Si eres de las que alguna vez soñaste con lucir unos pendientes pintados por Tintoretto, las famosas joyas de Desayuno con Diamantes o la tiara de Sissi Emperatriz, este es tu espacio igual que nuestro.
No la había visto con anterioridad. Creo que es de los pocos títulos de la lista de 52 películasque tengo preparada de la que no tenía referencia alguna.
He leído en numerosos blogs especializados que es la mejor película de Joan Crawford, su mejor interpretación y el clímax de su carrera como actriz dramática. Sin desmerecer títulos como «Un rostro de mujer» o «¿Qué fue de Baby Jane?». Creo que tienen razón. Desde luego para mí, hasta ahora, su mejor interpretación, no en vano le valió un Oscar de la Academia de Hollywood.
La película es una profunda reflexión de cómo la mala educación familiar puede afectar a la formación de una persona, destrozarla de por vida y convertirla en un ser desgraciado. El duelo interpretativo entre una madura Crawford y su perversa y jovencita hija, interpretada por Ann Blyth, es impresionante. Una relación destructiva entre una sufrida madre y su devoradora, egoísta y sanguijuela hija.
Ann Blyth da vida a una joven hermosa pero odiosa, y su interpretación es tan fabulosa que en más de una ocasión a uno le entran ganas de atravesar la pantalla y golpearla, lo que no hace su madre.
El film nos habla de las mujeres, de su batalla por salir adelante solas después de un divorcio. De su incansable lucha en solitario y su afán de sacar adelante a sus hijos sin que les falte de nada. Pensando antes, siempre y después solamente en ellos.
Una película que representó como ninguna el durísimo sacrificio que soportaron la mayoría de las mujeres estadounidenses en una época en la que la guerra se llevó, y en muchos casos no devolvió, a sus maridos, obligándolas a cargar con todas las responsabilidades de sacar adelante una familia. Un Oscar merecidísimo.
Una película que te hace pararte a pensar en cómo estamos educando a nuestros hijos…
Premios:
Oscar en 1945 a la mejor actriz (Joan Crawford). Nominaciones a mejor película, mejor actriz secundaria (Ann Blyth y Eve Arden), mejor guión y mejor fotografía.
Premio del National Board of Review en 1945 a la mejor actriz (Joan Crawford).
Segundo premio a la mejor actriz en 1946 a Joan Crawford del National Film Critics Circle Awards.
Curiosidades:
Por extraño que parezca Joan Crawford, con la carrera cinematográfica que ya tenía, tuvo que hacer varias pruebas de pantalla para hacer la película.
Se pensó en Shirley Temple y en Virginia Wedler para hacer el papel de Vera Pierce.
La casa de Monte era propiedad de Michael Curtiz.
Michael Curtiz no quería trabajar con Joan Crawford por su reputación de actriz difícil. Poco tardó en darse cuenta de su equivocación, debido a la dedicación y el trabajo duro de la actriz.
Joan Crawford fue camarera y vendedora antes de ser actriz.
La Warner no quería a Ann Blyth, que estaba contratada por la Universal. Joan Crawford insistió y enseñó a Ann en las pruebas previas de pantalla para que la contrataran.
Joan Crawford, que ganó el Oscar a la mejor actriz, no acudió a la ceremonia por una supuesta neumonía. Hay quien dice que es falso, achacándolo a que no quería sentirse humillada por no ganarlo, y que cuando se enteró saltó de la cama y se arregló para recibir a la prensa.
Inauguramos el 2014 con un proyecto que me tiene súper ilusionada.
Llevo desde este verano pasado dándole vueltas a la manera de unir mi pasión por la fotografía con mi pasión por el mundo Vintage.
Para mí, Vintage es sinónimo de exclusividad, calidad, buenos materiales y, por supuesto, artesanía. Vintage es sinónimo de algo bien hecho en el pasado.
Si pienso en encajes, cintas de terciopelo, flores silvestres, libros antiguos, fotografías en blanco y negro, tesoros escondidos en un baúl, muebles en una buhardilla antigua… estoy pensando en Vintage.
La fotografía Vintage es una fiebre que se contagia. Editar en blanco y negro, sepia o con texturas es todo un arte que nos traslada a los principios de la fotografía, cuando cada foto era revelada sin saber muy bien lo que te ibas a encontrar.
Ha sido esta pasión por la fotografía lo que me ha llevado a realizar “My Vintage Dictionary”. Un diccionario ilustrado con fotografías que intentan recuperar la esencia de las piezas de joyería antigua, de las joyas bien hechas.
El proyecto va para largo. La idea es realizar una serie de fotografías de cada entrada. Fotos especiales con ese aire retro que tanto me gusta darles, e incluir una breve descripción que os ayude un poco más a comprender los orígenes y la esencia de cada uno de los vocablos.
El trabajo manual, las cosas bien hechas, el gusto por los detalles, los acabados perfectos… esa es la esencia del Vintage y lo que voy a intentar transmitiros con “Mi diccionario Vintage”.
Espero que os sirva de ayuda para comprender un poco mejor porqué estoy tan enamorada de esta estética, y que podáis disfrutar conmigo de la magia que me transmite.
Considerada por muchos como una de las mejores películas de todos los tiempos, a pesar de su guion un poco soso; una línea argumental poco creíble; una historia de amor lacrimógena, casi cursi, y unos personajes absolutamente corrompidos: el capitán francés que juega aunque es ilegal, el dueño del club que deja jugar y controla quién gana, el ambiente del club donde todos se compra y se vende al mejor postor…
Casablanca es, sin duda, una película donde los giros argumentales han logrado convertirla en un clásico, ya que se suceden vertiginosamente.
Cuando parece que no va a pasar nada más, sucede algo inesperado. No en vano, el guion se cambiaba cada día, se tardó un tiempo excesivamente largo y una suma de dinero que no paraba de crecer en una película que no se lograba terminar. Los actores llegaban y ni siquiera ellos sabían lo que iban a hacer ese día. Sin ninguna duda, Humphrey Bogart, el cínico Bogart, se convierte en el dueño absoluto de la película. Sólo él podía ser Rick, sólo él podía manejar la situación, resolver el problema y salir indemne del asunto. Sólo Humphrey Bogart podía dejar a la chica después de que ella le dejara tirado como una colilla y además quedar como un auténtico caballero.
Me ha sido muy complicado quedarme con una sola escena de la película, pero al final me he decidido por la secuencia más emocionante de todas, al menos para mí. Imposible no emocionarse cuando, frente a un grupo de oficiales de la Gestapo cantando el himno nazi en el “Café de Rick”, Laszlo y el resto de clientes franceses se ponen en pie y comienzan a cantar “La Marsellesa”, hasta conseguir que la voz de los alemanes quede reducida a un susurro. Nunca pensé que oír el himno francés me produciría tanta emoción, pero os tengo que reconocer que se me hizo un nudo en el estómago y se me saltó una lagrimita.
La cinta cuenta con un guión que mezcla a la perfección el suspense, el amor y el humor. El director Michael Curtiz no pierde el pulso ni por un segundo de una historia en la que la química de los protagonistas arrasa con todo. En más de cien años de cine, se puede decir que nadie ha mirado con la pasión que Ingrid Bergman demuestra cada vez que sus ojos se cruzan con los de ese tipo tan duro como vulnerable, llamado Humphrey Bogart.
La entrada de la Bergman en el “Café de Rick” vestida de blanco, con ese precioso broche de brillantes y unos destellantes pendientes a juego que la hacen brillar aún más si cabe es estelar, glamurosa y elegante… simplemente perfecta.
Inolvidable también el papel de Claude Rains como el ambiguo y cínico inspector de la policía Louis Renault.
Una película perfecta para compartir en una tranquila tarde de domingo, y si es en compañía… mejor que mejor.
Premios:
Oscars (1942): Mejor director, mejor película, mejor guión.
Nominaciones: Mejor actor (Bogart), mejor actor secundario (Claude Rains), mejor fotografía, mejor montaje, mejor banda sonora.
Nominada al mejor DVD clásico en 2003 (edición 60 aniversario) por los DVDX Exclusive Awards.
Premio Sierra al mejor DVD de 2008 de Las Vegas Film Critics Society Awards.
Premio a la mejor película de 1943 del National Board of Review.
Premio a la mejor película en 1989 del National Film Preservation Board.
Curiosidades:
En los 80, se envió el guión de la película a ciertos estudios y productoras bajo su primer nombre, «Everybody comes to Rick´s» (Todo el mundo va a Rick´s). Algunos la reconocieron, pero la mayoría no. Muchos alegaron que el guión «no era lo bastante bueno para hacer una película decente», que «estaba obsoleta», con «demasiado diálogo» y «con poco sexo».
Muchos de los actores que hicieron de nazis, eran en realidad judíos alemanes huidos del nazismo. A destacar el actor Conrad Veidt que, aunque no era judío, sí era alemán y lucho contra los nazis hasta que tuvo que huir de Alemania por sus actividades en contra del régimen (las SS enviaron un escuadrón para matarle).
Para maximizar las ventas en el extranjero, todos los personajes desagradables o «malos» pertenecían a países enemigos. Tal es el caso de «Ferrari» y «Ugarte» que eran italianos.
La escena del aeropuerto es falsa. Al estar en tiempos de guerra, por motivos de seguridad, los aeropuertos debían permanecer cerrados por la noche. El avión es una maqueta con enanos a su alrededor, para dar sensación de realismo.
Debido a los celos enfermizos de la mujer de Bogart, éste e Ingrid Bergman apenas se hablaron durante el rodaje, a pesar la evidente química existente entre ellos. Ambos estaban a disgusto con la película, pensando que era absurda y con diálogos ridículos. Preguntados más tarde, ambos reconocieron que les hubiera gustado que el final fuera distinto. «Habría estado mejor que nos hubiéramos unido a la resistencia» -comentaría Bogart-.
No existían salvoconductos en la Francia de Vichy. Es un invento de los guionistas.
En la escena en la que cantan «La Marsellesa», las lágrimas de algunos actores son reales.
Nunca se revela porqué Rick no puede volver a Estados Unidos. Los guionistas buscaron motivos, pero al final decidieron dejarlo.
Paul Henreid no quería hacer el papel de Victor Laszlo. Pensaba que hacer de secundario arruinaría su carrera de actor de películas románticas.
Dooley Wilson (Sam, el pianista) no sabía tocar el piano, era batería profesional. La canción, grabada en directo, la toca un pianista detrás de una cortina, mientras Dooley imitaba los movimientos.
En muchas escenas en las que Bogart siempre está más alto que Bergman, el primero está realmente subido en un escalón o llevaba alzas en los zapatos. Otras veces Ingrid Bergman está un poco agachada. Bogart medía 1,74. Bergman un centímetro más.
La escena de la estación de tren de París está «copiada» de «La extraña pasajera».
El café «Rick´s» fue la única construcción exclusiva para la película. Debido a restricciones por la guerra, el resto de decorados se cogieron del almacén.
Para prepararse para trabajar con Bogart, Bergman vio «El halcón maltés» varias veces.
Fue nombrada la mejor película de todos los tiempos por The American Writers Guild en 2009, y en 2007 The American Film Institute la colocó en el tercer puesto, el mismo que también pone Entertainment Weekly.
A pesar de la extraordinaria química existente entre los dos protagonistas, nunca volvieron a actuar juntos.
Durante el rodaje, un día llamaron a Bogart. Se metió en el Rick´s Café y le dijeron: «Ponte ahí y asiente». No tenía ni idea de para qué tenía que hacer eso. Más tarde, en la película, aparece esta escena cuando da permiso a la banda para que toquen «La Marsellesa».
A pesar de lo que se cuenta, jamás se pensó en otro actor que no fuera Bogart para hacer el papel de Rick (Ronald Reagan, decían).
En el primer guión de Casablanca (titulado «Everybody comes toRick´s»), Ilsa no era una mujer «virtuosa». Vivía ya casada con un hombre de negocios norteamericano. Era Rick el que la abandonaba y después encuentra. Y cuando ella y Victor llegan a Casablanca ella tampoco está casada con él.
El piano de Sam se subastó por más de 600.000 dólares en una subasta en Nueva York en diciembre de 2012.
La canción «As time goesby» (El tiempo pasa) no optó al premio Oscar porque estaba escrita hacia años.
Cuando el Capitán Renault tira la botella de agua de Vichy a la basura, está haciendo un acto simbólico contra la Francia controlada por los Alemanes de Vichy.
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Probablemente, esta película relanzó a Joan Crawford en un momento en que su carrera empezaba a decaer. Llegaban las jóvenes (Lana Turner, Judy Garland, HedyLamarr…) y, aunque sus rivales (Greta Garbo y Norma Shearer) no volverían a hacer otra película, los papeles no acababan de llegar.
De hecho, le ofrecieron a Greta Garbo el papel antes que a ella pero la Garbo lo rechazó.
Con permiso de «Alma en suplicio», «Un rostro de mujer» es, quizá, la mejor interpretación de Joan Crawford. No solo por su impresionante capacidad dramática, sino porque, por primera vez, la actriz tuvo que enfrentarse al duro trago de tener que cambiar completamente el carácter del personaje.
La enfrentada dualidad del bien y del mal. Joan Crawford pasa de la maldad más absoluta provocada por su espantosa fealdad –«Esto es el resultado de lo que me han hecho los hombres», dice en una ocasión-, a convertirse en el ser más encantador de la tierra. Todo ello casi sin cambiar su estilo sencillo y discreto a la hora de vestir. Una sencilla falda de tubo y un suéter oscuro, son prácticamente todo el vestuario que se permite la estrella a lo largo de la película. Nada que distraiga su impresionante belleza.
Si ya tenía un aura de estrella, esta película y, gracias a ella, las que vinieron después, la trasladaron al Olimpo de los Dioses del Cine. Se convirtió en la «reina del drama» por derecho propio.
Curiosidades:
Es una versión de una película ya hecha en Suecia y protagonizada por Ingrid Bergman. De hecho, la acción se desarrolla en Suecia.
Cukor se sintió decepcionado porque la película cayera en la convencionalidad, en parte por las presiones del estudio y de la época.
Conrad Veidt escribió en sus memorias que fue su película favorita.
Bette Davis (Leslie Crosbie)
Herbert Marchall (Robert Crosbie)
James Stephenson (Howard Joyce)
Frieda Inescort (Dorothy Joyce)
Menudo papelón hace la Davis en este drama. No había visto la película y ni siquiera sabía de qué iba, a pesar de que ella es una de mis actrices favoritas y estaba deseando enfrentarme a su papel de mala malísima, del que tanto me habían hablado.
Me ha costado muchísimo encontrar la película. Al final he conseguido una copia en Ebay. Me estoy comprando todas las películas de nuestro Especial de los Miércoles, pues me hace especial ilusión tener las 52 cintas en casa para poder volver a verlas en cualquier momento. Ya las he buscado un rincón especial en la estantería de mi salón.
Para muchos esta es la mejor actuación de Bette Davis, con la que forjó su aura de «mala, malísima». Aunque en Jezabel interpretara un papel de joven burguesa, malcriada y capaz de hacer daño a los demás por despecho, al final demuestra tener un buen corazón y voluntad de expiar sus culpas. Por el contrario, en “La Carta” es la maldad en estado puro. Manipuladora, cínica, falsa… lo tiene todo.
Menudas escenas nos deja este drama. Ya para empezar, los primeros minutos de la cinta son impactantes. Ese paseo de la cámara por los exteriores de la plantación, con los indígenas adormecidos entre los matorrales en una oscura y tenebrosa noche. De repente, aparece ella… impertérrita, con un enloquecimiento frio y desgarrador, descarga su revólver con una seguridad aplastante. A los pocos segundos, sorprendentemente, se convierte en una dulce y afligida esposa explicando los pormenores que la han llevado a cometer el asesinato.
Otra escena que me dejó impactada es la de la cárcel. ¡Qué estrategia manipuladora más increíble! Consigue meterse al abogado en el bolsillo de la manera más sutil, casi sin que él mismo se dé cuenta. Y luego, la escena en la que se enfrenta a la viuda de su amante. Esas miradas en penumbra, cubierta por esa preciosa mantilla de encaje blanco. Y como al final se enfrentan cara a cara las dos, una lucha entre mujeres enamoradas que se miran fijamente, como retándose la una a la otra.
El director se las ingenia para realzar los encantos personales de la protagonista, no solamente su singular belleza, el magnetismo de su mirada y su expresividad dominan la pantalla continuamente.
La película, que reflexiona sobre la pasión, el amor, la sinceridad y la fidelidad, aunque obtuvo un gran éxito de público en la época no recibió ninguno de los seis Oscar a los que estaba nominada.
A mí me ha impactado…
¿La habéis visto?
Contadme, por favor qué os ha parecido.
Premios:
Oscars (1941):
Nominada a: Mejor película, mejor actriz, mejor actor, mejor director, mejor fotografía, mejor montaje y mejor banda sonora.
Premios del New York Film Critics Circle Awards: Segundo premio al mejor director y tercer premio al mejor actor.
Curiosidades:
• En la escena del asesinato, el actor David Newell tuvo que tirarse de la escalera ocho veces, hasta que el director estuvo contento con el resultado.
• Está basada en un hecho real.
• Es la segunda versión que se hizo de esta película.
• En la obra de teatro, la protagonista sale indemne. La censura no permitió que fuera así en la versión cinematográfica (lo que le da mayor calidad a la película).
Primera escena de la película, ya empieza impactando
Esta tenía unas ganas locas de volver a verla, recordaba más o menos la trama pero mi memoria no era capaz de recordar muchos pequeños detalles que al volver a verla me han entusiasmado.
En mi humilde opinión, no sé si habrá otra comedia romántica mejor hecha que esta. Cuando la guerra estaba a punto de convertirse en Mundial, cuando los Americanos estaban viviendo un sueño irreal, donde todo iba bien mientras el mundo se derrumbaba, llega Cukor y su elegantísima, exclusiva y deliciosa manera de hacer comedia para seguirles sumidos en esa «realidad irreal» donde todo es maravilloso (a pesar de que los patriarcas están divorciados), glamuroso (a pesar de las toscas maneras de los dos periodistas), elegante (a pesar de la mala educación de Dina) y socialmente correcto (a pesar del festival de cuernos).
Katharine Hepburn está magnífica, con su elegancia natural y un vestuario de Oscar que realza todos sus encantos femeninos. Se encuentra rodeada de hombres que le acosan, mientras un inteligentísimo Cary Grant espera pacientemente el momento de atacar para recuperar a la mujer que ama.
Algún día me encantaría escribir sobre Adrian Adolph Greenburg el creador de todo el vestuario de Katharine y sin el que todos los encantos de la actriz no habrían quedado tan patentes en cada una de las escenas. El vestuario es exquisito.
El gran mérito del guión de esta película creo que, es que no sabes que va a hacer Katharine Hepburn hasta el final. ¿Se casará con Kitredge? ¿Se fugará con el periodista, con quien tiene un romance la noche anterior a la boda? ¿O volverá con ese encantador de serpientes que es Cary Grant?
No es un triángulo amoroso. Es un canto a la aventura, al amor, al desenfreno, pero hecho con la elegancia que Hollywood imprimía a sus películas.
Quizá el código Hayes recibió miles de críticas por parte de los guionistas, productores, directores y actores de Hollywood, pero al final se hacían películas inteligentes, ya que había que darle al coco para que el espectador comprendiera lo que no se podía ver. Una manera de hacer cine que dejaba entrever lo que todo el mundo sabía y criticaba a escondidas.
Una comedia de 10 que no puedes perderte si como yo eres una enamorada del cine clásico romántico.
¿Con cuál de todos sus pretendientes te habrías quedado tú? Yo no lo he dudado ni un segundo…
Premios:
Oscars (1941):
Oscar a James Stewart al mejor actor secundario al mejor guión adaptado y nominada a mejor película, mejor actriz y mejor director.
Premio en 1995 del National Film Preservation Board.
Premio en 1940 del National Film Critics Circle Awards a Katharine Hepburn. Segundo lugar a la mejor película.
Curiosidades:
James Stewart siempre pensó que su actuación no estuvo bien y que el Oscar se lo tendrían que haber dado a Henry Fonda.
La película se rodó en sólo ocho semanas y no necesitó nuevas tomas.
Katharine Hepburn poseía los derechos de la película, que ya había representado en teatro. Los derechos los tenía Howard Hughes y se los dio de regalo.
Katharine Hepburn quería que Clark Gable hiciera el papel de Cary Grant y que Spencer Tracy hiciera el de James Stewart (en este caso lo habría bordado), pero estaban ocupados en otros proyectos.
El guión de la película fue escrito y pensado para Katharine Hepburn.
El sueldo que recibió Cary Grant, 100.000 -una suma enorme para la época- lo donó por completo al Fondo Británico de Ayuda a la Guerra (estamos en 1940 y Cary Grant era inglés).
La escena de buceo de Katharine Hepburn es real, sin dobles.
A Cary Grant le dejaron elegir qué papel, de los dos protagonistas, quería hacer. Eligió el menos ostentoso (cosa, por otra parte, lógica, dada la calidad del actor. N.d.a).
James Stewart estaba tan incómodo en la escena de la piscina, que se empeñó en llevar un albornoz. Según él, si hubiera salido en bañador, habría sido el final de su carrera.
El collar sobre el que Dina (la niña) dice «apesta» es una copia del collar que se usó en la película «María Antonieta» protagonizada por Norma Shearer.
La película está calificada en el quinto puesto de las mejores comedias románticas de todos los tiempos según The American Film Institute.
Años después se hizo un musical basado en la misma película, llamada «Alta sociedad», donde Grace Kelly hace de Tracy, Frank Sinatra de periodista y Bing Crosby de C. K. Dexter Haven. Una chapuza en mi opinión, a pesar del elenco de actores/cantantes (incluso sale Louis Armstrog).
El pasado 18 de noviembre se celebraba el 85º aniversario del nacimiento del más inquieto ratoncito de la historia del cine animado. Mickey Mouse nacía de la mano de Walt Disney y su socio por entonces UbIwerks. Comenzaba su carrera en un corto en blanco y negro titulado “Seamboat Willie” que se estrenaba el 18 de noviembre de 1928 y que le catapultaría a la fama mundial.
Mickey es probablemente el personaje de Disney más ligado al legendario empresario de animación Walt Disney, incluso prestó su voz para este Mickey original. El cortometraje sonoro se estrenó en Nueva York en el “Universal´s Colony Theatre”. El famoso teatro hacía apenas cuatro años que había abierto sus puertas, y recibía por primera vez en la historia el estreno de un corto de animación sonoro. El protagonista: nuestro astuto ratoncito.
El éxito fue tan grande que Mickey se convertiría en muy poco tiempo en el personaje más famoso de Walt Disney, y en un auténtico icono del mundo animado.
La productora Disney ha querido conmemorar este señalado día. Y, ¿qué han hecho para celebrarlo? Primero le han lavado un poquito la cara a Mickey y, tomando como referencia los dibujos de UbIwerksle, le han dado lo que podría llamarse un cierto aire más vintage, haciendo que nos recuerde en cierta medida al personaje de los comienzos. Y con este Mickey renovado y retro-vintage han producido 19 cortos para televisión e internet. Todos ellos dirigidos por Paul Rudish.
Podremos ver “Get Horse”, uno de estos cortos, en el estreno de la película «Frozen: El reino del Hielo» hoy mismo. Un pequeño recuerdo a los primeros cortos del ratoncito, que mezcla las últimas tecnologías en 3D con lo más clásico y retro del personaje, y se estrena hoy. Lo más sorprendente es que la historia está contada por del propio Walt Disney, lo que ha sido posible gracias a unas técnicas especiales de montaje de sonido.
Estoy deseando ver esta remake del personaje, estoy segura de que me va a traer muy buenos recuerdos de mi infancia.
Algunos vídeos que he encontrado por Youtube de las primeras películas:
Peliculón, creo que junto con “Jezabel” de la que ya os hable hace unas semanas, la que más me ha sorprendido hasta ahora. La había visto hace mucho tiempo, pero la verdad no me acordaba prácticamente de nada.
Está claro que a mí esto del cine clásico cada día me está enganchando más, y es que nunca pensé que lo pasaría tan bien con este proyecto.
Dice mi hermano Ángel, ya sabéis que es relojero y un entendido y gran aficionado al cine clásico, que para él es la mejor película de Hitchcock, incluso mejor que «Psicosis» y creo que tiene razón.
Es fantástico ver cómo como el director mueve a Joan Fontaine, la pobre se «mal desenvuelve» en una descomunal mansión donde todo le viene grande. Impresionante morada para la que se realizó una maqueta, ya que no encontraron una ubicación adecuada para realizarla en todo estados Unidos. Creo que si hubieran rodado la película en Inglaterra, les habría sido mucho más sencillo encontrar un paraje natural para realizarla. Allí he visto mansiones que podrían haber sido perfectamente “Manderley”, ese lugar que te hipnotiza en las primeras escenas de la película y que tantas desgracias trae a nuestra protagonista.
Joan Fontaine realiza un papel impecable de la apocada, temerosa y casi aterrorizada Mrs. De Winter. Su casi pavor, diría yo, a tener que enfrentarse a la espantosa Sra. Danvers convierten a este binomio en la clave del éxito de la película.
La Sra. Winter, una mujer que vive en el pasado donde el esplendor de la anterior Sra. De Winter llenaba de luz y optimismo la gigantesca casa. La nueva Sra. de Winter vive acosada por el odio, la maldad y la envidia. Rebeca se convierte en la tercera protagonista de la película, consiguiendo, sin estar presente, quitar el sueño a la dulce Sra. De Winter.
Una obra maestra del cine, imbuida en la tenebrosa atmósfera Hitchconiana donde cada escena es una sorpresa. Magnífica la actuación de las dos protagonistas, Joan Fontaine y la malvada Judith Anderson, y sorprendente final.
¡Os invito a pasar una tarde de cine clásico con Rebeca, y a que me contéis después que os ha parecido!
Premios:
Premio del National Board of Review a una de las mejores diez películas del año.
Tercer premio del National Film Critics Circle Awards a Joan Fontaine.
Oscar a la mejor película, mejor fotografía en blanco y negro, mejor actor (Laurence Olivier), mejor actriz (Joan Fontaine), mejor actriz secundaria (Judith Anderson) y mejor director (Alfred Hitchcock). En total seis oscars y 11 nominaciones.
Nominada al Oscar al mejor guión adaptado, a la mejor dirección artística, al mejor montaje, a los mejores efectos especiales y a la mejor banda sonora original.
Curiosidades:
Gracias al enorme éxito que tuvo esta película en España, la chaqueta que lleva Joan Fontaine pasó a ser conocida como «rebeca», llamándose así desde entonces.
Según instrucciones de Hitchcock, Judith Anderson no debía parpadear los ojos en ningún momento.
Fue la primera película que hizo Hitchcock en Hollywood, y la primera y única en ganar un Oscar a la mejor película.
A Mrs. Danvers casi no se la ve caminar. Hitchcock quiso potenciar el carácter nervioso de Joan Fontaine, y procuró que Judith Anderson apenas se moviera.
Una de las candidatas a conseguir el papel protagonista fue Vivien Leigh. También, según sus memorias, Maureen O´Hara, Anne Baxter, Olivia De Havilland (que se negó a hacerlo porque su hermana, Joan Fontaine, era candidata) Anita Lousie, Loretta Young y Carole Lombard, a la sazón esposa de Laurence Olivier que intentó infructuosamente que lo consiguiera. Por este motivo, trató fatal a Joan Fontaine. Hitchcock, aprovechándose de ello, hizo que todo el mundo en el plató intentara ponerla nerviosa, consiguiendo así un personaje aún más creíble.
Es la segunda película de Hitchcock basada en una novela de Daphne Du Maurier. Por eso quiso que la película se llamara «Daphne» y no «Rebeca», pero Selznick se negó.
Como Selznick no encontró un lugar apropiado para hacer la película en todo EEUU, Manderley se tuvo que hacer con una maqueta en miniatura.
Entre los papeles masculinos los candidatos fueron William Powell, Robert Donat, Ronald Colman y Leslie Howard.
Con objeto de mantener la oscura atmósfera del libro, Hitchcock insistió en filmarla en blanco y negro.
Como en todas sus películas, Hitchcock aparece en algún momento. Es este caso, mientras Favell está haciendo una llamada desde una cabina.
A través de este precioso término nos referimos a objetos antiguos de diseño artístico y buena calidad. La palabra, y sobre todo la esencia del término vintage nos hace pensar en diferentes cosas a cada uno de nosotros: ropa, joyas, decoración… Y aunque a día de hoy solemos asociarla a moda y diseño, yo no puedo olvidar su origen.
Vintage, palabra inglesa preciosa en su sonoridad, que podría traducirse como “vendimia». El término vintage lo usaban las bodegas para referirse a aquellos los vinos que se producían con sus mejores cosechas y eran añejados.
Por eso creo que en mi caso, siempre que escucho la palabra vintage me vienen a la cabeza burbujas… Burbujas de champagne.
Cierro los ojos e imagino aquella mágica noche de 1670, en la cava de la abadía de Hautvillers. Sobresaltado por el estallido de una botella, su abad Don Pierre Pérignon, descendió a la bodega y tras probar el vino que se había derramado, despertó a los demás monjes con un grito que ha hecho historia: «¡Venid, hermanos, venid! ¡Estoy bebiendo estrellas!». Por supuesto, se trataba de champagne.
Vintage es calidad, es exclusividad, es historia y es estilo.
Por ello cuando pienso en el monje Pierre Pérignon podando los viñedos para que no alcanzaran más de 90 cm. de altura. Recogiendo sólo las uvas que estaban enteras, y solo cuando hacía frío. O poniendo telas húmedas sobre los racimos que estaban al sol, para conservarlos frescos y no permitiendo que ningún tipo de maceración cambiase el sabor del mosto… el concepto vintage alcanza su máximo esplendor en mi cabeza.
La primera cosecha de Dom Pérignon vintage fue de 1921. Y cada nuevo vintage se crea a partir de las mejores uvas de una misma añada. Si esa añada no cumple con el ideal de excelencia, se descarta para ser un Vintage.
Hay una historia ocurrida en Julio de 2010 que es realmente fascinante:
Un grupo de buceadores encontró un barco hundido en el mar Báltico, probablemente el buque naufragó entre 1825 y 1830.
¿Dónde se dirigía el barco? ¿Quién era el destinatario del tesoro que transportaba? Preguntas a las que seguramente hoy ya no encontraremos respuesta.
Pero lo que si sabemos es cuál era el botín de ese barco: 145 botellas de champagne francés.
Un barco que naufragó hace casi dos siglos, y lo más apasionante de esta historia es que 79 de estas botellas, de tres marcas muy conocidas: Veuve-Clicquot, Juglar y Heidsiek, están en perfectas condiciones para su consumo.
Parece ser que la temperatura constante del agua, la oscuridad del fondo del mar y la presión dentro del propio envase consiguió que el champagne conservara todas sus cualidades gustativas.
No sabremos ya para quién eran esas botellas, ni el motivo de esa posible fiesta o acontecimiento al que se dirigían.
Pero lo que si sabemos es, que a día de hoy, hablamos del champagne más antiguo del mundo. Absolutamente vintage y apasionante.
Levanto mi copa con todos vosotros y acompañada de estas magnificas burbujas vintage, hago un brindis porque podamos seguir disfrutando de tantas cosas e historias bellas que nos rodean.
Artículo escrito por Rus Martínez Cantero. Rus es Social Media Strategist especializada en identidad digital y este mes Blogguer invitada en “Vintage By López-Linares”. Mil gracias.
“Vintage Blogger” va a ser nuestra nueva sección para poder interactuar con blogueros y, en general, con entusiastas del mundo 2.0 con inquietudes un tanto distintas a las nuestras, aunque siempre vais a encontrar que sus artículos tienen una cierta sintonía y puntos en común con nosotras. Ellos nos hablaran de su mundo, sus inquietudes, sus ilusiones o sus experiencias… pero siempre con un enfoque vintage y retro.
Estoy convencida de que todos ellos van a enriquecer nuestro espacio, y de que van a hacernos valiosas aportaciones para que este pequeño universo Vintage siga expandiéndose por los más recónditos lugares del mundo.
Vamos a hacer incursiones retros de la mano de grandes plumas del mundo 2.0 y, como no podía ser de otra forma, nos estrenamos con una invitada de lujo. Rus Martínez Cantero nos sorprenderá la semana que viene con un fantástico artículo sobre el champan más chic y vintage.
Una de las más ácidas, chispeantes y brillantes sátiras de la alta sociedad americana jamás filmada. Quizás un tanto exagerada para mi gusto y con una interpretación sobreactuada en exceso.
Un atractivo vagabundo es contratado por una familia adinerada para trabajar como mayordomo en su lujosa mansión de la elegante Quinta avenida neoyorquina.
La película está salpicada de magistrales gags dignos del mejor y más clásico teatro de variedades americano. Una «screwball» que encantaría a Groucho Marx.
Nos encontramos ante una divertida comedia en la que los personajes rozan lo esperpéntico, reflejando, si cabe con más intensidad, la superficialidad y banalidad con que vivían las clases más adineradas en la época de la Gran Depresión americana.
Alegre, deliciosa, inteligente y elegante. Ua joya del cine clásico. Las toneladas de glamour en el vestuario y en la decoración de los salones, junto con las situaciones absurdas que viven sus personales y los disparates que les suceden, hacen de ella una de las comedias más recordadas del cine en Blanco y Negro.
Premios:
Seis nominaciones a los Oscar (aunque no recibió ninguno):
-Mejor actor (William Powell)
-Mejor actriz (Carole Lombard)
-Mejor actor secundario (Misha Auer -el protegido-)
-Mejor actriz secundaria (Alice Brady)
-Mejor director (Gregory La Cava)
-Mejor guión adaptado.
Premio del National Film Preservation en 1999.
Curiosidades:
William Powell fue sustituido en la escena en la que éste lleva a hombros a Carole Lombard.
La revista Premiere la votó como «una de las mejores 50 películas de la historia del cine» en 2006.
Aunque los dos actores principales estaban divorciados, Powell declaró que Carole Lombard era la única mujer que podía hacer el papel de Irene.
La película está basada el el libro «1101 Park Avenue», de Eric Hatch.
Jane Wyman (Ángela Channing de «Falcon Crest») aparece en la película, aunque no en los créditos.
En 2002 la película se remasterizó y coloreó.
Carole Lombard tenía el hábito de decir tacos en los diálogos, lo que hizo repetir multitud de escenas.
Fue William Powell el que sugirió que Lombard hiciera el papel de Irene ya que, decía, tenía muchas cosas en común con el personaje.
El hotel «Waldorf-Ritz» no existe. Es una amalgama de dos hoteles de Nueva York, El Waldorf-Astoria y el Ritz-Carlton.
Debido a un error en los derechos de copia originales, la película ha sido de dominio público, lo que significa que cualquiera podía hacer una copia y venderla.
Meteduras de pata:
La puerta de la habitación de Godfrey, que da a la cocina, se abre en ambas direcciones.
Cuando llega la policía a resolver el asunto del collar, aparecen tres oficiales. Al marcharse, aparentemente sólo se van dos.
Durante todo el mes de junio nuestro muro de Flickr se ha llenado de “Azul”: azul cielo, azul mar, azul turquesa… siempre con un toque Vintage.
En total han sido 29 fotografías las que se han presentado al concurso, todas ellas impresionantes y con unas ediciones de lo más nostálgicas.
Estas son todas las fotografías participantes. En cada una de ellas podéis ver el nombre de su autora.
Como ya sabéis, esta edición ha sido especial ya que vamos a repartir tres premios. En la cabecera podéis ver la fotografía de Carmen Hache, ella ha recibido el primer premio, el segundo ha sido para Verónica de Prado y el tercero para Carolina Lobo.
SEGUNDO PREMIO:
TERCER PREMIO:
El resto de las fotografías participantes:
Por último os dejo el vídeo con todas las fotografías.
¡Muchísimas gracias a todas por participar!
No os vayáis muy lejos… porque en septiembre regresamos con nuevos retos e increíbles regalos.