Si eres de las que alguna vez soñaste con lucir unos pendientes pintados por Tintoretto, las famosas joyas de Desayuno con Diamantes o la tiara de Sissi Emperatriz, este es tu espacio igual que nuestro.
Martes de Icono. Martes de perfil perfecto… Martes de Robert Taylor
Su carácter sereno, su capacidad para pasar del elegante gentleman al héroe antiguo y sobre todo su perfecto perfil, le han llevado a convertirse en nuestro icono de esta semana.
Martes de icono. Martes de comedia… Martes de Doris Day.
Tres comedias: «Confidencias a medianoche», «Pijama para dos» y «No me mandes flores». Todas ellas interpretadas junto a Rock Hudson, y en las que representaba el papel de una mujer inocente, cálida, un tanto inmadura… pero con un cierto toque de glamour.
Una serie de comedias que marcó su carrera cinematográfica y que recordaremos siempre.
«Yo tenía una casa en África, al pie de las colinas del Ngong…» solo oír esta frase ya me suena a melodía.
No puedo hablar de esta película sin emocionarme, creo que la habré visto más de 20 veces y aún hay escenas que me producen un nudo en el estómago, exactamente igual que el primer día que las vi. Tan romántica, tan triste, tan intensa…
La película, que ya ha cumplido 25 años, narra la vida de Karen Blixen, una escritora danesa que llega a Kenia a principios del siglo XX para dirigir una plantación junto a su marido, un mujeriego incorregible con el que se ha casado pero del que no está enamorada.
La relación que Karen establece con África y sus habitantes; el chocante contraste entre las costumbres de los indígenas kikuyus, frente a la siempre estricta sociedad Británica en una de sus colonias; y, sobre todo, la historia de amor de Karen con el cazador Denys Finch-Hatton, son el hilo conductor de una película que es sencillamente encantadora.
Ganadora de siete Oscar, entre ellos mejor película y mejor director (SydneyPollack), la cinta tuvo un enorme éxito de público siendo calificada de «obra maestra» y «joya inolvidable», convirtiéndose en un clásico del cine.
Para mí Meryl Streep, en su papel de mujer de la alta sociedad danesa, es magnífico. Me enamoré literalmente de ella desde el minuto uno, y creo que no me he perdido ninguno de sus sucesivos trabajos desde entonces.
Un Robert Redford que borda el papel de galán atractivo, educado, encantador pero con un punto de aventurero y liberal que enamoró no solo a Karen, sino a la mayoría de las mujeres que vimos la película.
La fotografía es obra de David Watkin. Para mí es, junto con la música, unos de los puntos más fuertes del éxito de la obra. Parece que estuvieras viendo un reportaje del National Geografic. Ese viaje que hacen los dos en la avioneta de Denys desde Nairobi a Mombasa, sobrevolando las colinas de Kenia es absolutamente impresionante. ¿Quién no ha soñado con una experiencia así, acompañada de alguien muy especial en su vida? Yo desde luego sí, aunque no creo que consiga nunca realizarlo. Me quedaré con aquella escena de la película que me hace vivirlo casi como si hubiera sido yo misma.
Escenas entrañables, románticas y emotivas hay mil, pero yo me quedo con la escena en la que Denys lava el pelo a Karen en una pausa de su safari a través de la sabana, y como el agua se desliza a través de su pelo enjabonado, mientras ella cierra los ojos abandonada a tantas sensaciones agradables… Una escena sencilla con una carga de sensualidad enorme.
A los pocos días de salir del cine en 1986 ya tenía la banda sonora en mi poder. Fue un regalo muy especial de alguien que sigue siendo imprescindible en mi vida, y desde entonces, cada vez que la escucho, cierro los ojos y puedo sentir la brisa, percibir los colores y los aromas de las colinas de Ngong… Me transporta a Kenia, me hace desplazarme en el tiempo, vivir otra época… brotando en mí recuerdos increíbles, todos intensos y maravillosos.
Una banda sonora con una variedad de melodías que parecen fluir de los distintos lugares del marco incomparable donde fue filmada, y que fue compuesta por John Barry.
Tengo una hija de 22 años que no ha visto aún la película y he pensado regalársela este mes para que la vea. Siento verdadera curiosidad por saber qué impresión le causará a ella, ya que tiene casi la misma edad que yo cuando la vi por primera vez, y me intriga saber si para una joven de este siglo los sentimientos que despierta, la que yo considero una obra maestra del cine, son los mismos que yo tuve.
Martes de Icono. Martes de ”La Venus Rubia”… Simplemente, Marlene Dietrich.
Con su deslumbrante presencia, su inigualable glamour y ese halo frío, distante e inalcanzable consiguió convertirse en una auténtica diva de la historia del cine.
Martes de icono. Martes de bondad, honestidad y naturalidad…
No en vano le llamaron “El príncipe de los no actores”, por su naturalidad a la hora de actuar.
Spencer Tracy tuvo una personalidad compleja que no ha impedido que la serie de comedias que protagonizó junto a Katharine Hepburn, con la que mantuvo una prolongada y no muy secreta relación sentimental, permanezcan en la memoria de la mayoría de nosotros.
Martes de icono. Martes de fragilidad… martes de Gregory Peck
Con un físico seductor y una belleza frágil y serena, fue capaz de infundir a sus numerosas interpretaciones una gran profundidad.
Pero de todas sus películas yo me quedo con “Vacaciones en Roma”, una comedia romántica y rebosante de frescura que catapultó a la fama a Audrey Hepburn.
Martes de icono. Martes de elegancia con mayúsculas… martes de Alteza Real.
Su impecable elegancia y su belleza delicada y serena consiguieron no solo convertirla en princesa, sino elevarla hasta los altares de las mujeres más carismáticas y eternas.
Martes de Icono. Martes de Casablanca. Martes de Humphrey Bogart
Su eterno cigarrillo humeando entre los dedos; su mirada distante, cínica y ausente de sonrisa, le convirtieron en un galán atípico e icónico, que será siempre recordado por sus tórridos personajes.
La compañía Eisenberg fue fundada en Chicago, Illinois, en 1914 por Jonás Eisenberg, un inmigrante austriaco que había llegado a Estados Unidos hacia 1880.
En un principio la compañía solamente producía ropa de alta calidad para mujer, pero cada uno de sus vestidos contaba con un complemento muy especial de bisutería. Eran broches cosidos en el vestido, que la compañía realizaba a mano con cristales de Swarovski que importaban desde Austria, así como con cristal de roca y perlas falsas.
La idea fue muy novedosa para el momento y conseguiría cambiar la historia de la compañía.
Este detalle con el que cada una de sus piezas contaba, creó un look muy diferente al resto de los trajes que se vendían por aquella época, y pronto los diseños de Eisenberg fueron casi más conocidos por los complementos que lucían que por el propio modelo en sí. Hasta tal punto eran deseados sus broches que comenzaron a sufrir robos en sus prendas. Los clientes se llevaban los broches de los vestidos para lucirlos en sus propias prendas.
Esto hizo pensar a la compañía, lo que llevó a Eisenberg en 1930 a iniciar la producción de su primera colección de broches. Muy pronto la colección se amplió incluyendo collares, pulseras y pendientes.
Eisenberg nunca ha sido una marca barata. Sus piezas se han distinguido por la calidad, el diseño y un alto precio. Ya en los 50s anunciaban piezas de entre 10 y 30 dólares.
Las primeras colecciones de «Eisenberg Originals» eran diseños grandes y cargados de piedras. Pero en los 40’s, debido a la restricción de metales por la guerra, Eisenberg utilizó plata sterling y las piezas se volvieron más ligeras y detalladas. Hubo rumores en tiempo de guerra de que los diamantes entraban en Estados Unidos de contrabando, ocultos como pedrería de la joyería de Eisenberg, pero esto nunca se ha podido demostrar.
De 1940 a 1972, Ruth M. Kamke fue la diseñadora jefe. Creó prácticamente todas las piezas con la marca «Eisenberg Ice» y «Eisenberg Originals».
Eisenberg diseñó muchos conjuntos de collar, pendiente y pulsera tan de moda en los 40´s, que actualmente llegan a alcanzar precios altísimos en el mercado Vintage.
Su lema en los años 40:
«La joyería del futuro, tan clara y resplandeciente como un iceberg a la luz del sol.»