Un increíble broche de lapislázuli y perlas abre nuestra temporada de joyas históricas este otoño.
La joya fue pintada por Doménico Ghirlandaio entre 1884 y 1486, para decorar el altar mayor de la Iglesia de San Justo de Florencia. Se trata de una pintura al temple sobre tabla, con un tamaño de 190 x 200 cm. Esta iglesia, que estaba en extramuros, fue destruida durante el asedio en 1529 de las tropas imperiales españolas a la ciudad. Pero gracias a la intervención de los frailes del convento de San Giovanni Battista della Calza, la tabla ha podido llegar hasta nuestros días.
Ellos la rescataron y la mantuvieron a buen recaudo, hasta que en 1853 pasó a la Galeria de los Uffizi donde hoy podemos disfrutar de ella.
La obra es una “Sacra Conversazione” (Sagrada Conversación)”, nombre que se le da este género pictórico, muy habitual en la pintura religiosa flamenca y en el renacimiento italiano. La Virgen con el Niño está sobre un trono rodeada de santos, con los cuales mantiene una “conversación” o una relación relajada. Es una composición piramidal, llena de armonía y equilibrio, tanto en los volúmenes como en los colores, que Doménico mezcla magistralmente.
Es una obra típica de Ghirlandaio. Una demostración de su detallismo, que podemos apreciar en detalles como los mantos de los dos obispos, la alfombre, el friso de la arquitectura que rodea al trono de la Virgen o las rosetas que adornan la parte interna de la bóveda del trono. Y, por supuesto, en nuestro precioso broche de lapislázuli y perlas.
Cuando miras el cuadro, es inevitable que el primer sitio adonde se vayan los ojos sea a la Virgen con el Niño. Y, en mi caso, por supuesto, al precioso broche que lleva la Virgen.
Mi deformación profesional me lleva a examinar al detalle todas las joyas que encuentro en cada una de las exposiciones que visito, o en las numerosas horas que paso navegando por Internet en busca de alguna pieza que llame realmente mi atención.
La Virgen y el Niño son los personajes principales, no dándonos casi cuenta de que Doménico los pinta en un tamaño un poco mayor. Pero es tanta la armonía con los demás que apenas se aprecia. También nosotras hemos realizado el broche de un tamaño un poco mayor a lo que solemos hacer, para de esta manera continuar un poco con la idea que tenía el artista de darle más importancia al personaje de la Virgen.
La Virgen Maria también lleva sobre sus hombros un manto donde, a la derecha, se ve una estrella dorada, antiguo símbolo de la Gracia Divina, es la “llena de gracia”. La Virgen, sentada en su trono, lleva sobre sus rodillas al Niño Jesús, que con la mirada trata de entablar relación con los dos obispos.
Los obispos que acompañan a la virgen son San Zenobio, obispo y patrón de la ciudad de Florencia, y San Justo, titular de la iglesia. Hay otras dos figuras destacadas a cada lado de la Virgen, son dos arcángeles: el que está a la derecha de María es el arcángel San Miguel, vestido de guerrero con una magnifica armadura y espada, es el príncipe de la milicia celestial, el defensor del pueblo de Dios contra el demonio, el que vence a Lucifer y a sus seguidores con su espada de fuego. Ghirlandaio logra dar a la armadura un efecto perfecto, metálico y dorado, en sus adornos.
En el lado derecho se encuentra el arcángel San Gabriel con una rama de lirio en la mano. Es el arcángel mensajero de Dios, que anuncia a María que va a ser la Madre. A este arcángel siempre se le representa con el lirio que simboliza la pereza, la virginidad, la inocencia, el amor y la armonía, cualidades que poseen la Virgen y el arcángel.
Detrás de los arcángeles hay cuatro ángeles y detrás del trono unos árboles simbólicos: el naranjo con sus frutos simbolizando la fertilidad y la pureza; el granado que simboliza la realeza y los cipreses que simbolizan la inmortalidad y la santidad.
Sin lugar a dudas una magnífica obra que me encantaría ver de primera mano de nuevo. De momento, por si no la habéis visto, os dejo unas cuantas fotografías para que aprecies mejor el detalle y, por supuesto, una foto del broche del que os he hablado.
Espero que os guste mi joya histórica de este mes de septiembre.