Menuda semana complicada estamos pasando en la fábrica.
Don Ricardo ha decidido involucrarse en el día a día de la fabrica y las hermanas se enfrentan a un grave dilema. Si ellas faltan en la fábrica, faltan manos, y no lograrán realizar las entregas de los pedidos a tiempo. Pero si trabajan en el turno de noche, para sacar el trabajo adelante sin que las vea su tío, ¿cómo convencerlo de que con el personal que él ve durante el día, logran sacar tanto trabajo adelante? El sueño y el cansancio de trabajar de noche y estar en sociedad de día, no pueden con ellas. En cambio es su tío el que una vez más se convierte en su mayor quebradero de cabeza.
¿Hacerle creer que la fábrica va mal será una buena opción? ¿Morderá el anzuelo que tan bien han urdido Diana y Salvador?
La larga ausencia de su padre empieza a despertar muchas suspicacias.Suspicacias que cada vez son más complicadas de acallar. Doña Dolores no comprende que haya desparecido en este momento de preparativos de la boda de su hijo con Blanca y … ya sabemos como es Doña Dolores. Tampoco Benjamín entiende como su jefe no da señales de vida y comienza a sospechar que algo pasa. Qué complicado resulta guardar este gran secreto.
Si nos centramos en los amores y desamores de las hermanas, las cosas tampoco ruedan con facilidad.
Rodolfo mantiene su romance secreto y engaña a Blanca con la Srta Victoria. Y aunque su hermano Cristóbal los descubrió, Rodolfo no tiene ningún reparo en exigir a su prometida que deje de verse con Cristóbal en aras del honor y buen nombre de su apellido.
Sabemos que Blanca es la perfecta prometida, pero con su inmenso cariño, respeto y quizá algo más por Cristóbal, ¿cumplirá esta orden?
Adela debe decidir entre lo que dictan sus deseos y lo que dicta su razón respecto a seguir viéndose con Germán. Y más ahora que la mujer de Germán tiene dudas sobre esa relación. Intuye que va más allá de una relación exclusivamente comercial y la intuición femenina en cuestión de amores no suele equivocarse.
Francisca se da cuenta que tiene dos pretendientes. Su papel de La Bella Margarita en el Ambigú , el trabajo en la fábrica junto y su espontaneidad, no le han dejado tiempo para darse cuenta que tanto Gabriel como Luis beben las aguas por ella. Y ella… ¿Por quién se decidirá?
El triángulo amoroso entre la pequeña Elisa, Diana y Salvador Montaner seguro que sigue dándonos muchos buenos ratos.
Como bien le dice Petra a Celia :»El amor no se piensa, se siente».
De momento nosotras observamos y nos aplicamos la frase que tanta gracias nos hace : «Mercededitas, calladita» y os recordamos que seguimos con la exposición de todas las joyas de la serie expuestas en nuestro escaparate.
¡Os esperamos!