El cierre de gancho puede ser abierto o cerrado, es muy cómodo y rápido de poner, quizás por eso es tan popular entre nuestras clientes.
El inconveniente que tiene es que con el paso de los años el lóbulo de nuestra oreja pierde definición y se descuelga un poco, lo que puede hacer que los pendientes queden un poco descolgados, permitiendo que se vea demasiado el lóbulo o que parezca que lo tenemos más grande.
Otro posible inconveniente de este tipo de cierre, sobre todo si es de “gacho abierto”, es que puede salirse con un mal movimiento o engancharse en el cabello y perder uno de los pendientes. Por esa razón recomiendo siempre el uso de topes de silicona, para que quede bien sujeto y evitarnos disgustos.
En el caso del cierre de gancho cerrado este problema desaparece por completo, ya que el cierre evita que el pendiente pueda salirse en un descuido.
Nosotras en nuestra colección de joyas históricas solamente trabajamos el cierre de gancho con cierre incorporado, sobre todo para evitar estas pérdidas indeseadas.
Sí es cierto que es un tipo de cierre que no favorece a todo el mundo, pero es muy popular entre la gente joven.
Podéis encontrar una gran selección de pendientes con este tipo de cierre en nuestra colección de pendientes renacentistas.