Una firma de joyeros franceses fundada en 1858 por Frederick Boucheron.
Frederic nace en 1830 dentro de una familia de pañeros francesa. Desde muy joven
quiso ser joyero y a la edad de catorce años ya trabaja como aprendiz con el joyero Jules Chaise y más tarde con el joyero Tixiar Deschamps.
Era el año 1858 Paris se encuentra en pleno florecimiento tras las desgracias del la primera mitad del siglo XIX; sus avenidas y bulevares se ensanchan, el teatro, la ópera y los caros restaurantes, se llenan de una alta sociedad que está deseosa lucirse, y disfrutar del lujo. Boucherón con un gran sentido comercial, abre su primera tienda en la galería de Valois del Palacio Real , donde pronto crea su propio taller y atrae la atención con sus diseños, cosechando un éxito inmediato.
Frederic en sus creaciones se inspira en el arte etrusco, romano y egipcio dándoles un estilo muy especial. Sus escaparates son realmente muy diferentes a los de las otras joyerías. Boucherón consigue crear moda y los encargos llueven en su taller.
Su gran amor por la naturaleza le inspiraba en sus obras de tal manera, que flores de cardo, hojas de plátano, ramos de flores se convierten en fantásticas gargantillas y collares…. Fue el primero que lanza al mercado maravillosas joyas realizadas con la técnica de esmaltado “plique-a-jour”, tan utilizada años más tarde en el Art Nouveau.
En 1867 es galardonado con la medalla de oro en la Exposición Universal de París, y de 1878, recibe también entre otros muchos premios, el diploma de Honor en Viena.
En 1880 lanza el reloj de pulsera para mujer, convirtiéndose desde entonces en un icono de la marca. En 1893 se instala de forma definitiva, en la Place du Vendome. Es el primer joyero de Paris que se establece en esta Paza, la cual desde entonces se convierte en el epicentro del lujo parisino.
Frederick se convierte en el joyero de moda de todas las bodas fastuosas de la época; novios, novias y asistentes son engalanados con las creaciones de Frederick Boucheron. En estos años finales de siglo, en pleno apogeo del Art Nouveau , Boucheron lanza una fantástica colección de piezas inspiradas en animales: serpientes con ojos de rubíes, tortugas con caparazón de cuarzo rosa, camaleones con la piel repleta de piedras preciosas. El zar de Rusia, Nicolass II encarga a Boucherón una corona como regalo de compromiso para su futura esposa Alexandra, y es tal el éxito de la corona, que pronto ha de abrir una tienda en Rusia para atender la demanda de pedidos que se producen. En Paris pasan por su tienda toda clase de altas personalidades , tanto de la realeza, como actores de cine, teatro, políticos etc..
Frederick Boucheron muere en 1902, y es su hijo Louis Boucheron quien se hace cargo del negocio, que al año siguiente, abre tiendas en Nueva York y Londres. Louis con buen instinto comercial sabe atender la demanda que en ese momento existe en la alta sociedad por todo lo exótico y oriental, y crea colecciones de joyas evocando esos países, llenando sus creaciones de gran colorido ganándose por ello el título de “ el joyero de las mil y una noches”.
Podemos decir que Boucheron es el creador de la feminidad en la joyería. Con sus creaciones conquista y sigue conquistando a las mujeres de todo el mundo.
Imágenes y Bibliografía:
http://eu.boucheron.com/en_eu/