El rubí es una gema de color rojizo que pertenece a la familia de los corindones. El nombre de rubí viene de la palabra latina “ruber” que significa “rojo”.
Este color rojo es debido a la cantidad de cromo y de hierro que la gema tenga en su composición. Por eso el rubí tiene un amplio recorrido de colorido en la gama de los rojos, que va desde el rojo intenso “rojo sangre de pichón” al color violeta (rubí Orissa), pasando por diversas tonalidades rosáceas (rubí de Madagascar).
Los mejores rubíes llegan a ser más costosos que los diamantes del mismo tamaño, superándolos solo en valor las esmeraldas.
Actualmente los mejores yacimientos de rubíes se encuentran en Mogok y Hong –Hsu (Myanmar, antigua Birmania).
Hay una gran variedad de rubíes, pero yo destacaría los siguientes:
El Rubí Sangre de pichón
Es la más preciada variedad de rubí. Su color es rojo intenso con tonalidades púrpuras azulados. Este rubí adquiere una luminosidad especial en la noche con la luz de las candelas. Por eso es muy valorado y admirado.
El rubí de Mogok (Birmania) Es un rubí de un rojo intenso, teñido de rosa con algunos reflejos azules.
El rubí de Tanzania (África central-costa este) Este rubí se ha convertido en la estrella del mercado del rubí. Es de un color rojo brillante, luminoso, con una increíble mezcla de tonos rosa brillante y anaranjado suave.
El rubí Malewi ( S.E de África) Es un rubí de rojo profundo con discretas tonalidades rosa-violeta.
Luego están el rubí Rojo noche (Camboya), El rubí de Madagascar, El rubí Sri Lanka ( isla golfo de Bengala), El rubí Balas (Afganistan)
Y por último el Rubí Estrella que es una variedad de rubí, que cuando se talla en cabujón , muestra unos reflejos en forma de estrella de 6 y a veces de 12 rayos que parecen deslizarse sobre la superficie de la gema cuando esta se mueve.
Estos rubíes son escasos. De cada cien rubíes extraídos, solo tres pueden ser estrella con unos buenos y bonitos reflejos de color. Los rubíes estrella son traslúcidos y opacos, nunca se presentan transparentes.
Es un rubí estrella de color violeta con bellos reflejos rojos.
Algunos rubíes famosos por su historia
Rubí de Timor
Es el rubí más grande de tamaño después del rubí de la corona imperial rusa. Esta piedra pasó a las manos de Timur – conocido en Europa como Tamerlán – cuando este conquistó Delhi en 1398. En 1628 pasó a poder del emperador de Delhi, Shah Jahan, el cual construyó el famoso trono del Pavo Real y lo embelleció con numerosas piedras preciosas entre ella el rubí Timor. Más tarde con la invasión persa el rubí volvió de nuevo a Persia hasta que en 1949 la East India Company tomó posesión de la piedra y la envió a Inglaterra.
Esta piedra tiene la peculiaridad de tener unas inscripciones en su superficie con los nombres de todos los emperadores que la poseyeron.
El Príncipe Negro
Es una gran espinela de un color rojo espectacular, considerada durante algún tiempo como rubí. Esta famosa piedra que, se encuentra hoy engarzada en la corona real británica, estuvo en posesión de D. Pedro I “el cruel”, rey de Castilla, que pasó a su poder por medio Abu Said rey de Granada.
Pedro I más tarde, la entregó como tributo y en pago de favores militares al príncipe ingles Eduardo IV apodado “el Príncipe Negro”, hijo del rey de Inglaterra Eduardo III. El hijo de Eduardo IV, Enrique V en 1415, montó la piedra en su corona de casco.
El rubí pasó más tarde a formar parte del tesoro de la corona de Inglaterra, hasta que Carlos II la montó en la corona real. Esta corona fue varias veces modificada para las coronaciones de la reina Victoria en 1838 y la coronación de Jorge VI en 1937, en la cual quedó tal y como la conocemos hoy en día.
El uso primitivo de esta piedra fue como colgante, por eso lleva en su parte superior un orificio que está tapado con un diamante.
Imágenes @María López-Linares