Historia • Época Victoriana

“Virginia Palmer Reynolds y los primeros cambios en la moda del S.XIX”

28 abril, 2016

Ya os había hablado cuando os conté la historia del traje de Ada M. Davis cómo las modas estaban cambiando y evolucionando a finales del S.XIX, y cómo la mujer estaba empezando a liberarse de algunas de las ataduras que la vestimenta las tenía impuesta. Eran unos cambios muy sutiles que no se harían más patentes hasta que no entrara más de lleno el S.XX, pero que se empezaron a vislumbrar en esa década.

Virginia Palmer Reynolds (1855-1922), la protagonista de nuestro mes de abril, tuvo, igual que Ada María, que tomar la decisión de si luciría un talle que la hiciera una figura más esbelta o por el contrario se decantaría por un diseño más anticuado y recatado.

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Corría el año 1874 cuando Virginia decidió contraer matrimonio con  William Griffith. Los estilos de moda estaban en una fase de transición, pasando de modelos de talles altos a la silueta más delgada de los últimos años de la década.

Al final Virginia se decantaría por un diseño bien diferente al de Ada María.

Ambas novias optaron por un escote en forma de “V”, algo que quizás se consideraba poco recatado para una ceremonia religiosa pero apropiado para una boda en casa. A diferencia del corpiño de Davis, que era bastante corto en los lados, la elección de Reynolds estaba cortado para cubrir la parte superior de la cadera, con formas de V extendiendo en la parte central delantera y trasera.  El vestido, mucho más recargado, contrasta con la sobriedad del modelo elegido por Ada María que tiene un diseño mucho más moderno para la época. Destaca cómo han unificado el final del escote, el final de la manga y el cruzado que hace la parte delantera. El fruncido vertical de la manga tres cuartos recuerda a la zona del polisón.

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Como la mayoría de los vestidos de boda de la época, el vestido de Reynolds estaba adornado con flores de azahar en cera – un símbolo de la fertilidad desde los tiempos antiguos – tanto en el corpiño como en la falda. El color beige rosa empolvado del vestido de Reynolds es de lo más elegante. A pesar de que los vestidos de novia de colores no eran inusuales en el siglo XIX, estos eran a menudo vestidos modestos destinados para viajar después de la ceremonia, o usados ​​por las novias con medios limitados.

Este no fue el caso de Reynolds. Su padre, Edmund Reynolds, era un médico que se había trasladado a Cincinnati desde Nueva York. El vestido no puede ser confundido con otra cosa que no sea un vestido de novia formal, y el hecho de que las flores de azahar originales permanezcan intactos, indica que probablemente nunca fue usado de nuevo. El tono de color rosa, sin embargo, no era un color poco común en los vestidos de la época.

Virginia y William Griffith compraron una casa en la Avenida Ashland en el este de Walnut Hills, un barrio de moda justo al norte del centro de Cincinnati donde vivieron durante toda su vida matrimonial .

William Griffith trabajó con su padre y dos hermanos en el negocio familiar, James T. Griffith & Sons, una de las más antiguas y grandes constructoras de la ciudad que empleaba a cientos de trabajadores. La empresa construyó algunos de los edificios más importantes de la ciudad, incluyendo Music Hall, el bloque de John Shillito, los edificios Alms & Doepke, la Ohio National Guard Armory y muchas residencias suburbanas .

 

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William Griffith se convirtió en el presidente de la compañía en 1911. La pareja tuvo dos hijos.

Bibliografía:

Wedding Perfection- Two Centuries of wedding Gowns- Cynthia Amnèus.

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