¿Sabías que Julio César tenía una soberbia colección de camafeo y que Enrique VIII creó su propia escuela-taller para realizarlos?
Además, la concha Cassis tuberosa es el material que más se ha utilizado para su elaboración y llegó a Europa gracias al descubrimiento de América. ¡Bienvenidos a un viaje por la historia de esta maravillosa técnica! Hoy os queremos contar todo sobre el camafeo. Si quereis acompañar esta narración con imágenes de piezas icónicas que han marcado época, te dejo el link a nuestro video de Instragram.
¿Qué es un camafeo?
Según el diccionario, un camafeo es simplemente “el relieve obtenido al tallar una piedra preciosa”. Estos pueden estar realizados en materiales como ónix, ópalo, ágata, concha, rubí, esmeralda y más. Su fabricación requiere de lapidarios expertos que, basándose en diseños previos, tallan capas del material base para crear el característico relieve.
Sin embargo, un camafeo es mucho más que eso: es una pieza con historia, arte y tradición, cuyo origen se remonta a los antiguos griegos, quienes heredaron la técnica de los persas durante las campañas de Alejandro Magno.
De Grecia a Roma: el auge de los camafeos
Los romanos adoptaron la técnica griega y llevaron los camafeos a su apogeo. Los nobles y emperadores romanos los usaban como insignias en sus vestimentas y joyas. Era común que se realizaran en piedras preciosas como esmeraldas y rubíes de pequeño tamaño. ¿Os imagináis a Octavio Augusto luciendo un camafeo de ágata con su toga imperial?
En Roma, la colección de camafeos se convirtió en un arte en sí mismo. Los ciudadanos adinerados llenaban vitrinas con estas piezas para el placer de contemplarlas, e incluso las ofrecían como ofrendas en templos. El mismo Julio César coleccionó seis vitrinas con gemas y camafeos para el templo de Venus.
El Renacimiento italiano y los camafeos
Con la caída del Imperio Romano, los camafeos perdieron popularidad hasta que el Renacimiento italiano rescató esta tradición. Grandes coleccionistas como Lorenzo de Médici impulsaron su producción, llevando la técnica a las cortes de Europa. Francisco I de Francia y Enrique VIII de Inglaterra también mostraron gran interés por estas joyas. Enrique VIII incluso creó una escuela-taller para formar artesanos en este arte.
Durante esta época, se reutilizaron camafeos romanos, desmontándolos de sus sencillas bases de oro y adaptándolos a las modas del momento. Se montaban en broches decorados con piedras preciosas y se utilizaban para adornar capas, sombreros o vestidos.
La llegada de la concha Cassis tuberosa
Con el descubrimiento de América, nuevos materiales enriquecieron la fabricación de camafeos. El más significativo fue la concha Cassis tuberosa, cuya estructura de capas de diferentes tonalidades permitía relieves más detallados y contrastados. Italia se consolidó como el epicentro de este arte, atrayendo a artesanos de toda Europa para aprender la técnica.
La época napoleónica
Napoleón Bonaparte quedó fascinado por los camafeos y los puso de moda en Francia. Los temas neoclásicos, como motivos mitológicos y retratos de figuras históricas, predominaban en esta época. Un ejemplo icónico es la tiara de Josefina Bonaparte, decorada con camafeos y perlas, que hoy pertenece a la casa real de Suecia. Esta joya ha sido lucida por reinas y princesas como Silvia y Victoria de Suecia, quienes la han llevado con elegante sencillez.
La popularización del camafeo
En el siglo XIX, la concha Cassis tuberosa hizo que los camafeos fueran más accesibles. La Reina Victoria de Inglaterra los popularizó durante la época victoriana, y surgieron talleres especializados en Italia, Francia e Inglaterra. Aunque materiales como el ónix, coral y ágata también se utilizaban, la concha seguía siendo la opción más común.
En el siglo XX, se introdujeron camafeos de pasta, cristal y materiales más económicos. Actualmente, aún se encuentran piezas originales y modernas realizadas con la famosa concha, además de versiones en ágata y cristal decoradas con plata o latón.
Camafeos: una pasión sin término medio
Siempre digo que los camafeos o entusiasman o no gustan en absoluto. Yo pertenezco al grupo de los apasionados por ellos. Por eso, hemos creado un nuevo canal de difusión en Instagram, donde compartiré videos cortos sobre historias como esta. Si os interesa, podréis seguirnos y estar al tanto de todas nuestras novedades.
Gracias de corazón por vuestro apoyo. Espero que os haya encantado esta pequeña inmersión en la historia de los camafeos. Te dejamos el link a nuestra web donde podrás ver toda nuestra colección de joyas con camafeo.