Jeanne Baret nació el 27 de julio de 1740 en el pueblo de La Comelle en la región de Borgoña, Francia. Es curioso mencionar que su partida de bautismo aún se conserva y, por ello, se conoce que sus padres fueron Jean Baret y Jeanne Pochard. Tan solo quince meses después de su nacimiento, murió su madre. Y solo quince años después lo hizo su padre, quedando Jeanne huérfana a una edad bastante temprana.
La vida adulta de Jeanne Baret.
Años después, entre 1760 y 1764 Baret empezó a trabajar como ama de llaves en la casa de Philibert Commerson, un conocido botánico que acababa de mudarse al sur de La Comelle. Su mujer falleció durante el parto de su primer hijo, quedando viudo y el bebe al cuidado de Baret. Se dice que Baret y Commerson llegaron a tener una relación personal ya que, por estas fechas ella quedó embarazada. En esa época, todos los niños debían registrarse cuando una mujer quedaba embarazada. Este documento también se conserva a día de hoy y en él se puede observar que el nombre del padre del niño no aparece. Los historiadores creen que fue Commerson y sus abogados quienes consiguieron que su nombre no apareciese en el certificado.
Antes de nacer su hijo, Jeanne y Commerson se mudaron juntos a París, donde ella continuó siendo su ama de casa. Cuando nació su hijo, lo dio en adopción en el Hospital Foundlings de París. Al bebe le encontraron una familia de acogida, aunque poco tiempo después falleció.
La expedición a bordo del Étoile
Commerson, como botánico que era, fue invitado a unirse a la expedición alrededor del mundo del explorador francés Louis Antoine Bougainville durante los años de 1766 a 1769. Philibert estuvo a punto de rechazar la oferta ya que tenía una salud muy delicada y necesitaba de los cuidados de Jeanne. Y ella no podía acompañarle ya que, en esa época las mujeres estaban completamente vetadas en los barcos de la armada francesa.
Fue en ese momento cuando se les ocurrió una brillante idea. Para que Jeanne pudiera acompañar a Commerson, se vestirá de hombre, harian como que no se conocian y viajarían juntos en la expedición. Y así fue. Ambos subieron a bordo del Étoile, convirtiendo a Jeanne Baret en la primera mujer en completar un viaje de circunnavegación del mundo.
Durante el viaje, Commerson tuvo bastantes problemas de salud. Su pierna parecía darle muchos problemas y era la propia Jeanne quien le cuidaba. Como su salud no mejoraba, Baret comenzó a hacer el trabajo que Commerson no podía hacer. Por ejemplo llevar todos los suministros y muestras que recogían en sus numerosas paradas alrededor del mundo.
Es muy probable que Baret descubriera numerosas plantas en la expedición. En concreto se cree que descubrió la planta de la buganvilla, llamada así por el comandante de Étoile. Sin embargo, la planta que lleva el nombre de Baret ha perdido su nombre. Commerson identificó la planta durante el tiempo que trabajó con Baret en Madagascar y nombró al género Baretia.
Su nueva vida en las Islas Mauricio
Tiempo después, la verdadera identidad de Jeanne fue descubierta. Obligando tanto a ella como a Commerson a quedarse en las Islas Mauricio. Casualmente gobernadas por un viejo amigo suyo, que hizo que esto fuera posible. Además, se cree que el propio comandante Bougainville forzó que esto ocurriese para quitarse el problema de tener una mujer ilegal en su barco.
Durante su tiempo en Mauricio, Commerson continuó teniendo serios problemas de salud. Y Jeanne siguió ejerciendo como su ama de casa y asistente. En 1773, Commerson murió y Jeanne se quedó viviendo en la isla. Trabajando en una taberna y con su propia casa. Un año más tarde, Jeanne se casó con Jean Dubernat, un suboficial del ejército francés. Tiempo más tarde, Baret y su marido regresaron juntos a Francia, completando así su viaje de circunnavegación.
Vuelta a Francia.
Se instalaron en el pueblo de nacimiento de Dubernat, llamado Saint-Aulaye, donde ambos vivieron muy felices. En 1785, el Ministerio de Marina concedió a Baret una pensión de 200 libras al año. El documento que le otorga esta pensión deja en claro la alta consideración con la que se la tenía en este punto. Jeanne Baret murió en Saint-Aulaye el 5 de agosto de 1807, a la edad de 67 años.
La gran aportación a la historia de la naturaleza de la pareja consistió en la catalogación y estudio de más de 5.000 especies, entre las que se encontraban 3.000 descritas como nuevas.
La labor de Jeanne quedó totalmente olvidada hasta el año 2012. Cuando la publicación de su biografía por parte de la escritora inglesa Glynis Ridley reconocía su labor y aportación a la ciencia.
Bibliografía: