Historia • El Renacimiento

“Las joyas de Eleonora Gonzaga”

16 abril, 2015

Tiziano pintó el «Retrato de Eleonora Gonzaga» en 1537. La obra fue creada con una precisión meticulosa y está cargada de detalles muy significativos, como las joyas de Eleonora, de entre las cuáles, a mí me resultó especialmente bello uno de los pequeños anillos que luce en su mano, y que fue la pieza elegida para entrar a formar parte de nuestra colección de joyas renacentistas. Una amatista y dos peridotos fueron las piedras que elegimos para este sublime anillo.

Pero primero, conozcamos a fondo a su protagonista y el papel crucial que jugó en la historia…

Eleonora Gonzaga nació el 31 diciembre 1493, la mayor de los siete hijos de Francisco II Gonzaga e Isabella d’Este. Su madre fue marquesa de Mantua y una de las principales mujeres del Renacimiento italiano, tanto a nivel político como cultural. Isabella fue una gran mecenas de las artes, así como líder de la moda, con un innovador estilo en el vestir que copiarían las mujeres de toda Italia y de la corte francesa. Ella ocuparía la regencia de Mantua durante la ausencia de su marido, Francisco II Gonzaga, y en la minoría de su hijo Federico.

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Todo un ejemplo para su hija Eleonora que hizo de ésta una refinada y culta mujer.  El 25 de septiembre de 1509 se casaba con Francesco Maria della Rovere, sobrino del papa Julio II. Este matrimonio la convertiría en duquesa de Urbino y le daría dos hijos y tres hijas.

Eleonora no solamente fue una reconocida mecenas de las artes como su madre, sino que fue capaz de responsabilizarse del gobierno interno de Urbino durante el exilio de su marido. Probablemente el hecho de que su madre hubiera hecho lo mismo la sirvió de ejemplo e inspiración.

Entre los detalles de la obra se encuentran las joyas de Eleonora, la piel de marta y la cabeza del animal resaltando su pecho en oro, cargada de perlas y rubíes que hacen de su estética imponente y lujosa un marco indiscutible, no sólo de su carácter y grandeza sino que nos están recordando en cada detalle su poder e influencia. El perro es un detalle intimista y un símbolo de fidelidad. Por último, el detalle del reloj que podemos interpretar como un símbolo de la fugacidad de la vida.

Eleonora quedó viuda y falleció años más tarde, el 13 de febrero de 1570. Pero siempre nos quedará su imponente personalidad inmortalizada en este soberbio retrato de Tiziano.

La pintura, realizada con la técnica de óleo sobre lienzo (114 x 102,2 cm) puede visitarse en la Galería de los Uffizi en Florencia.

Imágenes: Wikipedia y @María Vintage Photohgraphy

 

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