Como amantes de la joyería que somos, nos encanta conocer la historia de joyeros de épocas más antiguas. Conocer cómo empezaron, cómo creaban sus joyas, en qué se inspiraban, los materiales que utilizaban… Así que hoy, queríamos hablaros del conocidísimo joyero Stanley Hagler. Quien, a lo largo de su carrera, ganó el prestigioso premio Swarovski 11 veces por «Grandes diseños en joyería».
Stanley Hagler
Stanley Hagler nació en Denver, Colorado en 1923. Fue un veterano de la Segunda Guerra Mundial y luego se graduó de la Universidad de Denver en 1949 con una licenciatura en derecho.
Trabajó como asistente de Miriam Haskell en los años 40 para empezar a crear sus propios diseños en 1950. Su carrera como diseñador comenzó con un enorme reto: el diseño del brazalete “fit for a queen” para Wallace Simpson, la duquesa de Windsor. Ella tenía pasión por la bisutería y se enamoró de sus diseños, convirtiéndose en una gran admiradora. En 1953, Stanley Hagler Jewelry Co. se estableció con Edward Nakles en el Greenwich Village de la ciudad de Nueva York.
La joyería de Stanley Hagler
Hagler se ha ganado la reputación de «Picasso en el campo de la joyería» por crear joyas de imaginación únicas, coloridas y con diseños sorprendentes y, en ocasiones extravagantes. Que no solo vendía en su país natal, Estados Unidos, sino que consiguió que sus piezas se vendieran en países como Japón, Inglaterra, Alemania, Francia, Australia y Suiza. Y que personajes tan famosos como Ivana Trump, Barbara Walters o Madeleine Albright, entre otras, lucieran sus joyas.
Las primeras creaciones de Hagler combinaron el diseño actual con componentes antiguos. Usó materiales de calidad, como vidrio soplado a mano de Murano, cristales de Swarovski en colores claros y vibrantes, racimos de perlas de aljófar, cuentas de semillas de colores y filigranas chapadas en oro ruso.
La artesanía de sus joyas fue excepcional. Todas las piezas estaban cableadas a mano y las piedras y los cristales estaban engastados con puntas en lugar de pegados. La obsesión de Hagler por los detalles convierte sus diseños en ejemplares. Las piezas eran en múltiples ocasiones multiusos; de modo que, por ejemplo, un collar se podía usar como tal o como una pulsera doble.
Una de las especialidades de Hagler era hacer joyas utilizando perlas de imitación. Hizo perlas barrocas con cuentas de vidrio sopladas a mano y luego las sumergió en resina de perlas hasta 15 veces para obtener la máxima luminosidad. También usó perlas en colores inusuales como coral, azul profundo y marrón miel. Todo un ejemplo de originalidad.
Su unión con Mark Mercy.
Stanley Hagler diseñó y creó todas sus joyas él mismo hasta 1979, fue en este año cuando Mark Mercy se unió a su empresa. Mercy, estuvo interesado en el diseño desde que era un niño. Fue gracias a su tío que conoció a Stanley y cuando éste le ofreció a Mercy ser su aprendiz, no dudó ni un momento en aceptar.
Durante los años siguientes, aprendió el oficio de diseño de joyas gracias a Hagler. Mercy era muy detallista y ponía mucho empeño en su trabajo y pronto comenzó a crear sus propios diseños para Hagler.
En 1981, Ian St. Gielar, admirador del trabajo de Stanley Hagler, se mudó desde Polonia a Estados Unidos. Comenzó a trabajar a tiempo parcial para Hagler en 1985, aprendiendo las técnicas de cableado de componentes a filigrana. En 1989, se convirtió en diseñador colaborador. Hagler habló muy bien de él y lo consideró un “genio”.
Su etapa en Florida.
En 1983, la empresa se mudó a Florida. Con el comienzo de los problemas de salud de Hagler, este le ofreció a Mercy que se asociaran en el negocio y él aceptó encantado. Después de que Hagler falleciera en 1996, una marca comercial de derecho consuetudinario permitió que Mercy pudiera conservar los derechos de nombre de “Stanley Hagler N.Y.C”.
Ian St. Gielar dejó la empresa en 1994 y comenzó una nueva empresa con su propio nombre en 1996, el mismo año en que falleció Hagler. A menudo describía sus piezas como «estilo Stanley Hagler».
Su esposa, Valentina, trabajó con él durante más de ocho años. Después de que St. Gielar falleciera en 2007, ella continuó su trabajo bajo el nombre de “Ian Gielar Studio” siguiendo los deseos de Ian.
Mercy ha mantenido todos los derechos legales para usar el nombre de Stanley Hagler N.Y.C. en sus joyas. Además compró todos los componentes originales y antiguos de las líneas de joyería de Stanley Hagler que permiten que se sigan produciendo las mismas piezas hechas a mano de alta calidad. Mercy continúa creando y vendiendo joyas con el estilo Hagler en la actualidad.
Vintage by Lopez-Linares
A día de hoy, las joyas de Stanley Hagler siguen siendo muy admiradas y coleccionadas por muchas personas en todo el mundo.
Las piezas pueden encontrarse con las siguientes marcas: “Stanley Hagler” desde 1950 hasta 1983. “Stanley Hagler N.Y.C” desde 1983 hasta 1993. Y “Stanley Hagler NYC” y/o “IAN St. GIELAR” desde 1993. Son las marcas que utilizó Ian St Gielar para marcar sus diseños. De hecho, algunos de sus diseños llevaban las dos marcas en la parte de atrás.
Nosotras tenemos que incluirnos en esa lista de admiradores de Hagler. Sus piezas nos cautivaron desde siempre, el estilo, los materiales y lo modernas que eran sus piezas en aquella época.
Nos impresiona como era capaz de crear esas piezas tan elaboradas, con esas cuentas tan pequeñitas. Formando esas flores, y figuras tan preciosas y difíciles de conseguir.