdiz», guanteletes y flechas de ballesta (1504), uno de los primeros bodegones trampantojo firmados y datados con un contenido religioso reducido al mínimo.
El siglo XVI vio una explosión de interés en el mundo natural y la creación de lujosas enciclopedias botánicas, que documentaban los descubrimientos del Nuevo Mundo. Además, comenzaron a popularizarse las colecciones de especies animales y minerales, conchas, insectos, frutas exóticas todo ello sirvió como modelo para los pintores que buscaban realismo y novedad.
Durante el S.XVII destaca la obra de Caravaggio, que fue uno de los primeros artistas que representó naturalezas muertas con conciencia de obra pictórica. Aplicó su influyente forma de naturalismo al bodegón. Su «Cesto con frutas» es uno de los primeros ejemplos de bodegón puro y, a partir de esta época, cuando va a comenzar mi estudio del Bodegón. La decisión de emular este género pictórico e intentar emularlo en fotografía digital me llevaba rondando la cabeza hace meses.
Mi inspiración serán los grandes maestros del bodegón a partir de Caravaggio. Nombres como Frans Snyders, Osias Beert, Clara Peeters, Jacob van Es, Willem Heda y Pieter Claesz, Samuel van Hoogstraten, Cornelis Norbertus Gysbrechts, Georg Flegel, Juan Sánchez Cotán, Zurbarán, Blas de Prado, Mateo Cerezo o Antonio de Pereda, Juan van der Hamen, Juan de Espinosa, Antonio Ponce, Francisco Barrera o Ignacio Arias, Francisco de Burgos Mantilla, relacionado con Velázquez; Pedro de Camprobín y Pedro de Medina, Alejandro Loarte, Juan van der Hamen, Valbuena, Tomás Yepes o Juan Fernández.
Maestros también del bodegón floral como Jan Brueghel el Viejo y Daniel Seghers en Flandes, Mario Nuzzi o Margarita Caffi en Italia y, en España, Pedro de Camprobín, Gabriel de la Corte, Juan de Arellano y su yerno Bartolomé Pérez de la Dehesa me acompañarán durante todo 2015.
Artistas que se inspiraron en los antiguos trampantojos griegos y que voy a estudiar con detalle y minuciosidad para intentar emular su obra con mi Nikon, mi equipo de iluminación y los numerosos objetos antiguos que, a lo largo de todos estos años, hemos ido guardando en casa.
Yo me inspiraré en la pintura de “vanidad”, en las que suntuosos arreglos de fruta y flores se entremezclan con libros, jarras, monedas, joyas, pinturas, instrumentos musicales o científicos. Objetos a su vez acompañados por piezas con significados simbólicos. Así, un cráneo, un reloj de arena o de bolsillo, una vela consumiéndose o un libro con las páginas vueltas, servirán de mensaje. Utilizaré variedades de frutas y flores que se mostrarán no solo frescas y jóvenes sino comenzando a pudrirse o decaer para transmitir decadencia. Recurriré al simbolismo de las flores y de las piedras. Cada mes será único y diferente, pero siempre con el mismo estilo de fondo y con un hilo conductor que dejaré de incógnita, para ver si a final de año sois capaces de descubrirlo.
12 bodegones barrocos, 12 Still Even, o naturaleza tranquila como la llamaban en el S.XVII en los Países Bajos. Me quedo con este nombre mejor que con el de naturaleza muerta. Me sugiere mucho más y se identifica mejor con los que voy buscando.
Tardes de estudio, de lectura sosegada y de componer cada fotografía paso a paso. Trabajar las luces y las sombras. Estudiar a los grandes maestros de la pintura y, sobre todo, adentrarme en un estilo de fotografía que me hace especial ilusión experimentar.
Con ella estreno esta nueva iniciativa. Fue por un post que leí en su blog por lo que me decidí a comenzar esta aventura de llenar mi casa de fotografía emergente e invitar a su autor a pasar por mi blog.
Leila Amat es filóloga de hispánicas y profesora de lengua y literatura, pero hace dos años que decidió dedicarse de lleno a la fotografía creativa.
Su carrera como fotógrafa no comenzó produciendo fotografías, sino contemplándolas. Tendría unos 11 años cuando su casa de Sevilla se incendió, con toda su infancia dentro. El fuego no lo consumió todo, pero lo poco que quedaba se había impregnado de humo. Todas las paredes, todos los objetos, absolutamente todo, quedó como un tizón. Fue limpiando de humo, con un trapito húmedo, una a una todas las fotografías que su padre tenía en una caja, cuando tuvo su primera experiencia fotográfica, y para ella una de las más profundas.
A disparar no comenzó hasta los 17 años, con una analógica. Desde entonces todo ha sido siempre una evolución, tanto estética como técnica. Desde sus comienzos quiso que cada imagen fuera en sí misma un universo, un mundo paralelo en el que vivir e interpretar un personaje que no era en la vida real. En la mayoría de las fotos aparece ella. Leila concibe la fotografía como un lenguaje que la permite vivir, expandirse o analizarse. Una herramienta con la que, con un poco de imaginación, poder soñar y hacer soñar a los demás.
Me cuenta que nunca pensó en dedicarse exclusivamente a la fotografía, pero de repente se dio cuenta de que era lo único, junto al amor, que le daba la vida.
Fue entonces cuando decidió (mal)vivir de sus imágenes, tanto económica como espiritualmente. Comenzó vendiendo en las calles, hiciera frío o calor. Las calles del Arenal, Preciados o Fuencarral fueron los lugares donde Leila pasó horas y horas sentada, exponiendo y vendiendo su trabajo. Es muy duro porque la obra, expuesta a lo “top manta”, se devalúa muchísimo, y para la policía no eres menos ilegal que los que venden carcasas de móviles o bolsos falsificados.
En la actualidad Leila vive de la venta online en algunas webs de arte como Myweb’art o a través de las galerías Lumas (alemana) y Sophie Lanoë (francesa).
Leila vino hasta la tienda a traerme mi pequeña gran adquisición “Sueño de Bambú”, y su sola presencia llenó mi espacio de un halo de magnetismo, muy difícil de explicar. Leila transmite con su mirada una dulzura y una sensibilidad que te llevan a quererla, casi desde el primer momento.
Me siento afortunada de tener ya un testimonio de su creatividad decorando mi casa.
Estoy segura de que os va a encantar su obra. No dejéis de pasar a visitar su trabajo en:
Nuestras “12 citas con Fotógrafos” llegan a su fin. Hace solamente unos días que terminaba el año 2014 y yo cierro proyecto con el fotógrafo Jordi Gual.
Para mí ha sido un año increíble, y el proyecto una experiencia enriquecedora que me ha hecho crecer tanto a nivel personal como fotográfico.
Ahora, a las puertas del 2015, “El Objetivo Mágico” llega a su fin y cada una de nosotras continuará con sus proyectos personales. Aunque nunca se sabe qué nos deparará el futuro, de momento no tenemos ningún proyecto conjunto a la vista.
Pero yo no quería despedir este proyecto sin dar las gracias a todos aquellos que me habéis apoyado, seguido, comentado, animado, ayudado y aguantado durante todo este 2014. Especialmente quiero dar las gracias a Monica Giannini, Mapy Dh, Malén Martinez, Raquel Queiruga, Carola del Alisal, Fernando del Alisal y Rodrigo del Alisal. Sin vuestra incondicional ayuda mis 12 fotógrafos no habrían salido a la luz. ¡¡¡Mil gracias a todos!!!
En muy poquitos días os contaré lo que tengo en la cabeza para este 2015 fotográficamente hablando, de momento os dejo con mi trabajo de este mes.
La fotografía de Jordi Gual es bastante inquietante. Ha tenido a sus mejores modelos en sus 3 hijas, siendo su hija mayor Natalia, invidente, la protagonista de la mayoría de sus trabajos. Como muy bien él explica “Los ojos de Natalia me enseñaron a mirar, pero es una mirada llena de tensión, de ambivalencia. Odio que ella esté ciega y la amo porque es mi hija.
Hay muy poco material suyo en la red y además este mes de diciembre para mi es una locura de trabajo por lo que solamente he podido realizar una fotografía.
Su antepasado es la fíbula, pieza que data de la edad de bronce.
Su uso, como tal, comenzó en la antigüedad como pieza de joyería, para sujetar o cerrar las pesadas capas o las prendas de vestir. Con el paso de los años su uso se fue extendiendo pasando a ser meramente estético, convirtiéndose en un adorno de joyería eminentemente femenino, que gusta de ser lucido tanto en la solapa de las chaquetas como en vestidos o pañuelos.
Formado por dos piezas soldadas entre sí, una hace las funciones decorativas y la otra es una especie de imperdible que sirve para fijarlo a la prenda. Es muy frecuente que ese cierre de imperdible lleve un pequeño sistema de seguridad, para que el broche no se abra en ningún momento y así no pueda perderse.
Es frecuente, y en nuestras colección disponemos de varios modelos, que los broches lleven otra pieza oculta, una especie de anilla que al abrirse sirve para introducir una cadenita dentro, y así el broche puede colgarse en el cuello a modo de collar.
Hay muchas mujeres que los coleccionan, siendo frecuente encontrar coleccionistas de broches en forma de lazos, mariquitas, libélulas y un largo etc.
Pieza de gran belleza que siempre complementa un buen traje y crea un look elegante y atemporal.
Como forma de ilustrar en la medida que un broche bien escogido puede resultar el complemento ideal y definitivo en una indumentaria elegante, recurro a la conocida frase de «cerrar con broche de oro», lo que vendría a significar ese toque final que permite la culminación perfecta de algo.
El nombre de aljófar proviene del árabe, significando pequeña perla o conjunto de ellas, de forma irregular. Los poetas suelen utilizar este término para designar las pequeñas gotas de rocío que cubren la hierba a primeras horas de la mañana. Generalmente son de escaso valor, pudiendo distinguir dos tipos diferentes: las llamadas “amapola”, que son más esféricos, y las llamadas “semilla”, de forma más ovalada e irregular
Se da el nombre de aljófar también a las piezas de joyería que se realizan con este tipo de perlas que se utilizaban tanto para coser en pendientes o colgantes, como para decorar las más ricas sedas en el Renacimiento.
En la actualidad no es muy frecuente encontrar piezas de joyería realizadas con este tipo de pequeñas cuentas de perlas, ya que es complicado trabajar con ellas debido a su minúsculo tamaño.
Cuando están bien cosidas, tanto sobre oro como sobre plata, resultan muy atractivas y elegantes.
Parece mentira como pasan los meses… Y aún suena más raro pensar que solamente nos queda un mes para cerrar esta etapa tan fructífera de mi vida fotográfica.
Este mes el protagonista ha sido Helmut Newton, él ha sido nuestro maestro a replicar. Y yo he vuelto a contar con la inestimable ayuda de Mónica Giannini como modelo. Creedme que si no hubiera sido por ella este reto no habría sido igual.
Helmut Newton es, probablemente, el fotógrafo que elevó la fotografía erótica a su nivel más glamuroso. He leído que le llaman el creador del “Porno Chic”, y creo que estas dos palabras definen su controvertido estilo a la perfección. Es el máximo representante del vouyerismo en la fotografía.
El gran salto a la fama le llegó en los años 50, cuando comienza una serie de colaboraciones con el Vogue Australia que le llevan en pocos años a París para trabajar en el Vogue francés.
En 1976 publicó su polémico libro White Women, en el que recogía la vida de las prostitutas de la rue Sain-Denis. Todo en sus imágenes desprende provocación, mezclada en un cóctel de glamur y, quizás, algo de violencia. A mí me ha costado bastante elegir imágenes que le representaran y con las que me sintiera en cierta medida identificada, su obra me resulta demasiado provocativa y, en algunos casos, hasta violenta.
Manolo Blahnik dijo de su obra: “La estética femenina de Newton era única. Fue un hombre que fotografió a mujeres que realmente parecen mujeres”.
Este es el resumen de mi trabajo de este mes, en el que una vez más tengo que dar las gracias a Mónica y en el que me hace especial ilusión que estemos las dos juntas en una de las fotografías.
Espero que os guste nuestro trabajo.
Y lo más divertido de todo fue el making off de esta foto:
En el núcleo de El Pont d’Arsèguel (Alt Urgell, Lleida) podéis visitar la Fábrica de lanas, que se fundó en el 1902 por los bisabuelos de los actuales propietarios y tiene las características de una empresa familiar que ha ido pasando de padres a hijos. La fábrica todavía funciona con con energía hidráulica y, entre otras máquinas, todavía se usa una espectacular hiladora diseñada en el siglo XVIII. En su época, la fábrica de lanas llegó tener 20 personas trabajando en ella.
Actualmente la fábrica dispone de un servicio de visitas guiadas, gestionado por la propia familia Isern y se confeccionan los típicos peúcos, tapabocas y mantas de pastor que pueden comprarse in situ.
Altamente recomendable para ir con niños ya que no supone ningún peligro, la visita no es excesivamente larga y las explicaciones son muy buenas. El precio de las entradas es muy razonable. Para los amantes de la fotografía es un lugar ideal para hacer fotos tanto en el interior como en el exterior.
Vivian Maier (1926-2009) dejó un legado fotográfico impresionante. Una pequeñísima parte de su obra pudo verse el verano pasado en la ciudad de Valladolid. La muestra recorrió varias ciudades europeas y actualmente no he encontrado ningún lugar en el que puedan verse expuestas sus fotografías en conjunto.
Yo la descubrí de la mano de Beatriz Garcia Couriel en unos de sus cursos de fotografía online. Su obra sencilla y llana nos transporta de una manera natural al Chicago y al Nueva York de la segunda mitad del S.XX. Me fascinó desde el primer instante.
Vivian revelaba sus carretes en el cuarto de baño de la casa donde prestaba sus servicios como niñera, llegando a acumular cientos de ellos. La mayoría aún no han sido revelados. Su legado se descubrió de forma totalmente casual cuando tras una subasta en Chicago se encontraron cerca de 100.000 negativos. John Maloof, dueño del material subastado en 2007, aun no ha conseguido sacar a la luz todo el material.
Son estampas callejeras, personajes de la vida diaria de Chicago y Nueva York: prostitutas, mendigos, vagabundos, niños… Simplemente, escenas cotidianas pero llenas de magnetismo.
Una de las series que más llamó mi atención desde el primer momento fueron sus autorretratos. Son reflejos en espejos o cristales de los lugares cotidianos de sus paseos de domingo. En ellos se puede ver a Vivian seria, con aspecto retraído, tímida y discreta. Esa es la sensación que esta serie me trasmite a mí. La comisaria de la exposición de Valladolid, Anne Morin, lo ha achacado a la «permanente búsqueda» de sí misma, tal vez porque indagara realmente en quién era ella. Vivian ha sido la precursora de todos estos autorretratos frente a espejos que ahora pueden verse en todas las redes sociales…
En un principio decidí enfocar el trabajo de este mes a una serie de autorretratos al más puro «Estilo Vivian», realizados con una cámara exacta a la que usara ella. Una joya que descubrí en un antiguo armario de trastos de mi padre. Una Rollei completa, con varios objetivos, filtros y hasta disparador “remoto”. Al final también yo me lancé a la calle un par de tardes con ella para intentar capturar ese Madrid que creo habría capturado ella.
Os dejo el link a la película sobre su vida que os recomiendo, ya que os va a acercar mucho a la enigmática personalidad de esta magnífica fotógrafa callejera.
Como objeto, es una sarta de cuentas que sirve para dirigir el rezo. En alguna época antigua es posible que las cuentas fueran de rosas secas o disecadas, de ahí el nombre de rosario, siendo uno de los símbolos más importantes de la fe cristiana.
Los nudos o cuentas se utilizan para llevar la cuenta del número y secuencia de oraciones, y el rezo se compone de 15 partes iguales llamados misterios.
Es cierto que en algunas ocasiones el término también se utiliza para referirse a una sarta de cuentas por sí solas. En la joyería antigua se han realizado muchos rosarios de plata y de oro, con cuentas de madreperla, perlas o piedras semipreciosas. Es un regalo muy típico para obsequiar a los niños que toman su primera comunión.
Algo que en un principio solamente se usara como objeto de culto por los cristianos, ha servido y continúa sirviendo de inspiración para muchos de los grandes maestros de la joyería a la hora de realizar collares y pulseras. Diseños con sartas de cuentas separadas por una cuenta diferente en tamaño o color, son muy frecuentes en los diseños tanto del S.XIX como en la actualidad.
Como siempre, la joyería toma referencias para inspirarse de costumbres y usos populares.