El Museo Hillwood es uno de esos hermosos lugares a los que yo no dejaría de ir nunca si me encontrara en la ciudad de Washington.
El Museo Hillwood fue el hogar de Marjorie Merriweather Post, ya os he hablado de ella en “70 años de moda a través del estilo de Marjorie Merriweather” y “Cartier: La deslumbrante Joyería Histórica de Marjorie Merriweather”.
Marjorie heredó a la temprana edad de 27 años el imperio de los cereales Post de su padre, que en ese momento estaba valorado en más de 20 millones de dólares.
Mujer carismática y visionaria, desarrolló un gusto por el arte francés del siglo XVIII y posteriormente por el imperio ruso. Gran coleccionista de piezas de arte de valor único, su mansión terminó convertida en un grandísimo museo en el que sé con certeza que podría pasarme horas.
Este mes os vuelvo a hablar de ella, después de casi dos años, ya que el pasado 10 de junio se inauguraba otra preciosa exposición sobre sus joyas.
“Espectaculares gemas y joyas”
Una exposición que nos deslumbra con exquisitos ejemplos de joyas históricas y con algunas de las joyas más bellas del siglo XX.
Durante siglos, las piedras preciosas han sido las piezas centrales de la joyería hecha para adornar a la realeza, la aristocracia, la alta sociedad y las estrellas de Hollywood.
Después de la Primera Guerra Mundial, muchas de las más increíbles joyas de la historia pasaron a manos nuevas, y los cambios revolucionarios en la moda llevaron a la innovación en el diseño de las mismas.
Marjorie Post se encontraba entre esta élite de nuevos ricos, y adquirió joyas y las rediseñó con algunos de los más afamados joyeros de la época. Marjorie no sólo estaba interesada en usar las joyas, ella era una gran experta en gemología y también gustaba de conocer la historia de cada una de las piezas que adquiría. El resultado de su colección es una de las mejores de la historia americana del S.XX.
En esta magnífica exposición podréis disfrutar de más de cincuenta piezas que alguna vez pertenecieron a Marjorie Merriweather Post, y podréis conocer la historia detrás de cada una de ellas.
Entre sus piezas más emblemáticas destacan diseños de Cartier, Van Cleef y Arpels, Harry Winston y Verdura, entre muchos otros.
La muestra “Espectaculares gemas y joyas” muestra los mejores ejemplos de la colección de Hillwood. Piezas legadas por Marjorie para el disfrute de generaciones futuras que, junto con préstamos importantes de piezas que ella misma legó a otros museos y colecciones privadas, han regresado a su hogar por un tiempo para completar la muestra.
La exposición ofrecerá la oportunidad de examinar la gran calidad y belleza de las gemas en la colección, su significado histórico y la evolución del diseño en la joyería del siglo XX, desde los años 1900 hasta los años sesenta.
Una de las joyas más significativas y conocidas de la colección de Marjorie, que sigue en la colección privada del museo Hillwood, es un broche colgante de esmeralda y diamante hecho por la rama londinense de Cartier en la década de 1920. Esta pieza icónica, cuenta con más de 250 quilates de esmeraldas indias talladas del período mogol, incluyendo una esmeralda del siglo XVII tallada en forma de una flor con una inscripción persa en un lado.
Otro ejemplo es la gran joya de diamantes y rubíes que supuestamente se hizo a principios del siglo XIX para la duquesa de Oldenburg, hija de la gran duquesa María Nikolaevna.
En contraste, la exposición también cuenta con importantes piezas modernas, como un elegante broche floral de rubí y diamantes de Van Cleef & Arpels, que Marjorie compró en 1969.
Otros ejemplos son: un precioso alfiler de bailarina Van Cleef & Arpels inspirado en una pintura de Marie Camargo; un broche de peridoto, oro y diamante de David Webb y un anillo de amatista en forma de pera Verdura, todos ellos audaces en el diseño.
Estos son algunos ejemplos.
Yo, para los que estéis interesados, os dejo el link a la web con todos los detalles, y os animo a acercaros a ver tanto la casa como las joyas, si tenéis la gran suerte de viajar a Washington antes del 7 de Enero de 2018.
Imágenes: Hillwood Museum