Hoy venimos a hablar de una increíble mujer. Se trata de Marie-Jeanne Rose Bertin. Marie-Jeanne nació en Abbeville, Francia en 1747, en el seno de una familia de bajos recursos. Su madre, enfermera de profesión, tenía un sueldo bastante bajo; y, cuando falleció su marido la situación se complicó.
La infancia de Marie-Jeanne Rose Bertin.
Como decíamos, Marie-Jeanne provenía de una familia humilde, por lo que su nivel educativo fue escaso. Pero ella era una mujer muy ambiciosa, por lo que eso no se convirtió en un impedimento para desarrollar su carrera profesional.
Con tan solo dieciséis años, Rose Bertin se mudó a París, donde se convirtió en aprendiz de una exitosa sombrerera, Mademoiselle Pagelle, con clientes de la alta sociedad y la aristocracia.
A la edad de 23 años ya tenía su propia tienda de ropa, conocida como Le Grand Mogol. Muchas de las clientas que ya la conocían de la tienda de sombreros la siguieron a su nueva tienda. Además, comenzó a ganar muchas nuevas clientas de la aristocracia entre las cuales se encontraba la mismísima Marie Antoinette (Maria Antonieta).
Su etapa como modista de Maria Antonieta.
Marie-Jeanne fue la modista de la reina Maria Antonieta durante 22 años. A los dos años de comenzar a vestirla, y justo antes de la coronación del rey Luis XVI, Bertin fue presentada a la reina. Maria Antonieta, enamorada del trabajo de Bertin, le proporcionó un cuarto dentro del Palacio de Versalles para que pudiera trabajar en sus diseños. Desde entonces ambas mujeres se reunían todas las semanas para discutir las nuevas creaciones de la modista, y charlar sobre moda. Entre Rose Bertin y el peluquero de la Reina Leonard Autié crearon para ella un estilo propio. Al final, la confianza las llevó a ser confidentes y amigas.
Bertin se convirtió en el icono de la moda de Europa. En aquella época, la moda Francesa era la más importante de Europa y Marie-Jeanne, como diseñadora de la reina de Francia y la aristocracia francesa, fue la figura central del momento. De hecho, de su tienda “Le Grand Mogol” salieron vestidos y sombreros que vistieron a gran parte de la aristocracia y la realeza de Europa. Creando así un auténtico imperio de la moda.
La Revolución Francesa
Durante la revolución francesa, muchas de sus clientas emigraron fuera de Francia. Pero eso no interfirió en el negocio de Marie-Jeanne de forma inmediata. Si bien la moda en estos momentos estaba cambiando mucho, ella jamás siguió esas nuevas tendencias igualitarias. Se negó a diseñar los nuevos artículos que se estaban llevando, como los tirantes “Mirabeau” y los sombreros “Desmoulins”.
Se dice que durante esta época, la modista sirvió de mensajera secreta de la reina. Que se dedicaba a entregar mensajes secretos a personas influyentes de otros países en sus viajes de negocios. Pero ni está confirmado ni se cree que sea probable.
En febrero de 1793, Rose Bertin se fue de Francia a Londres. Durante un tiempo pudo atender a sus antiguos clientes entre los emigrados, y sus diseños de moda siguieron circulando por las capitales europeas. Su negocio en París todavía operaba, a pesar de su ausencia. Nombró varios representantes que llevaban su tienda, y les enviaba dinero desde Londres.
En esta época, aun estando la familia real bajo arresto domiciliario, Bertin todavía entregó varios pedidos a María Antonieta. Se sabe que la última ropa que vistió la reina, el día que fue trasladada a la Conciergerie, fue de «Le Grand Mogol».
El fin de La Revolución Francesa.
Bertin estuvo ausente de Francia durante las masacres de septiembre, por lo que fue incluida en la lista de emigrados. En enero de 1795, Rose Bertin consiguió que su abogado afirmara que había estado viviendo de manera legal fuera de Francia por motivos comerciales. Se omitieron los 3 meses en los que había regresado y vivido en Francia. Esto la sacó de la lista de emigrantes, haciéndola libre de regresar a su país y reanudar su negocio.
Su negocio nunca se recuperó por completo, pero continuó a menor escala. Esto se debió en parte a la inflación y en parte a que las modas cambiaron después del fin de la Revolución Francesa. Joséphine de Beauharnais estaba entre sus clientes, y tenía otros clientes extranjeros como María Teresa de Nápoles y Sicilia y María Luisa de Parma. Finalmente fue reemplazada como diseñadora de moda líder por Louis Hippolyte Leroy.
A principios del siglo XIX, Marie-Jeanne transfirió su negocio a sus sobrinos y se retiró a su finca en Épinay donde murió en 1813.
Bibliografía
https://www.mujeresenlahistoria.com
https://en.chateauversailles.fr