Un vestido de novia que causaría sensación en la época, es el protagonista de este viernes en nuestra sección de “Ideas Vintage”. Se trata de la joya que luciría la Princesa Margarita de Connaught el día de su boda religiosa con el Principe Gustavo Adolfo VI de Suecia.
El vestido se realizó a partir de una preciosa tela de encaje y se acompañaba de un soberbio velo que había sido bordado por varias mujeres irlandesas, parece que como agradecimiento a los cuatro años que la familia ducal había vivido en dicho país.
El velo iba sujeto con una guirnalda de florecitas en tono naranjas que hacían juego con las flores que llevaba en el corpiño el traje. La princesa Margarita llegaría con los 15 minutos de retraso propios de toda novia que se precie, y del brazo de su padre. La acompañaron durante toda la ceremonia cuatro preciosas damas de honor: su hermana la princesa Patricia, la princesa Mary de Gales, la princesa Beatriz de Saxe-Coburg y Gotha y la princesa Victoria Eugenia de Battenberg, futura esposa de Alfonso XIII y reina de España.
La revista “The Lady”, publicación inglesa con base en Londres que lleva funcionando desde 1885, alabó el buen gusto de la princesa Margarita. La ceremonia fue muy sencilla y sobria, algo bastante distinto a la tradición de la corte inglesa.
Los novios recibieron como regalo de bodas el Castillo Sofiero de manos del rey Óscar II, su abuelo, en el cual tuvieron su residencia oficial de verano hasta la muerte del Rey Gustavo en 1973. Fecha en la que el soberano donaba en su testamento el castillo al municipio de Helsingborg.
Un precioso vestido de novia que estoy segura habrá inspirado a más de un diseñador del S.XX.