Si eres de las que alguna vez soñaste con lucir unos pendientes pintados por Tintoretto, las famosas joyas de Desayuno con Diamantes o la tiara de Sissi Emperatriz, este es tu espacio igual que nuestro.
Barbara Stanwyck, la mejor actriz que nunca ganó un Oscar, como ella misma se definió, aparte de un Premio Honorífico de la Academia en 1982.
La Stanwyck demuestra, una vez más, su camaleónica capacidad para hacer absolutamente todo tipo de papeles, desde el más dramático hasta, en este caso, la comedia más alocada.
Gary Cooper, en su papel de buena persona que tantos éxitos le dio, demuestra una vez más que es un seguro para cualquier película que se le ponga por delante. Ambos están magníficos. Ella en el papel de maleducada, ordinaria y sexualmente liberada corista, en manos de un mafioso que cree tenerla en propiedad y él como el tímido profesor Potts, totalmente absorbido por los encantos vulgares de Sugarpuss, dispuesto a seguirla hasta el fin del mundo.
Una película preciosa, en línea con las alocadas comedias del maestro Hawks. La escena del «yum, yum», en la que Stanwyck se tiene que subir a un taburete (Barbara Stanwyck medía 1,65, mientras Cooper llegaba hasta metro noventa) es absolutamente encantadora.
El papel de todo el equipo de obsoletos y encantadores profesores que acompañan a Gary Cooper en la realización de la enciclopedia es magistral.
Una película perfecta para pasar una tarde de domingo en casa…
Premios:
Nominada a los premios Oscar de 1942 por:
Mejor actriz
Mejor guión original.
Mejor sonido.
Mejor banda sonora.
Curiosidades:
El puñetazo que Barbara Stanwyck le dio a Kathleen Howard fue real. Barbara Stanwyck le rompió la mandibula.
Es un guión de Billy Wilder que escribió en Alemania. Cuando emigró a Estados Unidos se lo vendió a Samuel Goldwyn, que le prometió un cheque de 10.000 dólares si la película tenía éxito. Suceció así y Goldwyn se negó a darle esa suma de dinero («¡Nunca dije tal cosa!). Más tarde reconoció su error y le dio a Wilder un cheque de… 5.000 dólares.
Aparte de Gary Cooper, el guión de los siete profesores está inspirado en los siete enanitos de Walt Disney.
Ginger Rogers y Carole Lombard rechazaron el papel de Sugarpuss. LucilleBall quiso hacerlo, pero Goldwyn prefirió a Barbara Stanwyck.
El mayor éxito en la carrera de Bette Davis; que sin ser guapa, ni tener una figura envidiable, ni ser la más seductora de las diosas del olimpo de Hollywood, demostró al mundo con su interpretación en esta película lo que significa ser una grandísima actriz.
La Davis pasa de ser una jovencita desgraciada, totalmente atormentada, insegura y absolutamente dominada por su insoportable y egoísta madre, con un físico de lo menos atractivo y seductor a convertirse, gracias al amor y comprensión de un encantador Paul Henreid, en una mujer independiente, segura de sí misma y valiente.
Una película de detalles, de silencios y de miradas. Una película en la que los ojos y las manos de Bette Davis nos hablan continuamente de sus miedos, sus deseos y sus inquietudes. Una película llena de matices y escenas memorables.
La escena en la que Jerry enciende los dos cigarrosa la vez para que él y Davis fumen juntos, recurrente en la película, es antológica, por no decir una de las más emblemáticas de la historia del cine romántico. Una escena con una carga emocional y sensual impresionante. La complicidad de su mirada en ese momento expresa inequívocamente el amor que se profesan, la necesidad de explotar intensamente ese instante compartido, así como lo imposible de ese amor.
Una película preciosa, de esas que te dejan un grato sabor cuando la terminas de ver y que, como el tiempo ha demostrado, volverías a ver con sumo placer.
La película reflexiona sobre las relaciones en el seno de la familia y las consecuencias negativas que una disciplina excesivamente estricta puede acarrear en la personalidad de los hijos. La película es un canto a la libertad y a la sana responsabilidad de tomar tus propias decisiones, aunque no sean las correctas y te hagan equivocarte. Seguramente conmocionaría a la más estricta sociedad americana de los años 40.
Aunque no sé si más que un canto a la libertad lo es más aún al amor y a la generosidad. Un canto al amor profundo e incondicional. Amor rebosante de generosidad en el que una mujer piensa antes en la felicidad de la persona que ama que en la suya propia.
Me quedo con esta frase:
«No pidamos la luna, porque tenemos las estrellas».
Está claro que soy una romántica empedernida…
Premios:
Oscar en 1942 a la mejor banda sonora (Max Steiner).
Nominada a la mejor actriz y a la mejor actriz secundaria.
Premio en 2007 del National Film RegistrationBoard.
Curiosidades:
La película iba a ser dirigida por Edmund Goulding, con la idea de darle el papel protagonista a IrenneDunne. Pero cayó enfermo y la dirección pasó a Michael Curtiz, que pensó mejor en Norma Shearer o Ginger Rogers. Bette Davis, mientras tanto, peleó por conseguir el papel, cosa que consiguió siempre que Curtiz no la dirigiera. Fue entonces cuando se decidió que Irving Rapper fuera el director.
Fue el mayor éxito de taquilla de Bette Davis en toda su carrera.
La escena en la que Paul Henreid enciende dos cigarros para darle uno a Bette Davis se hizo tan famosa, que las mujeres cuando veían a Henreid le entregaban dos cigarros de su propia cajetilla para que él las encendiera el suyo.
La película está basada en una novela que forma parte de una serie de cuatro libros. Ésta es la tercera parte.
A Bette Davis no le gustó el Oscar a Max Steiner, argumentando que la música se entrometía demasiado en su papel.
Las escenas de los cigarros son más antiguas. Ya se habían hecho en otras películas.
Claude Rains terminó su última escena de esta película y a la mañana siguiente estaba empezando a rodar «Casablanca».
La escena del taxi hay que verla en versión original, porque es totalmente veraz. El taxista no hablaba ni portugués, ni inglés y ni Bette Davis ni Paul Henreid hablaban portugués. El taxista hace un pastiche entre portugués, español y siciliano, con lo que la escena resulta aún más cómica.
El tema de amor de la banda sonora fue posteriormente utilizado en una seductora escena en la película protagonizada por Joan Crawford de 1945 «Alma en suplicio».
Probablemente, esta película relanzó a Joan Crawford en un momento en que su carrera empezaba a decaer. Llegaban las jóvenes (Lana Turner, Judy Garland, HedyLamarr…) y, aunque sus rivales (Greta Garbo y Norma Shearer) no volverían a hacer otra película, los papeles no acababan de llegar.
De hecho, le ofrecieron a Greta Garbo el papel antes que a ella pero la Garbo lo rechazó.
Con permiso de «Alma en suplicio», «Un rostro de mujer» es, quizá, la mejor interpretación de Joan Crawford. No solo por su impresionante capacidad dramática, sino porque, por primera vez, la actriz tuvo que enfrentarse al duro trago de tener que cambiar completamente el carácter del personaje.
La enfrentada dualidad del bien y del mal. Joan Crawford pasa de la maldad más absoluta provocada por su espantosa fealdad –«Esto es el resultado de lo que me han hecho los hombres», dice en una ocasión-, a convertirse en el ser más encantador de la tierra. Todo ello casi sin cambiar su estilo sencillo y discreto a la hora de vestir. Una sencilla falda de tubo y un suéter oscuro, son prácticamente todo el vestuario que se permite la estrella a lo largo de la película. Nada que distraiga su impresionante belleza.
Si ya tenía un aura de estrella, esta película y, gracias a ella, las que vinieron después, la trasladaron al Olimpo de los Dioses del Cine. Se convirtió en la «reina del drama» por derecho propio.
Curiosidades:
Es una versión de una película ya hecha en Suecia y protagonizada por Ingrid Bergman. De hecho, la acción se desarrolla en Suecia.
Cukor se sintió decepcionado porque la película cayera en la convencionalidad, en parte por las presiones del estudio y de la época.
Conrad Veidt escribió en sus memorias que fue su película favorita.
Bette Davis (Leslie Crosbie)
Herbert Marchall (Robert Crosbie)
James Stephenson (Howard Joyce)
Frieda Inescort (Dorothy Joyce)
Menudo papelón hace la Davis en este drama. No había visto la película y ni siquiera sabía de qué iba, a pesar de que ella es una de mis actrices favoritas y estaba deseando enfrentarme a su papel de mala malísima, del que tanto me habían hablado.
Me ha costado muchísimo encontrar la película. Al final he conseguido una copia en Ebay. Me estoy comprando todas las películas de nuestro Especial de los Miércoles, pues me hace especial ilusión tener las 52 cintas en casa para poder volver a verlas en cualquier momento. Ya las he buscado un rincón especial en la estantería de mi salón.
Para muchos esta es la mejor actuación de Bette Davis, con la que forjó su aura de «mala, malísima». Aunque en Jezabel interpretara un papel de joven burguesa, malcriada y capaz de hacer daño a los demás por despecho, al final demuestra tener un buen corazón y voluntad de expiar sus culpas. Por el contrario, en “La Carta” es la maldad en estado puro. Manipuladora, cínica, falsa… lo tiene todo.
Menudas escenas nos deja este drama. Ya para empezar, los primeros minutos de la cinta son impactantes. Ese paseo de la cámara por los exteriores de la plantación, con los indígenas adormecidos entre los matorrales en una oscura y tenebrosa noche. De repente, aparece ella… impertérrita, con un enloquecimiento frio y desgarrador, descarga su revólver con una seguridad aplastante. A los pocos segundos, sorprendentemente, se convierte en una dulce y afligida esposa explicando los pormenores que la han llevado a cometer el asesinato.
Otra escena que me dejó impactada es la de la cárcel. ¡Qué estrategia manipuladora más increíble! Consigue meterse al abogado en el bolsillo de la manera más sutil, casi sin que él mismo se dé cuenta. Y luego, la escena en la que se enfrenta a la viuda de su amante. Esas miradas en penumbra, cubierta por esa preciosa mantilla de encaje blanco. Y como al final se enfrentan cara a cara las dos, una lucha entre mujeres enamoradas que se miran fijamente, como retándose la una a la otra.
El director se las ingenia para realzar los encantos personales de la protagonista, no solamente su singular belleza, el magnetismo de su mirada y su expresividad dominan la pantalla continuamente.
La película, que reflexiona sobre la pasión, el amor, la sinceridad y la fidelidad, aunque obtuvo un gran éxito de público en la época no recibió ninguno de los seis Oscar a los que estaba nominada.
A mí me ha impactado…
¿La habéis visto?
Contadme, por favor qué os ha parecido.
Premios:
Oscars (1941):
Nominada a: Mejor película, mejor actriz, mejor actor, mejor director, mejor fotografía, mejor montaje y mejor banda sonora.
Premios del New York Film Critics Circle Awards: Segundo premio al mejor director y tercer premio al mejor actor.
Curiosidades:
• En la escena del asesinato, el actor David Newell tuvo que tirarse de la escalera ocho veces, hasta que el director estuvo contento con el resultado.
• Está basada en un hecho real.
• Es la segunda versión que se hizo de esta película.
• En la obra de teatro, la protagonista sale indemne. La censura no permitió que fuera así en la versión cinematográfica (lo que le da mayor calidad a la película).
Primera escena de la película, ya empieza impactando
Esta tenía unas ganas locas de volver a verla, recordaba más o menos la trama pero mi memoria no era capaz de recordar muchos pequeños detalles que al volver a verla me han entusiasmado.
En mi humilde opinión, no sé si habrá otra comedia romántica mejor hecha que esta. Cuando la guerra estaba a punto de convertirse en Mundial, cuando los Americanos estaban viviendo un sueño irreal, donde todo iba bien mientras el mundo se derrumbaba, llega Cukor y su elegantísima, exclusiva y deliciosa manera de hacer comedia para seguirles sumidos en esa «realidad irreal» donde todo es maravilloso (a pesar de que los patriarcas están divorciados), glamuroso (a pesar de las toscas maneras de los dos periodistas), elegante (a pesar de la mala educación de Dina) y socialmente correcto (a pesar del festival de cuernos).
Katharine Hepburn está magnífica, con su elegancia natural y un vestuario de Oscar que realza todos sus encantos femeninos. Se encuentra rodeada de hombres que le acosan, mientras un inteligentísimo Cary Grant espera pacientemente el momento de atacar para recuperar a la mujer que ama.
Algún día me encantaría escribir sobre Adrian Adolph Greenburg el creador de todo el vestuario de Katharine y sin el que todos los encantos de la actriz no habrían quedado tan patentes en cada una de las escenas. El vestuario es exquisito.
El gran mérito del guión de esta película creo que, es que no sabes que va a hacer Katharine Hepburn hasta el final. ¿Se casará con Kitredge? ¿Se fugará con el periodista, con quien tiene un romance la noche anterior a la boda? ¿O volverá con ese encantador de serpientes que es Cary Grant?
No es un triángulo amoroso. Es un canto a la aventura, al amor, al desenfreno, pero hecho con la elegancia que Hollywood imprimía a sus películas.
Quizá el código Hayes recibió miles de críticas por parte de los guionistas, productores, directores y actores de Hollywood, pero al final se hacían películas inteligentes, ya que había que darle al coco para que el espectador comprendiera lo que no se podía ver. Una manera de hacer cine que dejaba entrever lo que todo el mundo sabía y criticaba a escondidas.
Una comedia de 10 que no puedes perderte si como yo eres una enamorada del cine clásico romántico.
¿Con cuál de todos sus pretendientes te habrías quedado tú? Yo no lo he dudado ni un segundo…
Premios:
Oscars (1941):
Oscar a James Stewart al mejor actor secundario al mejor guión adaptado y nominada a mejor película, mejor actriz y mejor director.
Premio en 1995 del National Film Preservation Board.
Premio en 1940 del National Film Critics Circle Awards a Katharine Hepburn. Segundo lugar a la mejor película.
Curiosidades:
James Stewart siempre pensó que su actuación no estuvo bien y que el Oscar se lo tendrían que haber dado a Henry Fonda.
La película se rodó en sólo ocho semanas y no necesitó nuevas tomas.
Katharine Hepburn poseía los derechos de la película, que ya había representado en teatro. Los derechos los tenía Howard Hughes y se los dio de regalo.
Katharine Hepburn quería que Clark Gable hiciera el papel de Cary Grant y que Spencer Tracy hiciera el de James Stewart (en este caso lo habría bordado), pero estaban ocupados en otros proyectos.
El guión de la película fue escrito y pensado para Katharine Hepburn.
El sueldo que recibió Cary Grant, 100.000 -una suma enorme para la época- lo donó por completo al Fondo Británico de Ayuda a la Guerra (estamos en 1940 y Cary Grant era inglés).
La escena de buceo de Katharine Hepburn es real, sin dobles.
A Cary Grant le dejaron elegir qué papel, de los dos protagonistas, quería hacer. Eligió el menos ostentoso (cosa, por otra parte, lógica, dada la calidad del actor. N.d.a).
James Stewart estaba tan incómodo en la escena de la piscina, que se empeñó en llevar un albornoz. Según él, si hubiera salido en bañador, habría sido el final de su carrera.
El collar sobre el que Dina (la niña) dice «apesta» es una copia del collar que se usó en la película «María Antonieta» protagonizada por Norma Shearer.
La película está calificada en el quinto puesto de las mejores comedias románticas de todos los tiempos según The American Film Institute.
Años después se hizo un musical basado en la misma película, llamada «Alta sociedad», donde Grace Kelly hace de Tracy, Frank Sinatra de periodista y Bing Crosby de C. K. Dexter Haven. Una chapuza en mi opinión, a pesar del elenco de actores/cantantes (incluso sale Louis Armstrog).
Peliculón, creo que junto con “Jezabel” de la que ya os hable hace unas semanas, la que más me ha sorprendido hasta ahora. La había visto hace mucho tiempo, pero la verdad no me acordaba prácticamente de nada.
Está claro que a mí esto del cine clásico cada día me está enganchando más, y es que nunca pensé que lo pasaría tan bien con este proyecto.
Dice mi hermano Ángel, ya sabéis que es relojero y un entendido y gran aficionado al cine clásico, que para él es la mejor película de Hitchcock, incluso mejor que «Psicosis» y creo que tiene razón.
Es fantástico ver cómo como el director mueve a Joan Fontaine, la pobre se «mal desenvuelve» en una descomunal mansión donde todo le viene grande. Impresionante morada para la que se realizó una maqueta, ya que no encontraron una ubicación adecuada para realizarla en todo estados Unidos. Creo que si hubieran rodado la película en Inglaterra, les habría sido mucho más sencillo encontrar un paraje natural para realizarla. Allí he visto mansiones que podrían haber sido perfectamente “Manderley”, ese lugar que te hipnotiza en las primeras escenas de la película y que tantas desgracias trae a nuestra protagonista.
Joan Fontaine realiza un papel impecable de la apocada, temerosa y casi aterrorizada Mrs. De Winter. Su casi pavor, diría yo, a tener que enfrentarse a la espantosa Sra. Danvers convierten a este binomio en la clave del éxito de la película.
La Sra. Winter, una mujer que vive en el pasado donde el esplendor de la anterior Sra. De Winter llenaba de luz y optimismo la gigantesca casa. La nueva Sra. de Winter vive acosada por el odio, la maldad y la envidia. Rebeca se convierte en la tercera protagonista de la película, consiguiendo, sin estar presente, quitar el sueño a la dulce Sra. De Winter.
Una obra maestra del cine, imbuida en la tenebrosa atmósfera Hitchconiana donde cada escena es una sorpresa. Magnífica la actuación de las dos protagonistas, Joan Fontaine y la malvada Judith Anderson, y sorprendente final.
¡Os invito a pasar una tarde de cine clásico con Rebeca, y a que me contéis después que os ha parecido!
Premios:
Premio del National Board of Review a una de las mejores diez películas del año.
Tercer premio del National Film Critics Circle Awards a Joan Fontaine.
Oscar a la mejor película, mejor fotografía en blanco y negro, mejor actor (Laurence Olivier), mejor actriz (Joan Fontaine), mejor actriz secundaria (Judith Anderson) y mejor director (Alfred Hitchcock). En total seis oscars y 11 nominaciones.
Nominada al Oscar al mejor guión adaptado, a la mejor dirección artística, al mejor montaje, a los mejores efectos especiales y a la mejor banda sonora original.
Curiosidades:
Gracias al enorme éxito que tuvo esta película en España, la chaqueta que lleva Joan Fontaine pasó a ser conocida como «rebeca», llamándose así desde entonces.
Según instrucciones de Hitchcock, Judith Anderson no debía parpadear los ojos en ningún momento.
Fue la primera película que hizo Hitchcock en Hollywood, y la primera y única en ganar un Oscar a la mejor película.
A Mrs. Danvers casi no se la ve caminar. Hitchcock quiso potenciar el carácter nervioso de Joan Fontaine, y procuró que Judith Anderson apenas se moviera.
Una de las candidatas a conseguir el papel protagonista fue Vivien Leigh. También, según sus memorias, Maureen O´Hara, Anne Baxter, Olivia De Havilland (que se negó a hacerlo porque su hermana, Joan Fontaine, era candidata) Anita Lousie, Loretta Young y Carole Lombard, a la sazón esposa de Laurence Olivier que intentó infructuosamente que lo consiguiera. Por este motivo, trató fatal a Joan Fontaine. Hitchcock, aprovechándose de ello, hizo que todo el mundo en el plató intentara ponerla nerviosa, consiguiendo así un personaje aún más creíble.
Es la segunda película de Hitchcock basada en una novela de Daphne Du Maurier. Por eso quiso que la película se llamara «Daphne» y no «Rebeca», pero Selznick se negó.
Como Selznick no encontró un lugar apropiado para hacer la película en todo EEUU, Manderley se tuvo que hacer con una maqueta en miniatura.
Entre los papeles masculinos los candidatos fueron William Powell, Robert Donat, Ronald Colman y Leslie Howard.
Con objeto de mantener la oscura atmósfera del libro, Hitchcock insistió en filmarla en blanco y negro.
Como en todas sus películas, Hitchcock aparece en algún momento. Es este caso, mientras Favell está haciendo una llamada desde una cabina.
La semana pasada la casa de subastas de Beverly Hills, Julien’s Auctions sacó a subasta parte de la colección de vestidos y bocetos del diseñador de moda William Travilla, amigo íntimo de Marilyn Monroe. Entre las piezas subastadas destaca, el famosísimo vestido plisado color marfil que volaba sobre la rejilla del metro en “La tentación vive arriba” dejando a la luz las increíbles piernas de Marylin. Una escena y un vestido que se han convertido en icono a lo largo de los años.
William Travilla trabajo con Marylin en «Los caballeros las prefieren rubias», «Cómo casarse con un millonario» y «Luces de candilejas», aparte de la anteriormente mencionada.
Nacido en 1920 en Los Ángeles, fue descubierto por la actriz Ann Sheridan, quien admiraba y coleccionaba sus bocetos. Al poco tiempo fue contratado en el departamento de diseño en la Warner Brothers, con él que ganó un Oscar por «El burlador de Castilla» y trabajo en la Twentieth Century-Fox, donde vistió a estrellas como Ginger Rogers, Lana Turner y Marylin Monroe. Poco antes de su muerte en 1990, trabajo en los lujosos diseños de los seriales «Dallas» y «California”.
El famosísimo vestido salió a subasta con una estimación de venta entre 20.000 y 30.000 dolares, y junto con algunos bocetos firmados por el diseñador, muebles y recuerdos garantizan el éxito seguro de la subasta.
Estoy buscando los precios de remate de las piezas más significativas, si llego a encontrar los datos los añadiré en esta entrada.
Toda la información de este artículo pertenece a la casa de subastas Julien’s Auctions.
No hace mucho que estaba viendo a Antonio Banderas protagonizar el famoso personaje de “El Zorro”, y ha sido recordando esta última versión de la película, y por supuesto porque no podía faltar entre nuestro protagonistas Tyron Power, por lo que me he decidido a incluir en nuestro “Miércoles de Película” una versión clásica de esta aventura.
Esta, junto con la de Banderas, es una de las versiones que más me gusta de esta historia de aventuras por antonomasia.
Junto a los piratas, los aventureros africanos y los bandidos justicieros, el Zorro ha sido de los héroes preferidos del público hasta la llegada de los súper-héroes modernos. Robin Hood, La Pimpinela Escarlata, El Tulipán Negro, El Zorro o La Flecha Negra, todos ellos hombres de gran belleza, aventureros, íntegros, educados, elegantes y seductores…. El hombre perfecto para las jóvenes de la época.
Tyrone Power, un actor de gran carisma, le marca un gol al héroe de la época: Errol Flynn. Ruben Mamoulian, experto director de coreografías, convierte la película, gracias a su magnífica banda sonora, casi en un musical. Las escenas de «baile», los duelos, son excepcionales.
Considerada por muchos la mejor versión de todas, «El signo del zorro» es una película amena, entretenida y divertida. Basil Rathbone, uno de los mejores «malos» del cine, está estupendo -para mí el mejor de todos- y Tyrone Power borda el papel, una de sus mejores interpretaciones de a lo largo de su carrera.
¿Con qué versión te quedas tú?
Premios:
Nominada al Oscar a la mejor película y al mejor guión original en 1941.
Premio en 2009 del National Film Preservation Board.
Curiosidades:
Basil Rathbone era un experto en esgrima. No así Tyrone Power, que tuvo que ser doblado por un especialista. Las escenas más rápidas fueron rodadas a 18/20 fotogramas por segundo (lo usual son 24) y luego los efectos de sonido sincronizados.
Los soldados que apuestan al principio de la película usan los pesos mexicanos, cuando en realidad deberían usar la peseta.
Aunque El Zorro es un personaje de ficción, a menudo se le confunde con Joaquín Murrieta, un bandido mexicano (que Hollywood se encargó de confundir aún más al darle protagonismo en la última versión de Antonio Banderas, cuyo nombre real en la película «La máscara del Zorro» es Joaquín Murrieta). Asimismo, El Zorro ha inspirado a otros personajes como Batman y El Llanero Solitario.
Se han hecho 16 películas de el Zorro en EEUU, dos series de TV y otras 40 entre México, España, Italia, Francia y Bélgica. Los «Zorros» más famosos han sido: Douglas Fairbanks, Tyrone Power, Anthony Hopkins y Antonio Banderas.
Esta semana se ha cumplido el aniversario de la grabación de los primeros registros de Louis Armstrong y su banda de jazz los “ Hot Five”, corría noviembre de 1925. Hoy nuestro “Viernes en Blanco y Negro” rinde un homenaje al indiscutible rey del Jazz.
Un regalo de dios, como dicen algunos… Louis Armtrong marcaría las pautas por las que se desarrollaría el jazz en las siguientes décadas.
Los “Hot Five” serían la primera banda con la que Armstrong grabaría un disco, y el 12 de noviembre de 1925 la fecha elegida para crear los primeros registros que llevaban su nombre como director de orquesta. Considerada por muchos críticos como una de las mejores grabaciones de la historia del jazz.
«My Heart» y “Cornet Chop Suey” fueron las primeras canciones grabadas. La banda estaba compuesta por Johnny Dodds en el clarinete, Kid Ory en el trombón, Johnny St. Cyr en el banjo y la esposa de Louis, Lil Hardin-Armstrong en el piano.
• Director/es: Victor Fleming y (sin aparecer en los créditos) George Cukor y Sam Wood.
• Productor: David O. Selznick. En este caso es importante, puesto que Selznick es el creador, el «alma mater» de esta película. Sólo él tuvo la fe suficiente en pelear para que esta película saliese al mercado.
Reparto:
• VivienLeigh (Escarlata O´Hara)
• Clark Gable (Rett Butler)
• Olivia De Havilland (Melanie Hamilton)
• Leslie Howard (Ashley)
Sentarte una tarde de noviembre a ver «Lo que el viento se llevó», así como quien no quiere la cosa, convierte un día cualquiera en un día inolvidable. Casi cinco horas junto a mi hija, a la que conseguí convencer de que viera la película conmigo ocultándola que duraba casi cinco horas, y que no despegó los ojos de a pantalla ni un solo instante. Está claro que Cark Gable y Vivian Leigh siguen atrapando a las mujeres de todas las edades y generaciones.
“Lo que el viento se llevó” podría ser clasificada como «La PELÍCULA», con mayúsculas. Aventura, amor, conflictos, suspense, comedia… Todo está aquí. La obra maestra de David O. Selznick, que, a pesar de haber realizado muchas otras grandes películas, será siempre recordado por ésta.
Escenas memorables e infinitas, casi cinco horas de película que dan para mucho. Yo me quedo con la de Escarlata vistiéndose con Mami, apretándole el corsé. La interpretación de la criada negra es para mí uno de los pilares del éxito de la película, no en vano fue la primera mujer de color en recibir un Óscar de la academia de Hollywood, que considero con todo merecimiento.
La soberbia interpretación de Vivian leigh, sus expresiones de superioridad, envidia, avaricia, dolor, desesperación, picardía… Una interpretación magistral.
Su entrada con ese llamativo vestido escarlata en la fiesta, donde las jóvenes van vestidas de una manera mucho más pura, más casta es un guiño descarado a «Jezabel» y una escena cautivadora.
Los encuentros, con mezcla de amor/odio, entre una Escarlata totalmente ajena a los encantos de un desesperadamente enamorado Rett Buttler. Gark Gable está impresionante y no te cansas de mirarle.
Las interminables, enormes y maravillosas escaleras de toda la película. Las escenas casi «Hitchckonianas» (de hecho, Selznick pidió consejo al maestro del suspense en alguna ocasión), lentas, con el martilleante tic-tac de un reloj, donde las mujeres esperan paciente y desesperadamente, inmersas en un absurdo e inútil entretenimiento a que sus maridos salgan airosos del asalto a los bandidos…
“Lo que el viento se llevó” será siempre la película más famosas de la historia del cine, porque en ella se amalgama, seguramente sin quererlo, toda la grandiosidad de la época dorada de Hollywood. Una película sencillamente irrepetible y un icono para los amantes del cine clásico.
Premios:
Placa de Honor a William Cameron Menzies por el uso del color, reforzando la carga dramática de la película.
Oscar a la mejor actriz a Vivien Leigh; a la mejor actriz secundaria a Hattie MacDaniel (Mami), siendo la primera mujer negra en ser nominada y recibir un Oscar; a la mejor dirección artística a Lyle R. Wheeler; a la mejor cinematografía en color; al mejor director (Victor Fleming); al mejor montaje; a la mejor película; al mejor guión adaptado y premio especial a la mejor innovación técnica.
Nominada al mejor actor (Clark Gable), a la mejor actriz secundaria (Olivia de Havilland), a los mejores efectos especiales, a la mejor banda sonora y al mejor sonido.
Curiosidades:
• Se entrevistaron a 1400 actrices para hacer el papel de Escarlata.
• A muy pocos actores les gustó el papel que les tocó hacer. Entre otros, destacaba Clark Gable que aceptó el papel a condición del extra económico que recibió para poder arreglar su divorcio con Carole Lombard. A Leslie Howard le parecía que era demasiado mayor para el papel de Ashley.
• Gary Cooper rechazó el papel convencido de que sería un completo fracaso («estoy encantado de que sea a Clark Gable al que le va a reventar el fracaso en la cara y no a mí dijo Cooper).
• La frase «Francamente querida, me importa un bledo» (Frankly my dear, I don´t give a damn) está calificada en el primer puesto de las 100 mejores frases de cine.
• Fue la primera película en color en ganar un Oscar.
• Los cuatro protagonistas sólo aparecen juntos en una escena (tras el ataque a Shatytown).
• Judy Garland iba a hacer el papel de una de las hermanas de Escarlata, pero optó por hacer otra película: «El mago de Oz».
• En principio la película se pensaba hacer en dos partes dada la longitud inicial (cerca de cinco horas).
• Se usaron todas la cámaras que había de Technicolor para la escena del incendio de Atlanta. Los bomberos estaban listos para actuar en caso de que descontrolara, y había una reserva de 5000 galones (cerca de 20.000 litros) de agua para la eventualidad (después de la filmación había que apagarlo).
• Clark Gable fue enormemente reacio a filmar una escena en la que tenía que llorar. Olivia De Havilland fue la que le convenció.
• Si se ajustara la recaudación de la película a la inflación actual, «Lo que el viento se llevó» seguiría siendo la película más taquillera de la historia (a fecha de 2005 habría recaudado más de 3.700 millones de dólares y 200 millones de entradas de cine), siendo «La Guerra de las Galaxias» la segunda.
• En ninguna de las escenas de interior se rodó con tejado.
• La actriz que hace de madre de Escarlata tenía 28 años, mientras Vivien Leigh, cuyo papel era el de una chica de 16 años, tenía 25.
• Es la película más larga que ha ganado un Oscar.
• En encuestas populares para elegir quién haría el papel de Escarlata, Vivien Leigh obtuvo un solo voto.
• Olivia de Havilland estuvo en un hospital de maternidad para saber cómo era un parto real, para poder hacer la escena del nacimiento de su hija lo más real posible.
• A Clark Gable nunca le gustó la película, calificándola como «una película de mujeres».
Os dejo con el tráiler de la película y algunas escenas memorables:
Director: Oficialmente Victor Fleming, aunque hubo más: George Cukor, Mervy Le Roy, Norman Taurog y King Vidor que hizo las escenas del principio en Kansas, en blanco y negro.
Reparto:
Judy Garland (Dorothy)
Frank Morgan (El mago de Oz)
Ray Bolger (El espantapájaros).
Bet Lahr (El león cobarde).
Jack Haley (El hombre de hojalata).
Pues aunque parezca mentira recordaba poquísimo de esta película. Creo que la vi de muy pequeñita, pasándome lo mismo que a mi hermano que me contó el otro día que cuando la vio de pequeño se tuvo que salir del cine, al no soportar el miedo que le produjeron las escenas de la bruja. Apenas recordaba alguna escena como el detalle de los zapatos rojos de Doroyhy y por supuesto la famosa canción “»Over the rainbow».
La semana pasada le propuse a mi hija de 22 años que me acompañara a verla una tarde en casa. Voy comprando todas la películas de los “Miércoles de cine” en Amazón, y esta sección se ha convertido en una excusa perfecta para pasar alguna que otra tarde en familia disfrutando del muy buen cine clásico.
Bueno, que me enrollo con otra cosa, la cuestión es que os comento esto porque me resultó curioso que tanto ella con sus 22 años como yo con mis 50 no despegamos los ojos de la pantalla ni un segundo, y las dos disfrutamos de lo lindo con las aventuras de Dorothy y sus amigos.
Me impresionó la excelente caracterización de los personajes: el hombre de paja, el hombre de hojalata y el león cobarde ¡Qué tres personajes tan encantadores y tan atemporales! Estoy segura de que todos los niños se enamorarían de ellos si hoy vieran este clásico del cine infantil, y por supuesto todos querrían tener un “Totó” en casa.
Judy Garland está en su mejor momento. Su maravillosa voz casi te hace llorar cuando nada más empezar la película canta «Over the rainbow»
El uso de ese blanco y negro sepia tan cálido en las escenas en las que Dorothy vive la realidad, ese color tan contrastado en las escenas de fantasía, junto con las fantásticos efectos especiales en las escenas de la Ciudad Esmeralda, la música y la propia simpleza del cuento, hacen del “Mago de Oz” un clásico inmortal del cine infantil.
Aunque calificada por muchos de cursi, no se puede negar la carga emocional de una película pensada por y para un público infantil, donde el adulto se mete en la película con las mismas ganas que el más pequeño de los seres humanos.
Pocas veces, por no decir nunca, una película pensada para los más pequeños se ha mantenido viva y nos sigue dejando pegados al asiento.
A los que tenéis niños os propongo una tarde de cine clásico con los más pequeños de la casa. Luego me encantaría que me contarías si les ha dado un poco de miedo o los niños de esta generación ya no se asustan tan fácilmente como nosotros lo hacíamos.
Premios:
Oscar a la mejor canción original (Over the rainbow) para Harold Arlen y E. Y. Harburg (música y letra). Oscar a la mejor banda sonora original.
Nominada al Oscar a la mejor película, mejor fotografía, mejor dirección artística y mejores efectos especiales.
Nominada a la Palma de Oro del Festival de Cannes al mejor director (Victor Fleming) en 1939.
Curiosidades:
Muchas de las escenas de Margaret Hamilton (la bruja) fueron borradas del montaje final, debido a que resultaban muy aterradoras y, al fin y al cabo, se trataba de una película infantil.
A Judy Garland le tuvieron que poner un apretadísimo corsé para reducirle el tamaño del pecho, para darle un aspecto más infantil. Tenía 17 años.
Mientras los enanos recibieron un sueldo de 50 dólares por semana de trabajo, el perro cobró 125 dólares por el mismo periodo.
La canción «Over the rainbow» estuvo a punto de ser excluida del rodaje por ser demasiado larga. En una ocasión, Judy Garland se puso a llorar en una escena, junto con todo el personal de rodaje, por lo triste que es la canción.
Esta misma canción está en la lista de las 100 mejores canciones de Hollywood de todo los tiempos, según el American Film Institute.
La chaqueta que viste Frank Morgan (El mago de Oz) tiene una historia muy curiosa. Buscando una chaqueta que se adaptara al carácter del personaje, la encontraron en una tienda de segunda mano. Más tarde, una etiqueta que tenía la chaqueta confirmó que perteneció a L. Frank Baum, el autor de los libros originales de «El mago de Oz». Al terminar la filmación de la película la chaqueta le fue entregada a su viuda.
Judy Garland quiso quedarse con el perro (Totó) después de dos semanas de convivencia en los rodajes, pero lamentablemente su dueño se negó.
A pesar de que Judy Garland fue la favorita para el papel de Dorothy, Shirley Temple y Deanna Durbin estuvieron cerca de conseguir el papel.
En 2007 The American Film Institute la calificó en el puesto número 10 de las mejores películas de todos los tiempos.
El traje de león pesaba cerca de 50 kilos y estaba hecho de piel auténtica de león.
Walt Disney llegó tarde a obtener los derechos de la película. Louis B. Mayer se ocupó de conseguirlo antes, con objeto de mejorar el enorme éxito de «Blancanieves y los siete enanitos».
MGM pagó 75.000 dólares por los derechos de la película, una suma enorme para la época.
La película se ha reeditado en 2013 en 3D, siendo la película más antigua en la que se ha hecho tal cosa.
Director: Ernst Lubistch, con guión de Billy Wilder
Reparto:
Greta Garbo (Ninotchka)
Melvyn Douglas (León)
Ina Claire (Swana)
Bela Lugosi (Razinin)
Ninotchka es quizá la mejor película de Greta Garbo. Se pasó la vida haciendo papeles dramáticos. Hasta en esta película parece que han pensado que tarde en reírse, ya que pasa un buen rato hasta que la vemos reír a carcajadas en la escena de la caída de Melvyn Douglas de la silla. Puedo imaginarme la que se organizaría el día del estreno, la escena debió causar una estrepitosa carcajada en todos los cines de la época.
La Garbo demostró en esa escena que no solamente estaba preparada para interpretar escenas dramáticas, demostró, como sólo una actriz de su categoría podía, que era más que capaz de hacer reír a carcajadas.
Crítica mordaz al sistema comunista en los arranques de la revolución bolchevique, sólo Ernst Lubitsch y Billy Wilder, ambos exiliados de la barbarie nazi y enormemente belicosos con las doctrinas totalitarias, eran capaces de hacer una película con tal carga de cinismo, picardía y elegancia en una época en la que la Unión Soviética estaba gobernada por Stalin.
Greta Garbo, una de las grandes, con esta interpretación de la “Camarada Ninotchka” nos demuestra que es capaz de pasar de una gélida e inexpresiva afiliada al partido comunista, a la más tierna, picara y divertida de las mujeres del más genuino y excitante París.
Una actriz única de la que disfrutamos en su más puro estado en esta intensa y crítica obra.
Premios:
Nominada al Oscar a la mejor película, mejor actriz (Greta Garbo), mejor guión original y mejor guión adaptado.
Premio NBR del National Board of Review en 1939 a una de las mejores 10 películas del año.
Premio del National Film Preservation Board en 1990.
Segundo premio del New York Film Critics Circle Awards al mejor director y a la mejor actriz.
Curiosidades:
La película utilizó para su promoción el eslogan «¡Garbo se ríe!», en referencia a su primera película sonora donde el eslogan fue «¡Garbo habla! Además, hasta entonces casi no había hecho comedias.
Greta Garbo rodó sin maquillaje durante toda la película.
Se consideró seriamente contratar a Spencer Tracy para el papel de León. También fueron firmes candidatos Cary Grant, William Powell y Robert Montgomery.
Greta Garbo estaba muy nerviosa por hacer una comedia y especialmente en la escena donde aparece borracha, por considerarla excesivamente vulgar.
La película fue prohibida en la Unión Soviética y sus estados satélites.
Arnold Schwarzenegger estuvo estudiando la actuación de Greta Garbo para prepararse el personaje de Iván Danko para la película «Danko: calor rojo».
El sombrero que lleva Greta Garbo, aunque realizado por su sastre habitual, fue diseñado por ella.
Diálogos para recordar:
Ninotchka: No tenemos hombres como usted en mi país.
León: Gracias.
Ninotchka: Por esa razón creo en el futuro de mi país.
Ninotchka: ¿Por qué tiene que llevar el equipaje de otro?
Botones: Es mi trabajo, señora.
Ninotchka: Eso no es un trabajo. Es injusticia social.
Botones: Eso depende de la propina.
Ninotchka: El último juicio en masa fue un gran éxito. Quedaron menos rusos, aunque mejores.
León: Ninotchka, es medianoche. Medio Paris está haciéndole el amor al otro medio.
Ninotchka: Básicamente, no es usted mala persona, pero es el desgraciado resultado de una cultura condenada. Lo siento mucho por usted.
Camarero: ¿Qué va a ser?
Ninotchka: Remolacha cruda y zanahorias.
Camarero: Madame, esto es un restaurante no un huerto
Los primeros minutos de la cinta con los tropezones, las palabras tartamudeadas, los disfraces, los disparatados diálogos y las increíbles situaciones, ya nos indican que estamos ante una de las comedias más agradables de la historia del cine clásico.
Por un lado Katharine Hepburn esplendida, en el papel de caprichosa, atolondrada y quizás algo hiperactiva rica heredera. Y por otro un despistado, elegante y atractivo Cary Grant
Una película cargada de vitalidad y optimismo, de esas que te suben el ánimo en una triste tarde de domingo, y te saca más de una carcajada de esas que te hacen disfrutar de verdad.
Me quedo con tres escenas:
La escena del vestido roto: una Katharine alocada que no deja hablar a un atontado, despistado e inocente Cary Grant, que cae como un pánfilo en las garras de una Hepburn que le maneja a su antojo.
La escena de la bata, cuando la tía de Katharine se presenta de improviso en la casa y descubre a un Cary Grant envuelto en plumas y gasas.
Y la escena de la cárcel, que casi recuerda a una de las escenas de alguna de las famosas películas de los hermanos Marx.
Una comedia en la que todo se complica hasta niveles insospechados, romántica, de puro enredo y tan absurda que te hacer reír por tonterías. Todo esto, unido a una fotografía espléndida, una ambientación increíble y, sobre todo, una interpretación magistral por parte de los dos protagonistas, hacen de ella una película inolvidable que aún hoy nos sigue provocando la carcajada.
Premios:
Premio en 1990 del National Film Preservation Board.
Según Entertainment Weekly está en el puesto 24 de las mejores películas de todos los tiempos.
La revista Premiere la votó como «Una de las mejores 50 comedias de todos los tiempos».
En 2007 el American Film Institute la colocó en el puesto 88 de las mejores películas de la historia.
Curiosidades:
Katharine Hepburn nunca había hecho comedia hasta entonces. Tuvo que ser enseñada por varios especialistas del vodevil, así como por Howard Hawks. No así con Cary Grant, que ya era un especialista en la comedia.
Katharine no tuvo problema en hacer las escenas con el leopardo, mientras que Cary Grant fue siempre sustituido por un doble.
En muchas escenas se usó un cachorro de leopardo, mientras que en otras se utilizó la técnica de la escena partida y, más tarde, unida en el montaje. Una proeza para la época.
Fue un fracaso de taquilla. Howard Hawks fue despedido y a Katharine Hepburn se le puso el apodo de «Box office poison» (Veneno de taquilla).
Howard Hawks se basó en el actor Harold Lloyd para modelar el personaje de Cary Grant, incluso le puso gafas.
El personaje de Cary Grant hace referencias al Pato Donald y a Mickey Mouse. RKO era la distribuidora de Disney en aquella época.
La película no tiene banda sonora.
La escena en la que a Katharine Hepburn se le rompe el vestido y Cary Grant le ayuda a taparse, está basada en una situación real que le ocurrió a Grant: en un teatro se le enganchó la cremallera al vestido de una mujer e, impulsivamente, se fue detrás de ella. A Howard Hawks le hizo tanta gracia que decidió incluirla en la película.
Cary Grant estaba tan asustado del leopardo que Kathatine Hepburn, para torturarle, le puso un leopardo de peluche en una de las tomas de ventilación. «Salió de allí como un relámpago», escribió en sus memorias.
Las escenas en las que el leopardo se mueve libremente (especialmente las del apartamento de Susan) se rodaron en una jaula en la que las cámaras estaban estratégicamente colocadas.
Es la segunda de cuatro películas que unieron a Grant y a la Hepburn.
Aunque muchos consideran ahora que fue la mejor película de Hawks, en su día, y probablemente debido al fracaso en taquilla, su director alegó que no era buena porque sus personajes eran demasiado «irracionales».
Una de las más ácidas, chispeantes y brillantes sátiras de la alta sociedad americana jamás filmada. Quizás un tanto exagerada para mi gusto y con una interpretación sobreactuada en exceso.
Un atractivo vagabundo es contratado por una familia adinerada para trabajar como mayordomo en su lujosa mansión de la elegante Quinta avenida neoyorquina.
La película está salpicada de magistrales gags dignos del mejor y más clásico teatro de variedades americano. Una «screwball» que encantaría a Groucho Marx.
Nos encontramos ante una divertida comedia en la que los personajes rozan lo esperpéntico, reflejando, si cabe con más intensidad, la superficialidad y banalidad con que vivían las clases más adineradas en la época de la Gran Depresión americana.
Alegre, deliciosa, inteligente y elegante. Ua joya del cine clásico. Las toneladas de glamour en el vestuario y en la decoración de los salones, junto con las situaciones absurdas que viven sus personales y los disparates que les suceden, hacen de ella una de las comedias más recordadas del cine en Blanco y Negro.
Premios:
Seis nominaciones a los Oscar (aunque no recibió ninguno):
-Mejor actor (William Powell)
-Mejor actriz (Carole Lombard)
-Mejor actor secundario (Misha Auer -el protegido-)
-Mejor actriz secundaria (Alice Brady)
-Mejor director (Gregory La Cava)
-Mejor guión adaptado.
Premio del National Film Preservation en 1999.
Curiosidades:
William Powell fue sustituido en la escena en la que éste lleva a hombros a Carole Lombard.
La revista Premiere la votó como «una de las mejores 50 películas de la historia del cine» en 2006.
Aunque los dos actores principales estaban divorciados, Powell declaró que Carole Lombard era la única mujer que podía hacer el papel de Irene.
La película está basada el el libro «1101 Park Avenue», de Eric Hatch.
Jane Wyman (Ángela Channing de «Falcon Crest») aparece en la película, aunque no en los créditos.
En 2002 la película se remasterizó y coloreó.
Carole Lombard tenía el hábito de decir tacos en los diálogos, lo que hizo repetir multitud de escenas.
Fue William Powell el que sugirió que Lombard hiciera el papel de Irene ya que, decía, tenía muchas cosas en común con el personaje.
El hotel «Waldorf-Ritz» no existe. Es una amalgama de dos hoteles de Nueva York, El Waldorf-Astoria y el Ritz-Carlton.
Debido a un error en los derechos de copia originales, la película ha sido de dominio público, lo que significa que cualquiera podía hacer una copia y venderla.
Meteduras de pata:
La puerta de la habitación de Godfrey, que da a la cocina, se abre en ambas direcciones.
Cuando llega la policía a resolver el asunto del collar, aparecen tres oficiales. Al marcharse, aparentemente sólo se van dos.
William Wyler convierte a Bette Davis en la protagonista indiscutida de este melodrama sureño.
Bette borda el papel de mujer autoritaria, impulsiva y caprichosa. Su personaje es el de una jovencita desobediente que se negó a seguir las estrictas normas de la sociedad sureña de los EEUU de la segunda mitad del siglo XIX. Julie es astuta, orgullosa, inteligente, pero sobre todo provocadora y manipuladora. Todo esto la convierte en una inmadura y caprichosa joven, dispuesta a hacer cualquier cosa por conseguir sus propósitos.
Necesitada de ser siempre el centro de atención disfruta llevando las situaciones al límite, lo que provoca que su prometido, Preston Dillard, protagonizado por un frío, calculador y adicto al trabajo Henry Fonda, no consiga dominar a semejante huracán, decidiéndose a abandonar la ciudad y a ella.
Hay escenas que rozan la perfección interpretativa. Por supuesto, siempre con la Davis de protagonista. Yo me quedo con estas:
La escena del baile, cuando ella decide acudir con un vestido rojo en lugar del blanco exigido por la etiqueta.
Las entradas espectaculares donde se adueña de la pantalla, y sus bajadas de escaleras, alegre y elegante…
Cuando su antiguo amor le presenta a su esposa, no tengo palabras para describir la cara de Bette Davis: asombro, frialdad, desesperación, odio… toda una mezcla de sentimientos mostrados en pocos segundos en la pantalla.
La expresión de Bette Davis vestida de blanco, cantando a los pies de una escalera rodeada de niños, rota por el dolor e intentando disimular es sencillamente inolvidable.
No sólo es una historia de amor imposible en la vida de una mujer rebelde y manipuladora, sino también una crítica a las costumbres arcaicas, estrictas y casi medievales de la época, donde Julie es despreciada por vestir inadecuadamente, mientras que ella se enfrenta a los convencionalismos sin importarle el rechazo social que provoca. Una mujer rebelde y valiente, en definitiva.
Bette está enorme en cada plano. Y esos enormes vestidos, en un marco de refinado estilo burgés la convierten en la verdadera reina de la película, eclipsando a todo aquel que se pone a su lado. Bette llena cada rincón de la pantalla con una interpretación sublime que vale la pena ver solamente por disfrutar de su mirada.
Premios:
Oscars:
Premio a la mejor actriz (Bette Davis)
Premio a la mejor actriz secundaria (Fay Bainter -La tía Belle-).
Nominaciones: Mejor película, mejor banda sonora y mejor fotografía.
Una de las diez mejores películas de 1938, según el National Board of Review.
Premio en 2009 del National Film Preservation.
Premio especial a William Wyler en el Festival de Venecia de 1938 por su carrera. Nominado a la Copa Mussolini el mismo año.
Curiosidades:
El rumor de que a Bette Davis se le ofreció el papel de Jezabel al haber perdido la oportunidad de protagonizar «Lo que el viento se llevó» es falso. Jezabel se comenzó a rodar antes de que se decidiera quién iba a ser Escarlata.
Según Robert Osborne, el vestido «rojo» es en realidad de color bronce, porque se veía mejor en blanco y negro.
Henry Fonda fue una incorporación de última hora. El papel lo iba a hacer Jeffrey Lynn.
El Oscar que ganó Bette Davis se subastó en Christie´s por 57.800 dólares en 2001. Lo compró Steven Spielberg que inmediatamente lo devolvió a la Academia de Cine.
Bette Davis hizo 45 tomas de la escena en la que se levanta la falda de equitación con la fusta. Una toma inolvidable que no os pasará desapercibida.
Una de las causas de los retrasos de la película fue el nacimiento de la hija de Henry Fonda, Jane.
Warner Bros compró los derechos de la película a un precio muy bajo, porque la obra teatral de Broadway fue un fracaso.
Os dejo un video Tributo a Jezabel.
Y un Trailer de la película:
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