Nace en Mayfair (Reino Unido) en 1885. La paternidad de Clementine es incierta, no sabiéndose con seguridad quien fue su auténtico padre. Lo cierto es que está registrada como hija de lady Blanche Hozier y de Sir Henry Montague Hozier. A pesar de la separación de sus padres, recibió una buena educación en Alemania y Francia.
Clementine conoció a Winston Churchill en un baile de sociedad cuando contaba 19 años de edad, pero fue cuatro años después en una cena donde surgiría el flechazo. La pareja compartía mesa y esto les serviría para conocerse un poco mejor. Churchil, que ya era presidente de la Cámara de Comercio de Inglaterra, quedó prendado de la belleza, inteligencia y distinción de Clementine.
A pesar de estar casi comprometido con Violet Asquith, hija del primer ministro, Winston decide escribir a Lady Blanche para pedir la mano de Clementine. La boda se celebró en septiembre de 1908 y tuvo 5 hijos.
Clementine, poseedora de una gran inteligencia política, supo ser el punto de apoyo en la carrera política de su marido. Proporcionó a Winston la seguridad, la protección y el ánimo que este necesitaba en cada momento, sabiendo cómo hacer frente con maestría al carácter depresivo y malhumorado de su marido. Se dice de ella que era la única persona que podía influir en sus decisiones, y que lo corregía sin ninguna clase de miedo exponiéndole sus puntos de vista. También le ayudó a corregir un leve “ceceo” en sus exposiciones orales y le dio el visto bueno a sus discursos en más de una ocasión. Clementine lo era todo para Winston Churchill.
Clementine ocupó numerosos cargos de responsabilidad durante la carrera política de su esposo. Fue, entre otras muchas cosas, la Presidenta del Fondo de Ayuda de la Cruz Roja para Rusia, organizó los comedores para los trabajadores de las municiones en Londres durante la primera Guerra Mundial, fue Presidenta de la Asociación Cristiana de Mujeres Jóvenes. En 1946 fue nombrada Dama de la gran Cruz del Imperio Británico y Doctora Honoris Causa de las universidades de Glasgow y Bristol. Años más tarde, en 1965, fue nombrada Baronesa Spencer-Churchill en el condado de Kent.
En enero de 1965 enviudó. En los últimos años de su vida tuvo que enfrentarse a problemas económicos, teniendo que subastar cinco pinturas de su marido. La venta resolvió los problemas y pudo vivir en paz y tranquilidad hasta que su corazón dejó de latir a la edad de 92 años.