Si eres de las que alguna vez soñaste con lucir unos pendientes pintados por Tintoretto, las famosas joyas de Desayuno con Diamantes o la tiara de Sissi Emperatriz, este es tu espacio igual que nuestro.
Estilo de joyería que se encuentra dentro del arte Precolombino.
La joyería precolombina estaba realizada por tribus indias con muy diversas técnicas y estilos según la región. Normalmente se realizan en oro o en tumbaga (aleación de oro y cobre).
Pectorales, colgantes, adornos para la nariz, las orejas, máscaras, etc…
La mayoría de las piezas que han sobrevivido se encuentran en el Museo del Oro de Bogotá. Todas estas piezas han sido encontradas en excavaciones arqueológicas. La mayoría de las joyas fueron fundidas por los conquistadores españoles y trasladadas a España como botín para los Reyes.
La joyería Incaica concretamente procede de algunas regiones de Bolivia, Ecuador y el norte de Chile y está fechada desde 1200 hasta la conquista española por Francisco de Pizarro y la caída de Cuzco en 1533.
Cuando el emperador inca Atahualpa acudió en 1532 a Cajamarca para parlamentar con Pizarro fue encarcelado y una enorme cantidad de joyas de oro aproximadamente unos 6kg que habían sido reunidos para rescatarlo fue ocultada por Pizarro y en su mayor parte fue fundida y enviada a España en forma de lingotes. Algunas de estas piezas se libraron de la destrucción.
Las joyas incas se fabricaban exclusivamente para los dioses y para el emperador y su corte.
En las imágenes que os adjunto podéis ver diversas piezas de arte Precolombino.
Joya de vitrina o exposición que fabricó principalmente el joyero ruso Carl Fabergé. Los huevos estaban hechos de oro, esmalte y piedras preciosas.
Se realizaron 69 Huevos de Pascua entre los años 1885 a 1917, 61 de ellos se conservan.
Para la Pascua de 1883, el zar Alejandro III le encargó al orfebre Peter Carl Fabergé la construcción de un huevo para regalarle a su mujer, la zarina María. El regalo consistió en un huevo con cáscara de platino que contenía dentro uno más pequeño de oro. Al abrirse este último, se encontraba una gallina de oro en miniatura que tenía sobre su cabeza una réplica de la corona imperial rusa. Este particular Huevo de Pascua le gustó tanto a la emperatriz que el zar le ordenó a Fabergé que realizara uno nuevo para cada Pascua.
Once fueron en total los huevos que Alejandro III le regaló a su mujer. Luego, su hijo Nicolás II continuó con esta tradición y mandó realizar otros para regalarles a su mujer y a su madre. Los 57 huevos que confeccionó la casa Fabergé tenían en su interior algún obsequio, réplica en miniatura de una de las pertenencias de los zares.
Recientemente un huevo fabricado por Fabergé para la familia de banqueros Rothschild, alcanzó en una subasta de la casa Christie’s de Londres. el precio récord de 18 millones de dólares.
Pero la más sorprendente de las noticias sobre este tema es la de un chatarrero americano que compro sin saberlo uno de dichos huevos una joya labrada en oro y decorada con diamantes y zafiros fue creada por el joyero como regalo del zar Alejandro III para la zarina Maria Feodorovna en 1887. El chatarrero la adquirió en un mercadillo con la intención de vender el oro al peso, hecho que por fortuna no realizó ya que no le pagaban más de lo que había él pagado por ella.
Pasados los años, y gracias a internet dio con el origen de la pieza en cuestión y viajo a Londres para realizar la venta de la joya por la que ha conseguido la increíble cantidad de 20 millones de libras ( 23,8 millones de euros aproximadamente).
Os dejo el link a la noticia completa porque es increíble.
Nosotras en la tienda tenemos replicas en miniatura de estas joyas y la verdad que es una de las piezas que más admiradores tiene.
Gemelo: pasador formado por dos piezas unidas por un pequeño vástago o por una cadenita, que se usa para cerrar el puño de la camisa.
Los gemelos están diseñados solo para usarse con camisas con ojales a ambos lados, y que por tanto no llevan botones. Estos puños pueden ser sencillos o dobles, pudiéndose llevar ya sean «besándose» (enfrentados) o solapándose uno con el otro. Sin embargo, se suelen preferir los puños «besándose».
Una pieza de joyería eminentemente masculina, pero que las mujeres hemos adoptado en los últimos años, y que según la National Cuffling Society ya se encontraron evidencias de su uso en jeroglíficos antiguos en la tumba de rey Tut. No obstante, los gemelos tal y como los conocemos hoy en día fueron usados por primera vez durante el siglo XVIII.
No fue hasta mediados de este siglo con la invención de la máquina de estampación a vapor, la electro-metalurgia y la máquina de torneado a Guilloché, que se pudieron fabricar gemelos un poco menos artesanales, ya que hasta ese momento todo el proceso se hacía manualmente.
A medidos del S.XIX se popularizó su uso al ponerse de moda lo que conocemos ahora como el puño francés o camisa de doble puño -moda que se ha mantenido desde entonces- y por la que siguen siendo tan populares este tipo de joyas masculinas. Es esta época se popularizó mucho la costumbre de guardar un pequeño mechón de pelo, de un amor perdido, debajo del cristal del gemelo de un hombre como signo de pena y de nostalgia.
Durante 1880 en América, George Krementz patentó un dispositivo basado en una máquina de fabricación de vainas para la guerra civil, que podía producir en masa botones y gemelos. De repente, todos los negocios estadounidenses estaban encargando gemelos para publicidad o como regalos para incentivar a sus clientes
Ya en el siglo XX se popularizaron los gemelos de esmalte. Los artesanos de la casa Fabergé, que con la revolución comunista se vieron forzados a emigrar de su país, viajaron hasta América y Europa popularizando el uso de este tipo de técnica en la fabricación de joyas para hombre.
Si os interesa la historia de los gemelos y su evolución a lo largo del tiempo, no podéis dejar de visitar el Cufflink Museum (Museo del Gemelo) en Conway, New Hampshire, que exhibe orgulloso más de 70.000 pares. No he sido capaz de encontrar el link a su página Web, no sé si es que no tienen o se encuentra registrada por otro nombre, pero me quedo con ello pendiente y si la localizo la incluiré aquí más adelante.
Una de las colecciones más completas y exclusivas de las que he podido tener referencia, ha sido la de la familia real inglesa. Tres generaciones de reyes en una colección de gemelos. La colección incluye gemelos que cubren los reinados de Eduardo VII y sus sucesores, Jorge V y Eduardo VIII, y sigue siendo ampliada por el actual Príncipe de Gales.
Son un regalo elegante, discreto y duradero. Un recuerdo para toda la vida. Una joya que pasa de padres a hijos y que perdura en las familias, más allá del tiempo.
El esmalte es un compuesto de vidrio al que se le añaden óxidos metálicos que permiten obtener una infinidad de colores y tonos, alcanzando su punto de fusión a una gran temperatura lo que le confiere una longevidad y belleza enorme.
Hay muchos tipos de esmalte, pero yo me voy a centrar en los más utilizados en joyería:
Champlevé:
En esta técnica lo que se hace es rebajar la superficie a esmaltar en distintos niveles con ácido creando así los distintos dibujos, para posteriormente proceder a rellenar los huecos con esmalte. Es muy importante que la zona a rellenar esté perfectamente preparada para que el esmalte se adhiera de forma homogénea. El esmalte así queda como “encerrado” entre el metal. Posteriormente, como en el resto de técnicas, se pule y abrillanta.
Cloisone:
En esta técnica se emplean pequeños hilos de metal que se colocan creando dibujos atractivos y dejando pequeños huecos entre medias. Estos espacios se rellenan luego con esmalte de distintos colores. La pieza, luego, se puede lijar más o menos según el gusto del artesano para igualar los niveles.
Plique-à-jour:
Esta es la técnica más complicada, pero la más bella y delicada de todas. Se aplican repetidas capas de esmalte en unas celditas sin fondo, de esta manera se rellenan los huecos pero el esmalte deja pasar la luz y queda transparente, casi como si de una vidriera se tratase. En joyería se ha utilizado mucho y las piezas tienen una belleza impresionante. Requiere de unas manos muy expertas y precisas.
Os dejo algunas imágenes con ejemplos de los distintos tipos de esmalte.
Según la leyenda, fue el griego Dionysus quien inventó la ornamenta para la cabeza llamada hoy diadema. Realmente, la palabra diadema viene de griego ‘diadein’ (unirse en torno a).
Ya antes de la evolución de la metalurgia algunas civilizaciones antiguas, como los etruscos y los escitas, hacían guirnaldas y coronas de flores y hojas para adornar sus cabezas.
Según los artesanos, fueron desarrollando sus habilidades y técnicas, se cambiaron las temporales ornamentas florales por diademas más trabajadas y duraderas. Manteniendo esas flores en muchos casos su significado ancestral.
Nosotras distinguimos tiara de diadema, aunque sus orígenes son los mismos. Una diadema es un aro abierto que queda más pegado a la cabeza, e incluso se usa para sujetar el pelo hacía detrás. La tiara levanta, según su tamaño, y luce más en la parte delantera de la cabeza.
Aunque hay conocimiento de que en ocasiones especiales algunos hombres llevaban diademas de oro, este tipo de joya es mucho más usual en mujeres.
Actualmente podemos encontrar diademas de pasta, metal, oro o plata. Las diademas de pasta suelen utilizarse como tocado adornadas con plumas, fieltros o encajes de distintos colores. Las diademas joya, realizadas en oro o plata con piedras preciosas o semipreciosas, se utilizan en grandes ocasiones y enlaces.
Las diademas que ilustran esta entrada están realizadas en plata con circonitas, esmalte y perlas de agua dulce, tipo alfojar.
Inauguramos el 2014 con un proyecto que me tiene súper ilusionada.
Llevo desde este verano pasado dándole vueltas a la manera de unir mi pasión por la fotografía con mi pasión por el mundo Vintage.
Para mí, Vintage es sinónimo de exclusividad, calidad, buenos materiales y, por supuesto, artesanía. Vintage es sinónimo de algo bien hecho en el pasado.
Si pienso en encajes, cintas de terciopelo, flores silvestres, libros antiguos, fotografías en blanco y negro, tesoros escondidos en un baúl, muebles en una buhardilla antigua… estoy pensando en Vintage.
La fotografía Vintage es una fiebre que se contagia. Editar en blanco y negro, sepia o con texturas es todo un arte que nos traslada a los principios de la fotografía, cuando cada foto era revelada sin saber muy bien lo que te ibas a encontrar.
Ha sido esta pasión por la fotografía lo que me ha llevado a realizar “My Vintage Dictionary”. Un diccionario ilustrado con fotografías que intentan recuperar la esencia de las piezas de joyería antigua, de las joyas bien hechas.
El proyecto va para largo. La idea es realizar una serie de fotografías de cada entrada. Fotos especiales con ese aire retro que tanto me gusta darles, e incluir una breve descripción que os ayude un poco más a comprender los orígenes y la esencia de cada uno de los vocablos.
El trabajo manual, las cosas bien hechas, el gusto por los detalles, los acabados perfectos… esa es la esencia del Vintage y lo que voy a intentar transmitiros con “Mi diccionario Vintage”.
Espero que os sirva de ayuda para comprender un poco mejor porqué estoy tan enamorada de esta estética, y que podáis disfrutar conmigo de la magia que me transmite.