Después de 25 años trabajando en el mundo de la marroquinería, en 1995 Almudena y su marido se lanzan a la aventura y deciden crear su propio espacio.

Entre los dos se las han arreglado para mantener viva la ilusión de los primeros momentos, aun en tiempo de crisis. Aunque al principio se dedicaban sobre todo a venta de bolsos, con el paso de los años han ido extendiendo su actividad a zapatos, botas y complementos: bufandas, cinturones, billeteros, gemelos… Todo ello, en el 95% de los casos, de fabricación nacional: Elda, Elche, Murcia, Menorca…

Me gustan estas tiendas en las que se respira el sabor de lo auténtico. En las que la calidad de la piel se nota nada más entrar, a través de ese olor tan especial que se percibe y por el tacto tan sutil de sus piezas.

Ya no quedan muchas tiendas de estas en Madrid. Creo que hay que cuidarlas como oro en paño, son la esencia del comercio más genuino. El trato personal y el cuidado, hasta del último detalle, son sus sellos de identidad.

Me descubre Almudena que sus clientas, en su mayoría mujeres, saben reconocer la calidad y por eso acuden a su establecimiento.

Almudena vino a vernos hace unos días con su hija. Ella no quiso salir en la foto, pero si me contó muy ilusionada como ahora ella y su hermana ayudan a sus padres algunos sábados en la tienda. La saga continúa…

Si queréis conocer a Almudena y acompañarla a través de su apasionante mundo de la marroquinería “Made in Spain”, podéis hacerlo en:

El Blog de La Tienda de Almudena

Muchas gracias por tu visita Almudena.