Los años 50 fueron los años de gloria para Maria Anna Sophie Cecilia Kalogeropoulos, mundialmente conocida como Maria Callas. Maria nació en Nueva York, en 1923. Hija de una pareja de inmigrantes griegos que decidieron cambiar su complicado apellido por “Kalos”, para finalmente volverlo a cambiar a “Callas”.
La infancia de Maria Callas.
Maria fue la última hija del matrimonio entre Litsa y George. Su madre, cuando Maria tenía tan solo 3 años, se dio cuenta de la maravillosa voz que tenía su hija y comenzó a obligarla a cantar constantemente, presionándola sin parar. Algo con lo que George, su padre, no estaba de acuerdo.
Maria Callas llego a confesar que «I was made to sing when I was only five, and I hated it”. Es decir, que se la obligó a cantar desde los 5 años y que ella lo odiaba.
Las joyas de Maria.
Hoy queremos centrarnos en la maravillosa colección de joyas de Maria. Callas atesoró a lo largo de su vida un gran número de éxitos profesionales. Y también un gran número de joyas. En cada estreno su marido – el rico Giovanii Battista Meneghini – solía regalarle una pieza de joyería. Todas las piezas contaban con rubíes, diamantes y esmeraldas, sus piedras preciosas favoritas, casi siempre de la Casa Van Cleef & Arpels.
El repertorio artístico de María Callas se puede seguir a través de su rico y brillante joyero: Un collar y una pulsera de diamantes y rubíes en rojo y blanco del estreno de “ Medea”. Unas espectaculares diademas lucidas en “Norma”. Un enorme anillo de esmeraldas para “La Traviata”. Un broche con forma de flor realizado en diamantes y rubíes…
Su joyero de la suerte.
Para su debut en Verona (Italia) en 1947 con” la Gioconda”, lució una pequeña corona de oro. El éxito fue grandioso y María estaba convencida de que gran parte de su suerte se debía a esa preciosa corona. No paró hasta saber quién era el autor de aquella maravilla. El autor era el joyero milanés Ennio Mrino Marangoni, que a partir de ese momento, quedó estrechamente ligado a la Diva.
American opera singer Maria 'Callas' Kalogheropoulos liyng on a air mattress on Venice Lido beach, wearing a floral swimsuit and dangling earrings, reading a newspaper, Venice, 1950 (Photo by Archivio Cameraphoto Epoche /Getty Images)
Desde entonces, Maria subiría a los escenarios llevando exclusivamente las joyas de Marangoni, su joyero “de la suerte”. Más de 600 alhajas diseñó para ella. María dependía tanto en sus actuaciones de esas joyas que, personalmente, solía intervenir y formar parte en el diseño y en la creación de las mismas.
Onassis y sus últimos años.
Cuando apareció el naviero Onassis en su vida, María rompió su matrimonio con Meneghini. Ella jamás le devolvió ninguna de sus joyas y él pasó el resto de su vida retirado en una villa de Verona.
María Callas, a partir de entonces, centró su vida en Onassis, abandonando sus éxitos y carrera. Pero la tempestuosa relación entre Callas y el magnate griego no duró mucho. En 1968 Onassis contrajo matrimonio con Jackeline Kennedy.
Ella se retiró a París; y con la voz bastante deteriorada hizo su última aparición pública en Japón. Después decidió regresar a la capital de Francia donde murió en 1977 a los 53 años de edad. Tras su fallecimiento, y al no tener descendencia, sus joyas pasaron a manos de un íntimo amigo suyo.
Hace poco se subastaron las joyas de la diva. De todas las piezas, la más deslumbrante fue un anillo con un gran diamante en forma de marquesa de casi 12 quilates, regalo de su marido. Este anillo fue subastado por 1.4 millones de euros.
María Callas fue una mujer con una belleza super exótica, con una elegancia innata que deslumbró en los más grandes teatros de todo el mundo. Su voz era absolutamente extraordinaria y bellísima, para algunos, entre los que me incluyo, nunca ha sido superada.
Me encantaría saber si opinas lo mismo que yo sobre su voz.
Bibliografía:
Sin duda tenía una gran voz,pero no excepcional. Lo que si tenía en grado sumo fue un enorme talento como actriz. Sus interpretaciones estaban llenas de vida. Una artista irrepetible.
Totalmente Ana María, fue una artista irrepetible!