– Año de estreno: 1932
– Director: Edmund Goulding
– Actores: Greta Garbo (Madame Grusinskaya), John Barrymore (El Barón), Joan Crawford ( Flaemmchen), Wallace Beery (Preysing), Lionen Barrymore (Kringelein), Fotografía: William Daniels
La vida en el hotel más caro de Berlín, el ir y venir de sus huéspedes y de sus empleados. Adaptación de la novela «Menschen im Hotel» escrita por la autora teatral Vicky Baumm. La escritora se basó en hechos reales ocurridos en un hotel en el que ella trabajaba entre una taquígrafa y un magnate industrial, y en sus propias experiencias como ayuda de cámara en dos conocidos hoteles de Berlín para escribir su novela.
“La gente va y viene. Nunca pasa nada” es una de las frases de la película que mejor la describen. Un barón, un viejo doctor herido de guerra, un humilde trabajador a punto de morir, un agresivo industrial, una bellísima bailarina rusa, una secretaria bastante liberal y un sinfín de personajes se mezclan para crear y contar varias historias. Los clientes se registran, comparten sus vidas y después se van.
Sus vidas se mezclan de manera que nos recuerdan a muchas películas y series actuales. En un principio, cuando comenzamos a verla, puede parecer que nos encontramos ante una comedia de esas que tratan la vida de manera ligera y optimista. Pero en seguida nos damos cuenta de que nos encontramos ante un drama. Una película que nos habla de honestidad, generosidad, amistad, ambición, orgullo, respeto, amor y desamor.
No os voy a contar la trama de la película, ya que es de esas demasiado complicadas que es mejor ver que contarla. La puesta en escena me parece impresionante: el hall del hotel, las escaleras, los pasillos y las habitaciones. Todos los decorados son extraordinarios. Las escenas en que Greta Garbo cruza el hall del hotel como una autentica diva, seguida por una corte de botones cargados de flores son exquisitas.
Historias entrecruzadas, una fórmula que se ha utilizado muchísimo con posterioridad y que se ha quedado con el nombre de «fórmula Gran Hotel”
Yo personalmente me quedo con Joan Crawford y Lionel Barrymore. Ella, en su papel de secretaria, está espléndida: elegante, pícara, coqueta. Y él, representando al viejo contable tierno y honesto. Para mí Greta Garbo está demasiado distante, fría y, aunque bellísima y súper elegante, no llega a atrapar al espectador.
La película, en blanco y negro, opino que tiene una gran fotografía, los claroscuros son atrapantes. Hay una escena de Greta Garbo, sentada en el suelo con la luz entrando por las espalda de su trasparente vestido, que me ha parecido bellísima.
Premios:
La película recibió el Oscar a la mejor película en 1932 y en el año 2007 el
National Film Preservation (ya os he explicado aquí lo que representa este premio).
Curiosidades y anécdotas:
- La película cuenta con un sin fin de anécdotas, curiosidades y leyendas como la lucha entre la Garbo y la Crawford, no sé si real o alimentada en la época para promocionar la película antes de su estreno. Este tipo de cosas se siguen haciendo y suelen dar buenos resultados a la hora de vender entradas. La cuestión es que las dos divas no aparecen nunca juntas, dicen que para no eclipsarse la una a la otra.
- Es la única película con Oscar a la mejor película que no consiguió ninguna otra nominación.
- Wallace Beery rechazó inicialmente el papel, para posteriormente aceptarlo con la condición de que él fuera el único actor con acento alemán.
- Greta Garbo pidió que se decorara el escenario con luces rojas, para dar a los ensayos una atmósfera más romántica.
- La frase de Greta Garbo «I want to be alone» (Quiero estar sola) está en el puesto 30 de las 100 mejores frases de películas americanas, según la AFI (American Film Institute), y fue utilizada por Groucho Marx en «Una noche en la ópera» y Hércules Poirot en «Asesinato en el Orient Express» decía: «Alguno de nosotros, en palabras de la divina Greta Garbo, quiere estar solo».
- En las escenas del vestíbulo del hotel donde había tanta gente moviéndose, se encargó a todos los figurantes y actores que llevaran calcetines sobre los zapatos para no hacer tanto ruido. Se gastaron 200 pares de calcetines de lana cada día.
- Las entradas del estreno costaban 1,50 dólares, una cantidad enorme en la época para una entrada de cine.
Meteduras de pata:
- En una de las escenas de la Garbo al teléfono, éste cambia de manos entre las diferentes tomas.
- Aparecen manchas de sudor en el vestido de la Garbo. Es una de las escenas con más pasión de la película.
- Los volantes de todos los coches están a la derecha. En Alemania se conducía (y se conduce) por la derecha, por lo que los volantes deberían estar a la izquierda.
- Cuando Mr Kringeley, borracho, golpea la puerta de su habitación, el muro tiembla.
Os dejo un tráiler de la película que parece es posterior, ya que el original según Imdb.com se ha perdido.
Tráiler de la película (según www.imdb.com este tráiler es posterior, el original de 1932 está perdido):
Un clásico que ocupa el segundo lugar en nuestra lista de Películas Icónicas.
Imágenes:
Wikipedia, 24 veces por segundo blog, Tcm.com y los ojos de cain scoom.com.