Nuestro “Icono Vintage” de septiembre nacía en Barahona (República Dominicana) en 1912 y era bautizada en la iglesia donde se cree que están enterrados los restos de Cristóbal Colón. María Montez fue la primera actriz dominicana en alcanzar la meca de Hollywood.
Se crió y pasó su infancia en Tenerife, ya que su padre era canario. Allí se educó en un convento católico. Desde niña soñó con ser actriz y, cuentan, cómo ya siendo muy pequeña sacaba una gran sabana a la puerta de su casa y montaba un escenario improvisado, para representar pequeñas obras de teatro.
Inquieta y soñadora, cuando en los años 30 se mudó a Nueva York, llegó convencida de que su meta principal era convertirse en una famosa actriz. Para ello, lo primero que hizo fue adaptar su biografía para hacerla más atractiva de cara a la meca del cine. Cambió su nombre por el de María Montez, en homenaje a la bailarina Lola Montez que era la preferida de su padre, e incluso se quitó unos cuantos años para parecer más joven.
Su fuerte acento hispano, su exuberante y latina presencia y su gran belleza contribuyeron a auparla en poco tiempo al estrellato. Y en muy pocos años ya era conocida como “Ciclon caribeño”,
Desde 1942 se la conoce como «La reina del technicolor». Trabajó de protagonista de títulos tan taquilleros como, «La salvaje blanca», «Ali Babá y los 40 ladrones», «La reina cobra» o «Las mil y una noches» … De esta última película diría sobre sí misma: «Cuando me veo en pantalla estoy tan guapa que grito y salto de júbilo».
María se casó dos veces, una en los años 30 con un banquero irlandés del que se divorcio en 1939 y con el que no tuvo hijos, y en una segunda ocasión con el actor francés Jean Pierre Aumont con quien tuvo una hija: la actriz Tina Aumont.
En 1951 un astrólogo de Hollywood le dijo que su vida sería corta y que moriría de forma repentina. Murió ese mismo año de un ataque al corazón mientras tomaba un baño de agua caliente con sales en su casa parisina. Tenía 34 años.
María Méndez posó para McClelland Barclay, uno de los ilustradores más famosos de la época y pintor de pin-up art.
En su recuerdo el aeropuerto internacional de la República Dominicana lleva su nombre.
Ella se ha ganado por meritos propios su lugar en la meca del cine.
Os dejo el link a tres de sus más famosas películas:
En ella el califa de Bagdag debe ir de incógnito con un grupo de actores ambulantes cuando su hermano usurpa el trono. Ambos desean a la misma hermosa bailarina, que duda entre el poder y el amor verdadero.
«Alí Babá y los cuarenta ladrones»
En ella un joven príncipe acompañado por cuarenta ladrones, se venga de los invasores mongoles que asesinaron a su padre y robaron su trono.
En ella al descubrir que su novia Tollea ha sido secuestrada, Ramu y su amigo Kado parten hacia una isla del Pacífico donde todos los extranjeros son asesinados a su llegada y los habitantes, que son frecuentemente sacrificados a un malvado dios volcán, adoran a la cobra. La isla está gobernada por una malvada gemela de Tollea: Naja la mujer cobra, que, además de tener planes para su nuevo prisionero Ramu, también desea eliminar cualquier competencia de su benevolente hermana.
¡Qué bella mujer!
Exótica y misteriosa, eso precedió a su talento como actriz.
No conocía esa historia privada 🙂
Ni sus matrimonios ni su muerte vista en las estrellas…
Pobre.
Gracias por estas fotos y este recuerdo de mujer.
Mil besos
A
Muchas gracias Azucena por tus siempre cariñosos comentarios.
Un besazo