Joyas a Través del Tiempo: Un Viaje a los Estilos Históricos

La joyería es mucho más que adornos brillantes; es una ventana al pasado que refleja la cultura y la moda de cada época. Desde la opulencia renacentista hasta la sofisticación del Art Déco, cada período histórico ha dejado una marca distintiva en el mundo de la joyería. En esta guía, te invitamos a embarcarte en un viaje fascinante a través del tiempo mientras exploramos en detalle los deslumbrantes estilos históricos de la joyería.

Renacimiento: Una Era de Opulencia y Simbolismo

El Renacimiento, un período de resurgimiento cultural que abarca desde el siglo XIV hasta el XVII, influyó en la joyería de manera profunda. Caracterizado por una renovada admiración por la cultura clásica, este período se reflejó en la joyería a través de diseños intrincados y detalles elaborados. Las joyas renacentistas eran auténticas obras maestras, con collares de perlas, pulseras de oro y anillos adornados con gemas que expresaban símbolos religiosos y mensajes profundos. Las perlas y las piedras preciosas eran enmarcadas en metales ornamentados, creando piezas que irradiaban elegancia y riqueza.

Barroco: La Extravagancia en su Máxima Expresión

El período barroco, que se desarrolló en los siglos XVII y XVIII, estuvo marcado por la opulencia y el dramatismo en la joyería. Las piezas barrocas eran audaces y llamativas, diseñadas para impresionar y asombrar. Los colores intensos de las gemas, como rubíes y esmeraldas, se combinaban con diamantes para crear contrastes deslumbrantes. Los metales preciosos eran esculpidos en formas elaboradas y ornamentadas, dando vida a collares exuberantes, pendientes colgantes y broches de corsage con detalles intrincados. La joyería barroca reflejaba la teatralidad y el lujo de la época.

Rococó: Elegancia y Gracia en la Delicadeza

El siglo XVIII trajo consigo el período rococó, caracterizado por su enfoque en la elegancia y la gracia. Las joyas de esta época eran más ligeras y refinadas, con diseños que evocaban la belleza natural y los detalles florales. Los colgantes en forma de corazón, los lazos y las cintas eran elementos distintivos en la joyería rococó. Las perlas, símbolos de pureza, y los esmaltes añadían un toque de suavidad y feminidad a las piezas. La joyería rococó capturaba la sofisticación y la ligereza de la época, reflejando la elegancia de la corte de María Antonieta.

Joyería Victoriana: Romanticismo y Simbolismo

El período victoriano, que abarcó desde mediados del siglo XIX hasta principios del siglo XX, se caracterizó por una variedad de estilos que reflejaban los cambios sociales y políticos de la época. La joyería victoriana es famosa por su romanticismo y simbolismo. Las piezas solían incorporar gemas con significados específicos, como los anillos de acróstico que deletreaban mensajes secretos con las primeras letras de las gemas. Los colgantes y los broches con diseños de lazo eran comunes, representando lazos familiares y afectivos. La joyería victoriana también reflejaba el luto y el duelo, con piezas en negro y blanco que honraban la memoria de seres queridos.

Art Nouveau: Naturaleza y Espiritualidad en la Joyería

A finales del siglo XIX y principios del XX, emergió el movimiento Art Nouveau, que celebraba la conexión entre el arte y la naturaleza. Las joyas Art Nouveau se caracterizaban por líneas orgánicas y fluidas, inspiradas en elementos naturales como flores, hojas y criaturas místicas. Las gemas y los metales se fusionaban en diseños que transmitían un sentido de espiritualidad y conexión con el mundo natural. Las joyas eran más que adornos; eran expresiones artísticas con diseños únicos que desafiaban las convenciones tradicionales.

Art Deco: Modernidad y Geometría en la Joyería

El Art Deco, un movimiento de diseño que alcanzó su apogeo en los años 20 y 30, introdujo una estética moderna y geométrica en la joyería. Las piezas Art Deco se caracterizaban por líneas limpias, formas geométricas y contrastes audaces de colores y materiales. Diamantes, esmeraldas y zafiros eran gemas favoritas, y los diseños incorporaban patrones abstractos, escalonados y simétricos. La joyería Art Deco capturaba la elegancia de la era moderna y la innovación en el diseño, reflejando el espíritu de la era del jazz y la cultura del entretenimiento.

En nuestra tienda de reproducción de joyas antiguas, nos apasiona revivir la belleza de estos estilos históricos con autenticidad y cuidado. Cada pieza es una ventana al pasado, un testimonio de la creatividad y el estilo de épocas pasadas. Explora nuestra colección y descubre cómo puedes llevar contigo una parte del esplendor del pasado a través de estas exquisitas reproducciones.

Jacqueline Cochran: Rompiendo Barreras en los Cielos y en la Historia

En la historia de la aviación, pocos nombres brillan con tanta intensidad como el de Jacqueline Cochran. Su viaje desde ser una esteticista hasta convertirse en una pionera de los cielos es una inspiración para todos aquellos que sueñan con superar obstáculos y hacer historia. A lo largo de su vida, Cochran no solo demostró su destreza en el mundo de la aviación, sino que también desafió los roles tradicionales de género y abrió camino para futuras generaciones.

Los Primeros Pasos de Jacqueline Cochran

Jacqueline Cochran, conocida inicialmente como Bessie Lee Pittman, nació el 11 de mayo de 1906 en Pensacola, Florida. Su infancia estuvo marcada por la adversidad, ya que su familia enfrentaba dificultades económicas. Siendo la más joven de cinco hijos, tuvo que abandonar la escuela temprano para contribuir al sustento familiar. Desde la industria del algodón hasta el trabajo en casas de Pensacola, Cochran demostró desde joven su tenacidad y habilidades laborales.

Un Vínculo con la Aviación

La cercanía de Cochran a la Base Aérea Militar de Pensacola no pasó desapercibida. Admirando el mundo de los aviones desde la distancia, esta pasión finalmente la llevó a casarse en 1920 con Robert Cochran, un mecánico de la base. A pesar de los esfuerzos, el matrimonio no prosperó y se divorciaron cuatro años después. La vida le presentó un giro trágico cuando su hijo murió en un accidente casero, fortaleciendo su determinación para superar desafíos.

Decidida a forjar un nuevo camino, Cochran se mudó a Nueva York y se unió al renombrado salón de belleza Saks Fifth Avenue. Su destreza como esteticista pronto atrajo una clientela exigente y la consolidó como una figura esencial en el mundo de la belleza. Fue en este momento que adoptó el nombre «Jacqueline Cochran», marcando el inicio de una transformación que trascendería el mundo de la cosmética.

Jacqueline Cochran

Un Encuentro que Cambiaría su Destino

El camino de Jacqueline Cochran hacia los cielos no solo implicó desafíos en la aviación, sino también en el terreno del corazón. Su historia de amor con Floyd Bostwick Odlum, un influyente empresario, añadió un capítulo apasionante a su vida llena de logros. El encuentro de Cochran con Odlum ocurrió en un momento crucial, marcando un giro significativo en su vida.

La chispa entre Jacqueline Cochran y Floyd Bostwick Odlum se encendió en un escenario aparentemente alejado de los cielos y la aviación: Miami. Durante uno de sus viajes, Cochran tuvo la oportunidad de conocer a Odlum, un empresario que desempeñaría un papel fundamental en su futuro. El vínculo que surgiría entre ellos no solo sería una historia de amor, sino también de apoyo mutuo y de colaboración.

El compromiso y apoyo de Floyd Bostwick Odlum no se limitaron a la esfera personal. Reconociendo el ardiente deseo de Cochran de volar, Odlum se convirtió en un impulsor fundamental de su carrera en la aviación. Este apoyo no solo la llevó a obtener su licencia de piloto comercial en tiempo récord, sino que también le brindó la confianza para enfrentar nuevos retos y conquistar los cielos con éxito.

El amor entre Jacqueline Cochran y Floyd Bostwick Odlum culminó en un momento especial: su boda en 1936.

 De la Belleza a las Alas

En 1936, el destino le presentó un desafío aún mayor: un amigo la invitó a un emocionante paseo en avión. Esta experiencia transformadora encendió en Cochran la pasión por volar. Su esposo, Floyd Bostwick Odlum, la alentó a pilotar aviones como una estrategia publicitaria para su línea de cosméticos «Wings» (Alas). En un tiempo récord de tres semanas, Cochran obtuvo su licencia de piloto comercial y su conexión con el mundo de la aviación se profundizó aún más.

Desde ese momento, Cochran se dedicó incansablemente a volar y a perfeccionar sus habilidades en diversos tipos de aeronaves. Participó en carreras aéreas y estableció récords de velocidad y altitud. Estas hazañas la llevaron a ser considerada la mejor piloto femenina de los Estados Unidos en 1938, un título que confirmaba su dominio en el mundo de la aviación.

Jacqueline Cochran

La Carrera Imparable en los Cielos de Jacqueline Cochran

La Segunda Guerra Mundial brindó a Cochran la oportunidad de demostrar su valentía y habilidades en una escala aún mayor. Fundó la Wings for Britain, una organización que desempeñó un papel crucial en el transporte de aeronaves desde los Estados Unidos a Gran Bretaña. Su apoyo a la causa continuó con la creación de la Women Airforce Service Pilots (WASP), una división aérea femenina que desempeñó un papel fundamental en la aviación durante tiempos de guerra.

Después de la guerra, Cochran no se detuvo. Continuó superándose a sí misma y estableció nuevos récords que desafiaban los límites de la aviación. Se convirtió en la primera mujer en romper la barrera del sonido y en pilotar un jet a través del océano. Su valentía la llevó incluso a aterrizar y despegar de un barco portaaviones, una hazaña que demostró su maestría en situaciones desafiantes.

Más allá de su éxito en la aviación, Cochran también demostró su compromiso político al apoyar la candidatura presidencial de Dwight D. Eisenhower en 1952. A pesar de su apretada agenda y su asombroso legado, una afección cardíaca la llevó a retirarse de la aviación, marcando el final de una era en su vida.

Un Adiós Agridulce

Jacqueline Cochran pasó sus últimos años en California, viviendo una vida tranquila junto a su esposo hasta su fallecimiento en 1976. Su legado perdura como un testimonio de perseverancia, valentía y dedicación. A pesar de los desafíos y las adversidades, Cochran dejó una marca imborrable en la historia de la aviación y en la lucha por la igualdad de género.

Moissanita: Brillando con Intensidad en el Mundo de las Joyas

¡Hoy queremos descubrirte el deslumbrante mundo de la moissanita! Si eres un amante de las joyas y los accesorios brillantes, es probable que hayas oído hablar de ella en algún momento. Nosotras llevamos unos meses sacando colecciones con esta gema tan espectacular y que a nosotras tanto nos gusta. Por eso queremos contarte un poco más sobre ella. ¿Qué es exactamente la moissanita? ¿De dónde viene? ¿Cómo se compara con el diamante? ¡Hoy te lo cuento todo en este emocionante viaje al mundo de las gemas!

¿Qué es la moissanita y de dónde viene?

La moissanita es una gema que brilla con un resplandor espectacular. Fue descubierta por el científico Henri Moissan en el siglo XIX en un cráter de meteorito en Arizona. ¿Imaginas encontrar una gema exquisita mientras buscas en el cielo? Nos parece una historia tan fascinante que tenemos que contarla. 

Henri Moissan, un científico francés con pasión por la química y la investigación, hizo un descubrimiento sorprendente en 1893 mientras examinaba un fragmento de un cráter de meteorito en el desierto de Arizona. Este meteorito había caído en la Tierra miles de años atrás, creando un cráter llamado el Cráter del Diablo.

Mientras Moissan estudiaba las muestras del cráter, notó que había pequeños cristales que inicialmente confundió con diamantes. Sin embargo, después de un análisis más detallado, se dio cuenta de que estos cristales eran en realidad una sustancia completamente nueva y desconocida en la Tierra. Fue este descubrimiento que finalmente lo llevó a identificar la gema como carburo de silicio, que más tarde se conocería como moissanita en su honor.

Este descubrimiento fue revolucionario porque la moissanita tenía propiedades ópticas y físicas únicas que la diferenciaban del diamante y de otras gemas conocidas en ese momento. Aunque la moissanita encontrada en la naturaleza es extremadamente rara y en pequeñas cantidades, la síntesis de moissanita en laboratorios ha permitido que esta gema única sea más accesible para su uso en joyería y otros campos.

La fascinante historia de cómo Moissan descubrió esta gema cósmica mientras exploraba los restos de un meteorito realmente añade un toque de magia a la historia de la moissanita. ¡Imagina la emoción y el asombro que debió sentir Moissan al encontrar una gema tan brillante y única proveniente del espacio exterior!

Moissanita

Brillo y dureza: la moissanita en acción

Una de las cosas que hace que la moissanita sea tan asombrosa es su brillo inigualable. Su índice de refracción es muy alto, lo que significa que refleja la luz de una manera deslumbrante. ¡Parece que tiene un pequeño foco de luz dentro de sí misma!

Pero eso no es todo: la moissanita también es conocida por su dureza impresionante en la escala de Mohs. No se raya fácilmente, lo que la convierte en una excelente opción para joyas que pueden resistir el desgaste diario.

Diamante vs. Moissanita: la eterna comparación

Si te preguntas cómo se compara la moissanita con el diamante, estás en el lugar correcto. Ambas gemas comparten un brillo deslumbrante, pero hay algunas diferencias clave a tener en cuenta. Por ejemplo, la moissanita tiene más destellos de colores debido a su alta dispersión de la luz, mientras que el diamante tiende a reflejar más destellos de blanco brillante.

En términos de durabilidad, la moissanita puede que tenga la ventaja con su dureza, pero el diamante sigue siendo el rey en este aspecto. Además, algunas personas aprecian la rareza y el simbolismo detrás de los diamantes, mientras que otras se sienten atraídas por la belleza accesible y ética de la moissanita.

Moissanita

Usos y más usos

Las posibilidades con la moissanita son infinitas. Desde anillos de compromiso y pendientes deslumbrantes hasta colgantes que capturan la luz de manera única, esta gema se adapta a cualquier ocasión. También es una excelente alternativa a las gemas tradicionales para aquellos que buscan una opción más asequible sin comprometer la belleza.

En resumen, la moissanita es una joya que no puedes dejar de considerar si buscas brillo, durabilidad y un toque de misterio cósmico en tus accesorios. 

Características de la moissanita

  1. Variedad de cortes y diseños: La moissanita viene en una variedad de cortes y tamaños, lo que brinda una amplia gama de opciones para crear piezas únicas y diferentes. Desde los cortes clásicos como el redondo y el princesa hasta cortes más modernos y creativos, las posibilidades son infinitas.
  2. Brillo y destello: Es conocida por su brillantez y destello excepcionales. Debido a su alto índice de refracción y dispersión de la luz, crea un juego de colores y destellos que capturan la atención y hacen que las joyas cobren vida con cada movimiento.
  3. Opciones de color: La moissanita está disponible en una amplia gama de colores. Desde los tonos más tradicionales y claros hasta colores más intensos y vibrantes, la moissanita ofrece opciones para todos los gustos y estilos.
  4. Asequibilidad: Las joyas con moissanita tienden a tener un precio más bajo que las equivalentes con diamantes, lo que las convierte en una opción ideal para quienes buscan la belleza y el brillo a un precio más asequible.
  5. Durabilidad para el uso diario: Las joyas con moissanita son una excelente elección para piezas que se usarán a diario, como anillos de compromiso y alianzas. La dureza de la moissanita asegura que estas joyas resistan el desgaste y mantengan su brillo a lo largo del tiempo.
  6. Sostenibilidad: La moissanita es una opción más sostenible, ya que se produce en laboratorios y no involucra la minería de gemas.

Esperemos que te haya parecido interesante la historia de esta brillante gema y, si te gusta tanto como a nosotras, te dejamos el link a nuestra web aquí. Encontrarás toda nuestra colección de joyas realizada en plata con moissanita. Esperamos que te guste mucho!!

“Art Decó: Te mostramos nuestra nueva colección de joyas”

El Art Decó

Tenemos un post muy completo dedicado a la joyería Art Decó, donde os contamos cómo y cuándo nace este estilo. No solo en joyería sino que también en la moda, los automóviles… Además, os contamos algunas curiosidades de la época. Si quieres leerlo, te dejamos el link directo aquí.

Nuestra colección de joyas.

Toda nuestra colección de joyas Art Decó esta realizada a mano por maestros orfebres, que trabajan los materiales y las piezas como se hacía en aquella época. Con esto conseguimos que las piezas sean únicas y diferentes.

Todas ellas están realizadas en plata 925 y piedras semipreciosas como el jade verde, el ónix, el lapislázuli, la cornalina, el topacio o las o marcasitas. Y todas las perlas que utilizamos son perlas de agua dulce. La marcasita es un mineral muy frágil compuesto básicamente de sulfuro de hierro. Estas piedras son de color gris oscuro y una vez se pulen tienen ese brillo metálico que las caracteriza. Son piedras delicadas y frágiles.

Os dejamos las fotos y los links a nuestra web de una parte de la colección. Si no os queréis perder nada, os recomendamos seguirnos en Facebook o Instagram, donde os contamos siempre todas las novedades de nuestra tienda.

Pendientes Montilla Art Deco
Pendientes Alessandra Art Deco
Pendientes Glicerio Amatista Art Deco
Pendientes Empire Art Deco
Pendientes Ereso Topacio Art Deco
Anillo Trafalgar

Esperamos que os hayan gustado los nuevos modelos. En noviembre sacaremos otra pequeña colección Art Decó que esperamos que también os guste mucho! Nos despedimos del blog hasta septiembre y volveremos con muchas novedades e historias que contaros!! Mil gracias por seguir con nosotras y por apoyarnos y compartir nuestra pasión por nuestro trabajo.

Ellen Curtis: Su espectacular vestido de novia

Hoy venimos a hablaros de un vestido de novia muy especial y moderno para la época. Se trata del vestido que lució Ellen Curtis el día que se casó con Louis A. Scott, en abril de 1879. Ellen era una persona de a pie, no era una persona influyente ni venía de una familia de renombre. Pero supo encontrar su hueco como modista en Lexington, Kentucky. 

Ellen Curtis

Las modistas de la época. 

Las modistas de aquella época eran mujeres que tenían que luchar mucho para conseguir hacerse un hueco en la profesión. Y ser capaces de mantener una cartera de clientes que les permitiera vivir de su trabajo. Estas mujeres, como podemos imaginarnos, tenían unos armarios excepcionales. Y es que no es de extrañar que sus propios armarios fueran espectaculares ya que tenían a su disposición los mejores tejidos y estaban muy al tanto de la moda del momento. 

Algunas de estas modistas tuvieron el éxito suficiente como para contratar un equipo de costureras que trabajaban para ellas. Otras, además, pudieron viajar a Nueva York e incluso a Europa en busca de los mejores tejidos, telas y ornamentos para sus creaciones. 

La moda de 1870.

Las faldas de cola o ajustadas de finales de 1870 se hicieron con pares de cintas de lino cosidas dentro de las costuras de la parte posterior. Estas eran atadas detrás de las piernas, tirando de la falda hacia delante y aislando totalmente la espalda. El resultado fue una silueta tan estrecha que las mujeres se vieron obligadas a caminar con pasos extremadamente cortos. Estas faldas en forma de vaina fueron ampliamente criticadas. 

Ya en 1875, Lady’s Book de Godey menospreció el estilo diciendo: ”Ha habido mucha sátira bondadosa acerca de que las mujeres vestidas a la moda no pueden sentarse en sus sillas excepto de lado y con extrema precaución, de lo contrario, el elástico, las cuerdas y otros dispositivos para atar las faldas se rompen repentinamente. Pero con las faldas nuevas la dificultad no radica en sentarse, el problema es directamente cómo caminar”

El vestido de novia de Ellen Curtis. 

Está claro por el estilo elegante de su vestido que Ellen Curtis era una gran estudiante de las tendencias de moda. Para cuando diseñó su vestido de novia, la moda del momento era lucir unos corpiños omnipresentes. Y las faldas seguían estrechándose. En junio de 1877, Harper’s Bazaar discutió las tendencias de París, señalando que la moda exigía que «las mujeres estuvieran enfundadas desde el cuello hasta los pies con una prenda estirada sobre la figura, dándoles la apariencia de un lápiz con una cola adherida»

Aunque Curtis no hizo su vestido tan delgado y estrecho como la moda dictaba en el momento, ni como los vestidos que ella creaba para sus clientas. Sí que podemos decir que utilizó un diseño en el que su silueta quedaba bastante más delgada que, por ejemplo, la que lució Victoria Palmer Reynolds cinco años antes.

Victoria Palmer Reynolds

Curtis incorporó una serie de ideas muy modernas en el diseño de su vestido de novia. Una, atribuida al modisto parisino Charles Frederick Worth, era la tela drapeada alrededor de sus caderas, llamada alforjas. Un resurgimiento del estilo del siglo XVIII. Ella construyó su vestido a partir de dos telas de seda en un esquema de color monocromático: un fino faille acanalado y un satén tejido con un sutil patrón de volutas. Las diferentes texturas de los materiales acentúan una parte diferente de la prenda. 

El escote alto no solo era elegante, sino también modestamente apropiado para su boda en la Iglesia Católica Romana de St. Paul. El vestido, tal y como lo diseñó, le habría servido perfectamente después de su boda. Podría usarlo como vestido para atender a sus clientas más ricas. Las habría impresionado con su estilo. Ya que el corpiño a medida con solapas falsas y puños de estilo militar eran elementos de diseño que se veían con frecuencia en las ilustraciones de moda contemporánea. 

Vintage by López-Linares

¿Qué os ha parecido este vestido de novia? A mi personalmente me encanta. Me fascina la idea de que se diseñara un vestido que luego pudiera utilizar. Porque mira que es complicado reutilizar un vestido de novia de esta época. Y el de Ellen Curtis era moderno, con muchos detalles y absolutamente elegante. Tanto para su boda, como para atender a sus mejores clientas. 

 

Bibliografía

Libro Wedded Perfection

Schreiner Jewelry Company: El trabajo de Henry Schreiner

Schreiner Jewelry Company

Henry Schreiner fundó la Schreiner Jewelry Company en 1939. Había sido herrero en Baviera, Alemania y emigró a los Estados Unidos en 1923. Empezó a trabajar para la Compañía Better Buckle trabajando en diseño de metales y hebillas de cinturones, botones y cierres de vestidos. Su hija y yerno se unieron a la firma en 1953 y pronto los tres estaban creando joyería para Adele Simpson, Norman Norell y Christian Dior. Poniéndoles sus nombres a la joyería que producían. 

Henry Schreiner

La joyería diseñada incluía pasadores de margaritas, geranios, girasoles, acianos (flor del maíz), margaritas blancas, libélulas, loros, piñas, guisantes en un tarro, tortugas, bellotas, en diferentes colores. La joyería de Schreiner, imponente, inusual y distintiva, usaba metal de armas bañado, bronce bañado y oro bañado que respalda unas piedras de artesanía muy caras, hechas por artesanos checoslovacos y fabricadas en Alemania. Algunos de los diseños tenían diamantes de imitación y combinaciones de colores inusuales en las piedras. Estas piedras ya no se fabrican. Las piezas de joyería de Schreiner nunca fueron producidas en masa (la compañía solo hacía trabajo fino). Pero las piezas que hacían estaban muy de moda y la gente estaba muy pendiente de los nuevos diseños y colecciones. Por tanto, no necesitaban ni publicidad para vender su bisutería. 

Henry Schreiner

Henry Schreiner

Henry murió en 1954 y la compañía cesó su producción en 1973. Algunas de las primeras piezas no estaban firmadas. La joyería marcada «Schreiner», «Schreiner of New York», y «Schreiner Jewelry» eran las firmas originales diseñadas para ventas al por menor. La compañía también diseñó ornamentos para Elizabeth Arden. Se ha dicho que Schreiner Jewelry produjo algunas de las mejores piezas y más admiradas de la joyería vintage. A día de hoy están muy buscadas por los coleccionistas.

Henry Schreiner fue un maestro diseñador de bisutería para Trigére and Norelle antes de unirse a Dior a finales de los 40.

Schreiner llegó a ser conocido por sus diseños altamente creativos y elaborados. Adorados por estrellas como Marylin Monroe o Bette Davis. A pesar de su creciente reputación, Schreiner tomó la decisión de mantener la compañía pequeña. Consecuentemente, sus exclusivos diseños estaban hermosamente colocados y acabados a mano. 

Su trabajo

Usaba típicamente diamantes falsos, fantasía y circonita de primera calidad y cristales en colores combinados de manera poco convencional, creando un efecto impresionante. 

Muchos diseños eran abstractos, incorporando piedras de fantasía únicas en engastes extraordinarios. Una característica del trabajo de Schreiner era la piedra «invertida», donde «la parte trasera de la piedra que acaba en punta era presentada de forma vertical en el engaste, con la base plana de la piedra -donde iría apoyada- boca abajo». 

La idea era recoger el color del vestido que se llevaba y añadirle chispa. También jugó con diferentes cortes y sutiles pero inusuales combinaciones de colores. Las piedras que utilizaba estaban sin laminar. Favoreciendo grises ahumados, marrones claros, amarillos pálidos, y verdes suaves.

Las piedras estaban sin laminar de forma que se transparentaba y se veía la ropa, haciendo la pieza más versátil. Creando cada una de ellas un efecto único dependiendo de la ropa que se llevara. Los engastes coloreados en estaño son típicos de Schreiner, y usó la poco común construcción en collares de corchete.

Schreiner también hizo algunos pasadores en figuras. Sus pasadores de flores «de volante u onduladas», presentas piedras grandes, cónicas, en forma de clave (clave arquitectónica) a diferentes profundidades -o alturas- que le daban a cada pieza una calidad ondeante, como de tres dimensiones. 

Ámbar: El oro del Báltico

Hoy queremos hablaros del ámbar. Aunque no es un material que utilicemos mucho en nuestras joyas, si que tenemos varios modelos de pendientes con ambar. Así que queríamos contaros un poco más en detalle que es. 

El ámbar

Es una resina fósil, considerada en joyería como piedra semipreciosa de origen vegetal. En realidad es la resina fosilizada de un tipo de conífera que poblaba la superficie del Báltico durante el período oligoceno. Esta sustancia no es más que un mecanismo de defensa del árbol frente a las heridas e infecciones producidas por insectos y parásitos. 

ámbar

Cuando esto ocurre, la resina brota de la corteza del árbol y gotea cayendo al suelo y quedando enterrada sobre piedras arcillosas o arenosas. Aquí es donde comenzará el proceso de fosilización que durará millones de años hasta convertirse en ámbar. A veces ocurre que la resina recoge trozos de vegetales o insectos que encuentra a su paso, quedando perfectamente conservados dentro de ella.

Lo que diferencia al ámbar de otras resinas más o menos antiguas es la presencia de ácido succínico.

Etimológicamente ámbar es una palabra árabe que significa “lo que flota en el mar”. Así llamaban al ámbar gris procedente de una secreción biliar del cachalote que se encontraba flotando en el mar, o depositado en las arenas de las playas. Pero no es realmente ámbar. Cuando el ámbar gris se seca se convierte en un producto muy apreciado en la industria de la cosmética. De hecho se utilizan para fijar el perfume.

El ámbar tiene un aspecto traslúcido parecido al de la miel y comparte su gama de colores del amarillo claro al marrón, o incluso rojo, banco, negro y azul. Suele tener un aspecto poco vistoso. Y son raros los pedazos que pueden ser tallados en calidad de gemas. La mayoría no sirven para joyería.

ámbar

Dónde podemos obtenerlo

Auténtico hay poco. Casi la totalidad del ámbar se extrae en Rusia, y el resto, una pequeña parte se reparte entre Polonia, Lituania, Letonia, Alemania, Rumanía y algo de Sicilia. El de mejor calidad es el del Báltico, no sin razón se le llama “el oro del Báltico”. El material obtenido en los yacimientos del resto del mundo: México, República Dominicana, Nicaragua y ciertos países africanos no contienen ácido succínico y no deberían considerarse como ámbar. Recientemente en el año 2007, se ha encontrado un depósito de más de 100 millones de años de ámbar azul en Cantabria (España), muy apreciado por los joyeros.

Para qué podemos utilizarlo

Las primeras utilidades que el hombre primitivo dio a estas gemas fueron como objeto de adorno, culto y como medicamento. Se han encontrado amuletos de ámbar de hace más de 6000 años en las costas del Báltico.

Los egipcios usaban el ámbar para embalsamar a las momias. Los griegos la llamaban Elektron y la usaban para conservar el vino. Los fenicios fueron los primeros en comerciar con los pueblos del Báltico, cambiándolo por productos de la Europa meridional. Construyeron rutas comerciales que recorrían toda Europa hasta el lejano Oriente. En Roma fue Nerón quien lo introdujo en Italia, ordenando trajeran “el oro del norte”. Más tarde, los caballeros cruzados teutones (nobles alemanes), en el siglo XIII se adueñaron del comercio y de los yacimientos de ámbar del Báltico. De la época del Renacimiento nos quedan escritos en los que aparece el ámbar como remedio para conservar la belleza de las mujeres.

ámbar

Actualmente ante la escasez de esta resina, se comercializa el Ámbar ambroide: Los trozos no aptos para joyería son licuados y solidificados de nuevo mediante altas temperaturas. Dando por resultado el ámbar transparente y bonito que solemos ver en las tiendas y joyerías, a veces con tonalidades de diferentes colores conseguidos con el añadido de tintes. También se le añaden insectos o sustancias vegetales para darle un toque más clásico y natural.

Vintage by Lopez-Linares

Nosotras usamos muy poquito, pero si quieres ver nuestra colección de joyas con este precioso material puedes verla en nuestra web, haciendo click aquí.

 

Bibliografïa

https://es.wikipedia.org/

http://www.minadepiedras.com

http://kaiajoyasuruguay.blogspot.com.es

Molly Brown: Quién fue realmente Margaret Tobin Brown

Margaret Brown, conocida póstumamente como la «Insumergible Molly Brown», fue una socialité y filántropa estadounidense. Ella fue una superviviente del RMS Titanic, que se hundió en 1912, e instó sin éxito a la tripulación del bote salvavidas No. 6 a regresar al campo de escombros para buscar sobrevivientes.

La vida de Molly Brown

Molly Brown (Margaret Tobin) nació el 18 de julio de 1867 en Hannibal, Missouri, hija de John Tobin y Johanna Collins, ambos inmigrantes irlandeses.

Su padre, John Tobin, era viudo con una hija, Catherine Bridget. Cuando conoció a Johanna Collins, Johanna también era viuda con una hija, cuyo nombre era Mary Ann. John y Johanna se casaron y tuvieron cuatro hijos más: Daniel (1863), Margaret (1867), William (1869) y Helen (1871).

Margaret creció en una cabaña muy cerca del río Mississippi, y asistió a la escuela de gramática dirigida por su tía Mary O´Leary. De adolescente trabajó desmenuzando hojas de tabaco en la Compañía de Tabaco de Garth en Hannibal.

A los 18 años se fue con su hermana, Mary Ann Tobin Landrigan, y el nuevo marido de Mary, Jack Ladrigan, a Leadville, Colorado, donde pusieron una herrería. Margaret compartió una cabaña con su hermano, Daniel Tobin, que trabajó en las minas y llegó a ser un esporádico promotor de ellas. Margaret, conocida como Maggie hasta que se casó, fue a trabajar para la Empresa Mercantil Daniels and Fisher en Leadville, donde trabajó en el departamento de alfombras y mercería.

Molly Brown

El matrimonio de Molly Brown

Al principio del verano de 1886, conoció a James Joseph («J.J.») Brown, un minero cuyos padres también habían emigrado de Irlanda. Se casaron el 1 de septiembre de 1886, en la Iglesia de la Anunciación en Leadville. Vivieron en la cabaña de J.J. en Stumptown, una pequeña comunidad predominantemente irlandesa en las montañas de Leadville. Los Brown tuvieron dos niños: Lawrence Palmer, nacido en 1887, y Catherine Ellen («Helen»), nacida en 1889. Después del nacimiento de Lawrence, los Brown compraron una casa en Leadville a la que esporàdicamente se les unieron miembros de ambas familias.

Mientras sus hijos eran jóvenes, Margaret estaba involucrada en los primeros movimientos feministas en Leadville y el establecimiento de la Asociación por el Sufragio de Mujeres Americanas del Cabildo de Colorado. También trabajó en las cocinas de asistencia a familias de las minas de Leadville. Cuando el Acta de Sherman Silver fue revocada en 1893, Leadville estaba metida en una profunda depresión y la tasa de desempleo era del 90%. J.J. Brown, que había sido superintendente de todas las propiedades mineras del Ibex, tuvo una idea. Convencido de que la mina Little Jonny llegaría a ser productora de oro más que de plata, desarrolló un método rápido para separar la arena de dolomita que les impedía alcanzar el oro que estaba a más profundidad en la mina. El 29 de octubre de 1893, la mina Little Jonny estaba embarcando 135 toneladas de mineral al día. Y Brown fue premiado con 12.500 acciones y un asiento en el consejo. Durante años se convirtió en uno de los mineros de más éxito del país.

Molly Brown

La vida de socialité

El 6 de abril de 1894, los Brown adquirieron una casa en la calle Pennsylvania en Denver y construyeron una casa de verano, Avoca Lodge, en la falda de la montaña. Margaret llegó a ser miembro fundador del Club de Mujeres de Denver. Parte de una red de Clubes que defendían la literatura, la educación, el sufragio y los derechos humanos en Colorado y en todos los Estados Unidos. Recaudó fondos para construir la Catedral de la Inmaculada Concepción así como el Hospital St. Joseph. También trabajó con el Juez Ben Lindsey para ayudar a salir de la indigencia a los niños e instituir la primera Corte Juvenil en el país. Esto sentó las bases para el sistema de tribunales juveniles de los Estados Unidos de hoy. 

También se ocupó del Instituto Carnegie de Nueva York, donde estudió literatura, lengua y arte dramático. Además de traer dos niños al mundo, se encargó de las tres hijas de su hermano Daniel: Grace, Florence y Helen Tobin, cuya madre murió cuando eran jóvenes en White Pine, Colorado.

Margaret Tobin Brown fue una de las primeras mujeres en los Estados Unidos que se presentaron como candidato político y por el Senado ocho años antes de que las mujeres ni siquiera tuvieran derecho a voto. El 25 de julio de 1914, con Alva Vanderbilt (Mrs O.H.P) Belmont, organizó una conferencia internacional para los derechos de las mujeres en la casa Marble, Newport, Rhode Island, de la que se ocuparon activistas de los derechos humanos de todo el mundo. Defensora de toda la vida de los derechos humanos, Margaret fue también una figura eminente preocupada por la masacre de Ludlow en Trinidad, Colorado, en abril de 1914. Un punto de referencia importante en la historia de los derechos de los trabajadores en los Estados Unidos. 

El viaje en el Titanic

En el momento en que Margaret Tobin Brown embarcó en el Titanic en Cherburgo, Francia, ya había tenido un impacto significativo en el mundo. Ella y su hija Helen, que fue estudiante en la Sorbona, habían estado viajando por toda Europa y estuvieron con el Partido de Jacob Astor en El Cairo, Egipto. Ahí fue cuando Margaret recibió una carta que decía que su primer nieto, Lawrence Palmer Brown Jr, estaba enfermo. Decidió marcharse a Nueva York inmediatamente y reservó pasaje en el novísimo barco: El Titanic. En el último momento Helen decidió quedarse en Londres. Debido a su rápida decisión, muy poca gente de su familia sabía que ella estaba a bordo del Titanic.

Después de que el barco chocara con el iceberg, Margaret ayudó a otros a subir a los botes salvavidas hasta que fue obligada a subirse al bote número seis. Ella y otras mujeres del bote salvavidas se pusieron a remar, a mantener alto el ánimo y a disipar la tristeza que estaba transmitiendo el emocional e inestable Robert Hichens (Se dice que Hichens fue acusado por los pasajeros de no querer volver al Titanic a recoger a más gente.). 

Su trabajo en el Carpathia

Sin embargo, el trabajo más significativo de Margaret ocurrió en el Carpathia, donde asistió a los supervivientes del Titanic, y más tarde en Nueva York. En el momento en el que el Carpathia alcanzó el puerto de Nueva York, Margaret había ayudado a establecer el Comité de Supervivientes. Siendo elegida como presidente y donde recaudó casi 10.000 dólares para ayuda a los supervivientes. Las habilidades lingüísticas de Margaret en francés, alemán y ruso fueron una ventaja, y permaneció en el Carpathia hasta que todos los supervivientes del Titanic se reunieron con sus amigos, familia o asistencia médica. En una carta a su hija poco después del hundimiento del Titanic, escribió:

«Después de haberme empapado en agua salada y escabechada en medio del océano, ahora estoy “high and dry” (que significa “estar fuera del alcance de la corriente o la marea o fuera del agua”)… Me han dado flores, cartas, telegramas de gente que hasta estoy confundida. Están pidiendo al Congreso que me den una medalla… Si debo llamar a un especialista para que me examine la cabeza es por el título de Heroína del Titanic.”

Prevaleció su sentido del humor; a su abogado en Denver le telegrafió:

«Gracias por tus amables pensamientos. El agua estaba bien y la natación también. Neptuno fue excesivamente amable conmigo y ahora estoy “high and dry” (fuera del alcance de la corriente o la marea o fuera del agua)».

Superviviente del Titanic

El 29 de mayo de 1912, como presidente del Comité de Supervivientes, Margaret entregó una encantadora copa de plata al Capitán Rostron, del Carpathia. Y una medalla a cada uno de los miembros de la tripulación. Años más tarde Margaret ayudó a erigir el Titanic Memorial que está en Washington D.C. Visitó el cementerio de Halifax, Nueva Escocia, para depositar coronas de flores en las tumbas de las víctimas. Y continuó sirviendo en el Comité de Supervivientes. Estaba particularmente afectada de que, como mujer, no se le permitió testificar en las vistas del Titanic. En respuesta, escribió su propia versión del suceso, que fue publicada en los periódicos en Denver, Nueva York y París.

Molly Brown

Margaret utilizó su nueva fama como plataforma para hablar de cuestiones que le afectaban enormemente: derechos laborales, derechos de las mujeres, educación y literatura para niños, y conservación histórica. Durante la I Guerra Mundial, trabajó con el Comité Americano para la Francia Devastada. Ayudando a reconstruir áreas devastadas tras las líneas del frente y trabajó con soldados heridos franceses y americanos (el Chateau de Blérancourt, un museo Franco-Americano a las afueras de París, tiene una placa conmemorativa que porta su nombre). En 1932 fue premiada con la Legión Francesa de Honor por su «abnegada ciudadanía». Que incluía ayuda a organizar la Alliance Français, su incansable trabajo en recaudar fondos para las víctimas y tripulación del Titanic, su trabajo con el juez Ben Lindsey del Tribunal Juvenil de Denver y sus esfuerzos de ayuda durante la I Guerra Mundial.

Los últimos años de Molly Brown

En sus últimos años, Margaret volvió a su temprana fascinación por el teatro, particularmente Sarah Bernhardt y estudió en París a la tradición de Bernhardt. Actuó ante agradecidas audiencias en París y Nueva York.

J.J. Brown murió el 5 de septiembre de 1922 en Nueva York. Margaret Tobin Brown murió de un tumor cerebral el 26 de octubre de 1932, en el Hotel Barbizon de Nueva York, donde había estado trabajando con jóvenes actrices. Después de un sencillo servicio funerario Molly fue enterrada, junto a J.J en el Cementerio Holy Rood de Long Island. 

Su hija Helen Benziger (Brown de soltera) murió en Old Greenwich, Connecticut el 17 de octubre de 1993 a los 97 años.

Curiosidades sobre Molly Brown

A pesar de la leyenda, no fue rechazada por la sociedad ni por su familia. El mito de «Molly» Brown tiene poco que ver con la vida real de Margaret Tobin Brown, aunque sí habla de su alma. Margaret nunca fue conocida como «Molly»: el nombre fue una invención de Hollywood.

La historia empezó en los años 30 con la colorida pluma del reportero del Denver Post, Gene Fowler, que creó un cuento popular. Y la escritora sensacionalista Carolyn Bancroft, que escribió una versión muy ficticia para una revista romántica que se convirtió en un libreto. Esta historia se aprovechó para varias emisiones de radio durante los años 40 y fue la semilla para la obra de Broadway «La insumergible Molly Brown», que más tarde se convirtió en la película del mismo nombre protagonizada por Debbie Reynolds. 

Incluso la película «Titanic» de 1997 de James Cameron tiene poco que ver con la historia auténtica de Molly Brown. Después de intentar mitigar o corregir la leyenda de «Molly», la familia Brown rechazó hablar con el público, así como con escritores, periodistas o historiadores. Sólo recientemente han aceptado cooperar con los esfuerzos de una historiadora, Kristen Iversen, y le han permitido acceder a cartas, libros de recortes, fotografías y muchos efectos personales de Margaret Tobin Brown que anteriormente no estaban disponibles. La primera biografía completa de Margaret Tobin Brown se publicó en junio de 1999.

Audrey Hepburn: Sus Bodas y Trajes de Novia

Hoy queremos contaros sobre las bodas de Audrey Hepburn. Audrey se casó dos veces, aunque en realidad casi fueron tres.

El (casi) primer matrimonio de Audrey Hepburn.

En 1952 y con 23 años casi contrae matrimonio con el rico industrial británico James Hanson. Ese año se encontraba en Roma filmando la famosa película “Vacaciones en Roma” junto a Gregory Peck. La boda se iba a celebrar justo al terminar el rodaje. Audrey quería un vestido de novia especial, de corte romántico y se lo encargó a las famosas hermanas y diseñadoras italianas Fontane.

Con el vestido terminado, la pareja dio por terminada la relación y la boda se suspendió.

Audrey pidió a las famosas modistas que regalasen el vestido a una bonita muchacha italiana que no tuviera recursos para comprarse un traje de novia. La joven afortunada fue Amabile Altobella, lo lució y lo guardó como tesoro familiar.

En el 2002 la familia Fontane logró recuperar el vestido, que en 2009 sería subastado para donar los beneficios de la venta a las dos organizaciones en las que Audrey Herpurm estuvo trabajando los últimos años de su vida: “The Audrey Hepburn Childrens Fundation” y “UNICEF”.

Audrey Hepburn

La boda de Audrey Hepburn.

A los dos años de romper su compromiso, en una fiesta en casa de su gran amigo Gregory Peck, conoce a Mel Ferrer. El flechazo fue inmediato y se casaron en una capilla privada del siglo XIII del pueblo suizo de Burgenstock, muy cerca del romántico lago de Lucerna. Fue una ceremonia íntima con apenas una veintena de invitados.

Para esta ocasión Audrey quiso un vestido de novia de inspiración victoriana. Escogió como diseñador y modisto a Pierre Balmain, que le confeccionó un vestido midi de organdí blanco con falda tipo corola de cuello alto. Abotonado y ceñido a la cintura con un recogido terminado en lazada. En la cabeza una sencilla corona de rosas blancas que le daban un aspecto angelical. El matrimonio duró 10 años, del que nació su único hijo, Sean.

Audrey Hepburn

Su última boda.

Tras el divorcio con Mel Ferrer, Audrey conoce en un crucero por las Islas Griegas a un médico y play boy italiano llamado Andrea Dotti, con el que se casaría un año después. Audrey, para esta ocasión, quería un vestido especial, distinto y quién mejor para ello que su amigo y modisto preferido Givency. Nadie como él podría trasmitir la elegancia natural y el encanto inocente de Audrey. Conocía perfectamente a la actriz.

Audrey Hepburn

La boda se celebra, casi en secreto, en el ayuntamiento de Morges (Suiza). Audrey impacta a todos con su vestido “Baby Doll” de lana rosa, cuello chimenea y mangas acampanadas. Como adorno lleva en la mano un sencillo bouquet de florecillas blancas y cubriendo su cabeza un pañuelo del mismo paño rosa del vestido. Givency había dado en el clavo, acababa de nacer la “novia moderna”.

¿Con cuál de los dos trajes os quedaríais? Si te gusta conocer más sobre Audrey, te dejamos el link a nuestro post «Audrey Hepburn: Retratos de un icono»

Bolsos Antiguos: Historia a lo largo de los años

Originalmente conocidos como bolsillos, el bolso tal como lo conocemos hoy ha evolucionado, como un camaleón. Por eso queremos haceros un recorrido por los bolsos antiguos a lo largo de los años.

A diferencia de otros accesorios, zapatos o guantes, por ejemplo, el bolso no tiene que ajustarse a ningún cuerpo o tamaño en particular. Tiene una variedad ilimitada de formas. El bolso también está hecho de todo tipo de materiales, como cuero duradero, ricas pedrerías o bordados en seda y terciopelo, plástico rígido o concha, o hilo de macramé tejido y hojas de palma.

Los primeros bolsos podían llevar cantidad de artículos necesarios, desde papeles y documentos importantes para los hombres, hasta instrumentos para hacer encajes y coser para las mujeres. Era poco común que las mujeres usaran cosméticos, excepto en la privacidad de su tocador en casa. Se fabricaban bolsos especiales para llevar tabaco, medicinas, bolsitas, llaves o abanicos. Rara vez uno llevaba dinero en el sistema de trueque de la época medieval. A lo largo de la Edad Media y el Renacimiento, bolsos especialmente diseñados llamados “limosneros”, se colgaban del cinturón. Ahí se llevaban monedas de oro que se distribuían a los necesitados.

Bolsos antiguos

Los bolsos antiguos

A medida que aumentaba la demanda, hacia el siglo XVI se establecieron gremios dedicados únicamente a la confección de carteras y bolsos. Los primeros de estos bolsos para mujer se llamaban bolsillos y generalmente estaban hechos de tela sujeta con una cinta o lazo alrededor de la cintura, debajo de la falda. Las habilidades de costura del fabricante a menudo se mostraban con varias técnicas de bordado de fantasía. Con el tiempo, la ropa de hombre evolucionó para incorporar bolsillos, eliminando así la necesidad de bolsos separados que solían ser inconvenientes. Para las mujeres el uso de los bolsillos fue al revés, convirtiéndose en un accesorio atractivo y decorativo.

Estos bolsillos no fueron diseñados para llevar dinero y se convirtieron en accesorios femeninos tan importantes que a menudo se mencionaban en los testamentos. A medida que surgió la necesidad de un receptáculo para el dinero, se desarrolló un estilo de sobre plano llamado billetera. La esbelta silueta de principios de 1800 hizo imposible tener bolsillos ocultos debajo de las faldas. Por eso, se diseñó un bolso como se indica en el London Journal de 1804. «Mientras que los hombres llevan las manos en los bolsillos de manera grandiosa, las damas tienen bolsillos para usar en sus manos.»

Bolsos chatelaine

El retículo se volvió indispensable y a menudo se le llamaba “indispensable”. Estos pequeños bolsos, recogidos con un cordón de cinta o cordón, estaban hechos de muchos materiales como el satén, la seda o el terciopelo. El bolso de mano estaba adornado con cualquier cosa que la imaginación pudiera ofrecer. Incluidos lingotes de oro, cuentas, cintas bordadas y lentejuelas. El término “ridículo” fue un término satírico dado por los franceses. El retículo cuando se usaba suspendido del cinturón, como era la costumbre, se conocía como chatelaine. Los chatelaine se pueden diferenciar de otros tipos de monederos por el gancho que llevan. Los bolsos que se llevaban en la mano acabaron llamándose bolsos de mano.

Los bolsos de moda de principios del siglo XIX estaban hechos de la misma tela que el vestido. El bordado de cuentas se estaba volviendo popular, así como las sedas y terciopelos pintados a mano, mostrando así la habilidad y creatividad de una mujer. Aunque esa retícula de cordón era la más común, el uso de bolsos enmarcados comenzó a usarse ya en 1820. Los ribetes como detalle de acabado de las costuras eran bastante comunes de 1830 a 1850. Las retículas con un trabajo de lana de colores brillantes conocido como «trabajo de Berlín» estuvieron de moda durante varias décadas, desde 1840 hasta 1870. El tinte sintético conocido como tinte de anilina fue descubierto en 1856 por un joven químico inglés, Sir William Perkin. Este tinte cambió la paleta de colores para bordar hilos y telas de moda.

Bolsos antiguos de malla

Los bolsos de malla metálica siempre han sido extremadamente populares y continúan hoy en día como un objeto de colección. Wade & Davis Co., que comenzó en 1876 como una firma de joyería, es la empresa de bolsos que continúa en activo más antigua de los Estados Unidos. Charles Whiting comenzó como chico de los recados a 9 centavos la hora en 1880 y desarrolló la técnica para el primer bolso de malla, que hizo completamente a mano en 1992. En 1896 se convirtió en socio y cambió el nombre a Whiting & Davis. Estos bolsos antiguos de malla fueron hechos a mano por mujeres como una industria artesanal, con hasta 100,000 eslabones soldados individualmente. Lo que comenzó como una industria doméstica de Nueva Inglaterra se convirtió en un gran negocio con la invención de la máquina de malla en 1909.

Bolsos antiguos

The Mandalian Manufacturing Co., fundada en North Attleboro, Massachusetts, a principios del siglo XX, también fabricaba bolsos de malla metálica. Estos bolsos pueden fecharse desde principios del siglo XX hasta 1940, cuando Whiting & Davis compró la empresa. The Whiting & Davis Co., permaneció en la familia de Charles Whiting hasta 1962 cuando se vendió. En 1992 volvió a cambiar de manos y ahora es parte de WDC Holdings Co. Varios diseñadores prominentes fueron llevados a Whiting & Davis. Paul Poiret en 1929 con colores más brillantes y Elsa Schiaparelli en 1937, cambiando el aspecto a un bolso más funcional. Los precios originales oscilaban entre $6 y $75.

Bolsos de cuentas

El hermoso bolso antiguo de cuentas hizo su primera aparición a finales del siglo XVIII. A menudo diseñadas con un cierre de cordón, estos bolsos tenían una variedad infinita de temas, colores y estilos. A principios del siglo XIX, el tejido de cuentas veneciano alcanzó su punto máximo de popularidad. En el que una dama metía cuidadosamente los colores de las cuentas de semillas de vidrio o metal en su hilo de ganchillo de acuerdo con su patrón. Una vez que todas las cuentas estaban ensartadas, ella comenzaba a tejer. Al tejer una cuenta en cada puntada, a medida que la bolsa se desarrollaba, se podía ver el patrón. Obviamente, los bolsos de colores sólidos fueron las más fáciles de hacer, y quizás fueron los patrones para principiantes. Al observar la complejidad de las flores o los patrones escénicos, se reconoce el verdadero arte, la complejidad técnica y la sofisticación visual de estos bolsos.

Bolsos antiguos

Bolsos bordados

Los bolsos de tapicería y bordados de principios del siglo XX son muy buscados por los coleccionistas. Hay una diferencia importante entre estos dos tipos de trabajo, que a menudo se confunden. Los primeros bolsos de tapicería estaban hechos de tela tejida a máquina, o posiblemente tejidas a mano. La punta de aguja, así como la punta pequeña más pequeña, se trabajaron en un lienzo fino donde el patrón o el color se cosieron individualmente. Estos se consideran obras de arte de la mejor tradición, a veces con hasta 3.000 puntadas por pulgada cuadrada. ¡Casi parece como si estuvieran tejidos! Estos exquisitos bolsos de petit point a menudo se importaban de Austria.

Los primeros bolsos de tapicería a veces se rehacían a partir de piezas anteriores de tapices. Si la bolsa se fabricó a fines del siglo XIX con un marco de metal, es posible que la tela utilizada haya sido reciclada de un período anterior. Luego, se hicieron algunos bolsos de tapicería con tela que fue diseñada específicamente para bolsos. La forma más confiable de fechar un bolso de este tipo es estudiar el marco en busca de marcas. Incluso hoy en día se están haciendo algunas copias bastante creíbles. 

La habilidad de una mujer en la costura era la marca de una mujer refinada. Podía estudiar y practicar las artes, ya sea confección de encajes, bordado, ganchillo, punto de cruz o acolchado. A pesar de llevar una casa, la señora de la casa se enorgullecía de su labor. Las revistas de la época reflejaban este interés. Y casi todas las revistas tenían nuevos patrones con los que trabajar o patrones que se podían pedir por tan solo 10 centavos.

Bolsos antiguos

Bolsos compactos

Los bolsos compactos, llamados “miniaudières” son pequeños bolsos de noche de metal rígido con varios compartimentos para pintalabios, polvos, peine, cigarrillos y cambio. Fueron diseñados en la década de 1930 por Charles Arpels. Mientras visitaba a una clienta, notó que estaba usando una caja grande de metal Lucky Strike como cajón de sastre para sus pequeños artículos esenciales. Los miniaudières crearon alternativas de moda a los bolsos blandos, a menudo hechos de metales preciosos y adornados con broches de pedrería u otros detalles decorativos.

El celuloide se usó mucho para armazones y asas de bolsos desde 1890 hasta 1917 en forma muy pura de celulosa. Fue prohibido en 1934 debido al proceso de fabricación. E incluso ahora, estos materiales se autodestruyen, se vuelven quebradizos y se rompen. El celuloide tiene dos primos, lucite y acrílico. Lucite se usó en la década de 1940 para asas y marcos de bolsos, a menudo para bolsos de ganchillo o cordé.

El puro ingenio de las carteras rígidas de acrílico de la década de 1950 dejaba poco a la imaginación en cuanto a su contenido. A menudo eran transparentes, opalescentes o tachonados de diamantes de imitación. Un cubo abierto con una tapa con bisagras, que transportaba todos los elementos esenciales de uno. Estos bolsos de acrílico pueden haber sido una moda pasajera de la década de 1950, pero ahora tienen una gran demanda. Con un precio original de tan solo $3.95, ahora cuestan $150 y más, si se encuentran en exhibiciones de antigüedades, dependiendo de la condición.

Bolsos antiguos de Vintage by López-Linares

Los bolsos y carteras se han convertido en complementos femeninos muy personales. Quedan en el dominio de la mujer, un complemento que puede ser caprichoso o práctico, grande o pequeño, elegante o sencillo, pero siempre a la moda. Con el bolso adecuado, ¡la moda está en el bolso!

Esperamos que os haya gustado este post y que os hayan gustado los bolsos de nuestra colección de bolsos antiguos originales. Son piezas únicas y puedes verlas todas en nuestra web.