La palabra collar deriva de “collum”, cuello en latín.
Como su propio nombre indica es un adorno para embellecer el cuello, de tamaño y largo muy variable.
Se distinguen principalmente tres tipos de collares:
Gargantillas o ahogador: es un collar que queda totalmente ceñido al cuello, del que hemos visto muchas variantes en perlas o piedras semipreciosas de pequeño tamaño. También es muy corriente realizarlos con terciopelo o encaje y decorarlos con piezas de alta joyería.
Collar princesa: término usado frecuentemente para designar los collares de perlas de medio largo, entre 45 y 50 cm de longitud.
Collar ópera: término usado frecuentemente para designar los collares de perlas de mayor longitud, entre 70 y 85 cm.
El diseño de los collares ha ido cambiando a lo largo de los años, adaptándose a los usos y modas de cada momento.
Imágenes @ María Vintage Photography